jueves, 16 de abril de 2015

16 abril: Final de Vida Gloriosa en Lucas

Lucas: final de la Vida Gloriosa
          Por no repetirme y no ralentizar el proceso, no vuelvo sobre lo anterior, ese relato que podría leerse desde varios ángulos, y encontrar novedades y detalles que dan para nuevas contemplaciones.
          Pero siguiendo el orden por donde lo dejé, San Lucas nos dice ahora que los sacó fuera hasta llegar junto a Betania. Como puede observarse Lucas no ha hablado de “Galilea” (como los otros dos sinópticos), y sin embargo no delimita el lugar al que “los lleva” finalmente, a poca distancia de Jerusalén: cerca de Betania. También hay que ver cómo Lucas ha unido en un solo relato la aparición en el cenáculo, la enseñanza posterior (que tratábamos ayer) y este otro momento final de su estancia en la tierra: la ASCENSIÓN.
          Allí alza los brazos y los bendice. Bien podemos pensar que es la primera señal de la cruz que viene como bendición…, precisamente el signo de derrota y humillación para cualquier judío, que se ha hecho signo de gozo y triunfo porque Jesús murió en la cruz y la hizo fulgurar con resplandores de Cielo con su resurrección. Los bendijo, y bien podemos imaginar que ya fue con ese signo glorioso.
          Y en el alzar de sus manos, se inició un movimiento de ascensión, separándose de ellos y siendo llevado al Cielo. Aunque Jesús asciende por su propio poder, ese 2ser llevado” nos puede suscitar una corte angélica que viene a entronizar entre sus alas al que sube hacia su trono definitivo, a la derecha de Dios, en el Cielo.
          Naturalmente eso ya no lo vieron sus discípulos. A ellos no les quedó sino caer postrados en tierra, adorar, y con una reacción que difícilmente entendemos a primera impresión, se volvieron a Jerusalén CON GRANDE GOZO. A quienes han convivido años con Jesús, y han sido testigos y beneficiarios de tantas experiencias profundas…; que han sufrido una muerte en la muerte de Jesús, y ahora empezaban a disfrutarlo glorioso, les produce un gran gozo la ida de Jesús al que ya no tendrán más –físicamente- a su lado.
          San Ignacio de Loyola, en los Ejercicios, lo entiende y lo trasmite: gozarnos de tanto gozo y alegría de Cristo Nuestro Señor. Salir la persona de sí, de sus intereses y sus sentimientos personales (y generalmente marcados por un egoísmo), y gozar porque el otro goza…, porque Jesús ya ha triunfado y ha regresado a su lugar.
          Nuestras experiencias, en los casos de buen corazón, llegan más a sufrir con el que sufre; a experimentar empatía (con-pasión) con el que padece, e incluso a sufrir su sufrimiento. Pero gozar porque el otro goza, porque el otro ha recibido más, porque el otro está contento…, es ya de una altura de sentimientos que va mucho más allá de “lo natural”. Llegar a ese grado de grandeza y limpieza de sentimientos, en que uno está desprendido de su propio gozo personal, es ya un paso que distingue a las grandes almas. Y no me refiero ya al gozo que se experimente por un amigo, sino a la actitud mucho más honda del que vive feliz porque otro goza, sea mi amigo o no lo sea. La empatía en el gozo es mucho más noble y alta que cuando se da en el sufrimiento.

          Aquellos discípulos que se vuelven gozosos a Jerusalén estaban continuamente bendiciendo a dios. Estaban transidos de un gozo sublime espiritual interior, porque realmente habían experimentado lo que era LA RESURRECCIÓN, el triunfo de Jesús. Y el color nuevo que tomaba la vida, porque Jesús ha triunfado.

1 comentario:

  1. En la oración de Jn 17, Jesús se dirige al Padre y le dice"voy"; es decir, dejo el mundo; el mundo ha sido el objeto de su misión mesiánica Jn 3,16 y, ha sido su lugar de residencia a lo largo de casi 33 años; pero ahora, cumplida su Misión regresa al Padre, al lugar donde estaba desde antes de la Creación del mundo.Jesús "pasa"de este mundo al Padre y, con su paso libera a los hombres del poder del demonio. La Muerte de Jesús es una victoria sobre el príncipe de este mundo y la verdadera realidad de Jesús es que vuelve al mundo de arriba; el Padre lo envió como Siervo y vuelve glorificado como Señor de todo lo creado.

    A partir de ahora procuremos ser felices, procuremos mirar a los hermanos con la mirada de Cristo y, seamos felices a pesar de nuestros pequeños problemas; siempre está Dios dando sentido a nuestra vida.¡JESÚS HA TRIUNFADO!

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!