miércoles, 14 de enero de 2015

14 enero: Puente que une dos riberas

La humanidad de Jesús
          La 1ª lectura nos da varios elementos para poner de manifiesto a Jesús –el Hijo de Dios- en su realidad de hombre. “Un poco inferior a los ángeles” (decía ayer) pero simultáneamente en las dos orillas de Dios y de la humanidad. “De nuestra carne y sangre”, “nacido de mujer, nacido bajo la ley” y, por tanto, de nuestra familia humana, y llegando hasta la muerte. No podía haber sido más hombre.
          Pero con poder sobre el demonio que trajo la muerte, aniquilando al maligno, Porque ese Hombre Jesús es PUENTE, pontífice, fiel en lo que a Dios se refiere, y por tanto capaz de tener una mano extendida hacia los hombres y otra cogida de la de Dios. Y eso hace posible que su obra sea salvadora y “expiar así los pecados del puebloComo Él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar ahora a los que pasan por ella”.
          El evangelio de hoy nos introduce enb ese aspecto de una forma clarísima. Si tomamos el agua desde su origen, el primer acto de la mañana de este día de Jesñus ha mostrado su autoridad expulsando al demonio del hombre que encontró en la sinagoga. Sólo Dios o el poder de Dios puede expulsar los demonios.
          Se viene a la casa de Simón y se encuentra a la suegra de Simón que está con calentura. La toma de la mano y “el puente” de gracia deja pasar la salud a la mujer que no sólo se levanta en convalecencia sino que guisa y sirve la comida. Una nueva compasión de Jesús, una nueva acción liberadora en la que se ha acercado a una necesidad humana. Puede auxiliar a los que ahora pasan por el dolor”.
          Debió haber una sabrosa sobremesa en la que aquellos 4 hombres, primeros llamados –Simón, Andrés, Juan y Santiago- departen con Jesús una conversación muy interesante: preguntas, aclaraciones, palabra de Jesús, doctrina, momentos de relax y descanso… ¡Cuantas cosas que los evangelios nos trasmiten eran recuerdos de aquellas enseñanzas de Jesús en muy diversos momentos de su vida, a veces informales, pero siempre ricos en contenido!
          Y pasaron unas horas y la gente de la barriada se había venido a la puerta a ver a Jesús. Por todo lo de la sinagoga esa mañana y por la suegra sanada se habían enterado de que en Jesús había más que un huésped. Y se vinieron en su busca con el reclamo de sus propios enfermos. Y cuando Jesús fue a salir se encontró con aquello. Y ya no tuvo más mirada que los enfermos y la gente ansiosa que le buscaba. Pasó entre los enfermos y les fue tocando con cercanía cordial y levantándolos de su postración. Luego, las gentes…, la enseñanza…, hablarles de Dios y de la pureza de una fe que ellos no conocían porque el fariseísmo les había minado muchas verdades. [Hago hincapié en el hecho de que aquí no hay fariseos, no hay piques, no hay belicosidad. Sólo hay buena fe, necesidad, deseos de escuchar y ser atendidos por Jesús. Y Jesús puede desenvolverse con espontaneidad]. Hasta que llega la hora de despedir a las gentes, retirarse y –poco después- descansar.
          Debieron quedarse en una habitación todos los 4 hombres y Jesús. Jesús se quedó junto a la puerta. No sé si corro mucho pensando ya en la imagen del Pastor-Puerta que Jesús desarrolla más adelante. Pero sí en sitio fácil de salir sin molestar ni ser advertido.

          Y, en efecto, de madrugada Jesús entreabrió la puerta y se salió a lugar solitario donde encontrarse con Dios en oración, que no sé si llamarle “de discernimiento”, o que toda oración ha de ir llevando a un discernimiento. Porque no se trataba de orar piadosamente sino de buscar la voluntad y planes de Dios. Por eso, cuando tiene todo a su favor para quedarse allí porque todo el mundo de busca, Jesús ha confrontado ya en su oración que noi se debe quedar allí cómodamente, sino salir a otras ciudades o aldeas en las que hay que seguir sembrando la palabra de Dios.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad10:58 a. m.

    "TODOS TE BUSCAN" :También ahora las muchedumbres tienen "hambre" de Dios.Continúan actuales las palabras de San Agustín al comienza de sus "Confesiones":"Nos has creado,Señor, para ti y nuestro corazón no halla sosiego hasta que descansa en ti".
    El género humano yace enfermo;no de enfermedad corporal,sino por sus pecados.Yace enfermo,desde Oriente a Occidente y para sanar a este mundo,descendió el médico omnipotente.Se humilló hasta tomar carne mortal,es decir para acercarse al lecho del enfermo.
    TODO EL MUNDO TE BUSCA,ayúdanos,Señor a facilitar el encuentro contigo de todos los que se crucen en nuestro camino.Tú ,Señor, eres lo que necesitan;enséñanos a darte a conocer con el ejemplo de una vida alegre,a través del trabajo bien realizado,con una palabra que mueva los corazones.
    Conmueve contemplar cómo el Señor,entre tanta actividad apostólica,se levanta muy de madrugada,"cuando aún era oscuro" para dialogar con su Padre Dios y confiarle la nueva jornada,llena también de atención a las almas.

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  2. Desde el Prólogo ya nos encontramos con un rechazo frontal de Jesús,(Jn,1-11)"Vino la Luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz".Hay un grupo especialmente hostil a Jesús, Juan se refiere a ellos y les llama" los judíos"cuando habla de los que rechazaron históricamente de Jesús, pero no son todos los judíos; la Comunidad de Juan valora mucho a los judíos. Pero hay un grupo ligado al Templo, a la Sinagoga y a la Tradición que se opone radicalmente a Jesús: son los fariseos. Ellos anteponen la Ley a la voluntad de Dios.Ellos buscan su voluntad, no la voluntad de Dios. El padre de los fariseos no es Dios, sino el Demonio, embustero, homicida y asesino, el que los convence de que hay que matar a Jesús.Hay muchísimos judíos dirigentes que creían a Jesús y que eran sus seguidores desde sus casas, pero no lo decían por miedo a que los fariseos los apartaran de la Sinagoga.
    "Todo el mundo te busca". También nosotros lo buscamos; unas veces por curiosidad y otras para que nos de la mano y nos ayude a levantarnos para que podamos servir y hacer el bien, como la suegra de Pedro.Tenemos que salir de nuestras comodidades y anunciar a todos el mensaje de salvación.Jesús, se quedó en la puerta; Él continúa recorriendo los pueblos para predicar la Buena Nueva,¡qué feliz se sentirá si nos decidimos a acompañarlo en su misión!
    Señor quiero buscarte y hallarte en cada rincón de mi vida, en cada instante.

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