viernes, 9 de enero de 2015

9 enero: Nazaret 3

Datos diversos de Nazaret
          Ya he dicho que Nazaret es escuela donde aprender porque el silencio interno de sus protagonistas enriquece las diferentes facetas de la vida. El mismo hecho –humanamente inexplicable- de que los evangelios no os trasmitan nada –casi- de esos largos años. Es mucho más enriquecedor porque el Espíritu de Dios se ha reservado las anécdotas para que podamos dar rienda suelta a nuestra contemplación. Y contemplando a tan santa familia, encontrar puntos de enfoque y desarrollo de lo que fue una realidad modélica.
          Aquella familia judía ORABA. Sus oraciones-rezo “de regla” eran la matutina y la vespertina, con Salmos al efecto y cantos correspondientes, situados en la azotea y con la posición hacia Jerusalén, como quien quisiera adentrarse en la santidad misma del Templo, el núcleo religioso de Israel, donde estaban los símbolos sagrados de la presencia del Dios Yawhé. La interioridad, la concentración, el rezo sentido, el alma puesta en Dios, eran ya una buena oración que alimentaba.
          Pero había otras profundidades en el alma de aquella familia, que Jesús fue aprendiendo y le fueron entusiasmando: el recuerdo gozoso y admirado de los hechos de Dios en la historia del Pueblo santo, que eran pilares rocosos de la fe de Israel. Y allí donde había un alma fina, una capacidad interior de silencio y de ahondamiento, eran un alimento primordial de la oración. Y bien podemos pensar que Jesús se abismaba en ello cuando tenía un tiempo sereno para detenerse sobre tales intervenciones de Dios.
          Que iban con el al TRABAJO, porque quien tiene vida interior no separa la oración de las ocupaciones. Unas veces era el taller; otras la salida a la plaza, el trabajo en las viñas o en los tajos de los pudientes… Jesús se ensimismaba en sus pensamientos en cuanto le era posible. Jesús no dejaba de compartir conversaciones, interesarse por los temas de los compañeros de trabajo o de los parroquianos que acudían al taller. La rica vida interna de Jesús se abría hacia esos detalles humanos. Pero como todo no era hablar ni siempre se estaba en conversación, había tiempos para adentrarse en el propio interior, donde rezumaba su ansia de pensar en las cosas de Dios. Máxime cuando sentía Jesús un movimiento de alma muy especial que le hacía entrar en algo más íntimo de la obra y la Persona de Dios.
          Ratos para explayar esos sentimientos eran los gozosos ratos de FAMILIA, tan deseados y tan bien aprovechados, porque eran tres almas que caminaban y sentían en la misma dirección. Sentarse los tres a comer juntos –cuando era posible- era ya un regalo. O aprovechando ratos en los que los tres podían coincidir. Una familia con conciencia de familia, con delicadeza de familia, con cariño de familia. Y con ese enriquecimiento mutuo que suponía el alma blanca de los tres.

          Y no es que todo fluyera sin más. El mismo tema religioso ya tenía sus flecos variados. Al fin y al cabo José y María estaban viviendo dentro de una religiosidad que dominaban los fariseos, aunque había cosas que no llegaban a entender. Y Jesús se atrevía a ponerlas sobre la mesa y expresar aspectos que no llenaban su alma. No se discutía pero hubo momentos en que los padres trataron de corregir… Que Jesús sentía a Dios como PADRE y se dirigía a Dios como PADRE era algo extraño, llamativo, fuera del pensamiento de Israel. Y sin embargo Jesús razonaba, explicaba, se fundamentaba en hechos bíblicos. Y María había de guardar en su corazón, y José intuía que Jesús llevaba su razón. Pero no eran momentos fáciles en medio de una fe acendrada, en la que cumplir la ley a machamartillo resultaba lo propio de personas religiosas.

2 comentarios:

  1. Jesús está ahi .Él , acude a nuestro encuentro cuando tenemos dificultades...Nosotros, que lo hemos visto hacer muchos milagros, todavía no acabamos de conocerlo y, a veces, nos da miedo, igual que sus discípulos, nos asustamos porque nuestra Fe aún no es lo bastante sólida y creemos ver un "fantasma..."Jesús nos da miedo, pensamos que viene a regañarnos o a hacernos daño. Pero Él no se separa nunca de nosotros; sabe muy bién que sin Él no podemos avanzar.

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  2. Jesús, Dios y Hombre verdadero, Hijo de Dios, quiso vivir con una Familia como los demás hombres; claro que,por las condiciones especiales de María y de José,su Familia debió ser excepcional. con las consabidas tribulaciones de una vida nada fácil: la repentina huída a Egipto, las carencias de una vida pobre; el justo José debe trabajar para asegurar el sustento de su Esposa y de su Hijo.Cuando Jesús peregrina a Jerusalén y se queda solo sin que lo supieran sus padres, les dice abiertamente que Él pertenece al Padre celestial; a ellos sólo les toca criarlo para la misión que el Padre le ha confiado; y, esto exige de ellos una actitud de servicio incondicional. Por lo demás, Jesús, habiendo regresado con ellos, les obedecía y "les estaba sujeto al tiempo que crecía en sabiduría", llamada de atención sobre cómo deberían obedecer y crecer todos los hijos de los padres cristianos. La Sagrada Familia está propuesta por la Iglesia como Modelo de toda familia cristiana. Una familia cimentada sobre el Evangelio, es la primera Iglesia doméstica y el lugar en donde se aprenden las mejores Catequesis.

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