EL PROXIMO
VIERNES,
Tercer viernes de
mes,
hay ESCUELA DE
ORACIÓN
a las 5’30 de la tarde. [Málaga]
Vida gloriosa en San Lucas - 2
Pedro ha comprobado que las mujeres habían trasmitido una
verdad: el cadáver de Jesús no está en el sepulcro. A Pedro le deja perplejo,
admirado. Pero no pasa de ahí. Cuando llega al Cenáculo y comenta lo que ha
visto, surgen la pareja de pesimistas que “traducen” todo en negativo y quieren
quitarse de en medio. Podían haber traducido en esperanza o siquiera en actitud
de expectación. a ver en qué acaba aquello. Pero se junta la tristeza, el
desánimo, el temperamento, la mala praxis de dos pesimistas que se apoyan en
sus pesimismos y que uno al otro se hunden más y más, viendo todo negro y sin
dejar un resquicio para la espera prudente. Y deciden irse. Cleofás poseía –seguramente-
una finca a las afueras, más propiamente en Emaús, y la solución a todo el tema
es irse hacia allá. Seguro que los compañeros le instaron a esperar, a ir
viendo el desenvolvimiento de aquel día de sorpresas. Pero cuando ha entrado el
derrumbe anímico, ya no hay razones para convencerles de que esperen.
Y se echan al camino. Ni iban tan acordes que no
discutieran entre ellos mismos. Se cumple aquello de “ciegos, guías de ciegos, que los dos caen en el hoyo”. Pueden
hasta saber en sus adentros que se están equivocando pero su desánimo, su
pensamiento depresivo, su negatividad les ciega. Con razón traduce un autor que
“sus ojos estaban presos”. Ya no es
ver o no ver. Es estar como entre barrotes que no les dejan salir a ver las
ráfagas posibles de luz.
Por eso, cuando el viajero caminante aquel, que se les pone
a su lado y les pregunta por qué van tan tristes y discutiendo, ni siquiera
tienen una respuesta delicada. Más bien le espetan que es un despistado
integral que no se ha enterado de lo único importante que ha ocurrido el Jerusalén.
[Y como para ellos no hay más pensamiento que lo acaecido con Jesús, piensan
que hay que ser muy “peregrino” y muy ajeno para no haberse enterado].
El caminante era un buen psicólogo y ni les discutió ni se
molestó. Su respuesta se limitó a un “despistado”: “¿Qué!” para facilitarles que escupieran toda la amargura que
llevaban encima. Y consiguió su efecto. Porque ahora llegaron los despropósitos
de los dos hundidos compañeros que empezaron a volcar sus penas amargas en
aquel desconocido “despistado”…: lo de
Jesús nazareno, un profeta poderoso en obra y palabra delante de Dios y de todo
el pueblo. El retrato es perfecto. A Jesús lo tienen en la mayor estima, a
la mayor altura. Podrían haber hecho hincapié en esa parte, que podría ser
esperanzadora.
Pero… Y ahí se
troncha el discurso: “le entregaron
nuestros sumos sacerdotes y magistrados para que fuese condenado a muerte, y le
crucificaron”. La historia, tal cual ha ocurrido. Nosotros esperábamos…
Quiere decir que ya no esperan en ese Jesús poderoso ante Dios y el pueblo. Ya
se les ha hundido toda brizna de esperanza. Nosotros
esperábamos que Él fuera el libertador de Israel. Pero con too éste es ya el
tercer día… [La muerte real se certificaba al acabar el tercer día; ellos
saben que está en el tercer día, pero no se ha acabado… Más aún, los indicios
podrían haber llevado a sospechar la trascendencia de tal tercer día, porque unas mujeres de nuestro grupo nos sobresaltaron, pues fueron al sepulcro muy de mañana y hasta
dicen que vieron visión de ángeles que les afirman que Él vive… Y fueron alguno
de los nuestros al monumento y hallaron las cosas como las mujeres habían dicho…
TODOS LOS DATOS A FAVOR para personas que no tuvieran los ojos del alma también
presos. La conclusión de todo en aquellos tristes discípulos es muy simple: Pero
a Él no lo han visto
¡Hasta dónde puede llegar la visión negativa de unos ojos
tristes y un estado de ánimo deprimido…!
Liturgia del día
ResponderEliminarNos encontramos de nuevo con ese párrafo de oro que describe a LOS CREYENTES de la primera comunidad cristiana (Hech. 4, 32-37), personas imbuidas de tal manera por el amor a Jesucristo y a su Evangelio que lo llevaban adelante en su plenitud. Entonces había entre ellos un mismo pensamiento y un mismo sentimiento. Y no podían consentir que unos carecieran y otros tuvieran posesiones. La fe práctica de aquellos grupos pequeños era la de poner los bienes en común a través de los apóstoles. Y ser así verdaderamente testigos de la Resurrección de Jesucristo.
Se concreta esa práctica en José Bernabé, que tenía un campo y lo vendió para poner su importa a disposición de la comunidad de los hermanos.
En Jn 3, 11-15 continúa la conversación de Jesús con Nicodemo, pero ya habla solo Jesús. Nicodemo se pliega a lo que Jesús le dice. Y aprende y acoge como una esponja. Jesús explica que cuando no hay entendimiento para las cosas de la tierra, ¿cómo va a haber acogida de las del cielo? Porque del Cielo sólo sabe el Hijo del hombre, que ha venido de allí. Y habrá que conocerlo todavía en situaciones muy diferentes: cuando sea puesto en alto, para que todo el que crea, tenga vida eterna.
Y Nicodemo podía barruntar lo que ese dicho significaba entre los judíos.
La Resurrección es un hecho definitivo y permanente. Pero nadie resucita si no “ha sido puesto en alta” anteriormente. Y esa es una lección que tenemos que asimilar.
Los dos discípulos amaban a Jesús; lo amaban con un amor de benevolencia, de admiración, de respeto, conocían muy bien al Profeta bueno del que esperaban grandes logros para Israel...lo han visto crucificado y el dolor no les deja ver ninguna salida...Claro que, todos los que echen de menos a Jesús y recuerden su Doctrina y sus Milagros con la misma nostalgia de los Amigos de Emaús, están en el buen camino para encontrarlo...Y Jesús adorable y todo misericordioso,descenderá hasta cualquier hombre que le ofrezca sus frustraciones y sus heridas y, cuando se haga el encontradizo les preguntará, ¿Qué os sucede? ¿Cómo puedo ayudaros?
ResponderEliminarAlgunos hombres todavía no reconocen a Jesús; pero lo sienten. Están tocados por la Palabra y lo buscan con afán. Entre tanto van creciendo en virtudes humanas y, por este camino iluminados ya por Él, se les abrirán los ojos"al partir el pan".
Mientras vivimos, "gemimos dentro de nosotros mismos suspirando por la redención" (Rm 8,23). Esta redención plena y definitiva se cumplirá en la vida eterna. Entre tanto, la oración y el aborrecimiento del pecado debe ser nuestra preocupación habitual.
"La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma". "Los discípulos daban testimonio de la Resurrección no sólo con la palabra sino también con sus virtudes ".
ResponderEliminarSin embargo ,la mejor caridad se dirigía a fortalecer en la fe a sus hermanos. Fue con amor como se abrieron paso en aquel mundo pagano y corrompido. Amor a los hermanos en la fe y amor a los paganos.
Nosotros,tambien llevaremos nuestro mundo a Dios,si sabemos imitar a los primeros cristianos en nuestra comprensión y cariño por todos,aunque en ocasiones no sean correspondidos nuestro desvelos y nuestras atenciones por los demás
y fortaleceremos en la fe a quienes flaquean,con el ejemplo, con la palabra y nuestro trato amable y acogedor "EL HERMANO AYUDADO POR SU HERMANO ES COMO UNA CIUDAD AMURALLADA", enseña la Sagrada Escritura.
Acudamos a nuestra Madre Santa María,Ella,Madre del Amor y la unidad, para que ,como la primera comunidad nacida del Cenáculo,seamos "un solo corazón y una sola alma ". Ella en cuyo seno se unió el Hijo de Dios a la humanidad,nos ayude para ser " uno y convertirnos en instrumentos de unidad entre los cristianos y entre los hombres.