domingo, 21 de abril de 2013

Domingo del BUEN PASTOR


EL PASTOR BUENO
             Hoy llegamos al domingo que es clásicamente llamado del Buen Pastor.  En la secuencia de evangelios de San Juan que vamos a ir teniendo en este tiempo, hoy está ese momento en que Jesús se aplica a sí mismo el anuncio profético de Ezequiel.  Dios había querido que el pueblo suyo estuviese conducido por unos jefes que hicieran de pastores, una imagen completamente familiar a ese pueblo.  Y quedaba entonces la misión del pastor como ese oficio que iba más allá de un mero oficio y se constituía como misión de cercanía y hasta de cordialidad, con esa relación que se establecía entre el pastor y sus ovejas. El pastor se debía a sus ovejas y arriesgaba la vida por ellas;  las ovejas conocían a su pastor y respondían a su voz.  Eso estaba vivido día a día en aquel pueblo palestino.
             Dios toma pie en esa imagen y encarga a unos jefes a ser “pastores” de esas “ovejas” que pertenecen a Dios…, que son el pueblo de Dios. Y por tanto los pastores no tienen posesión de las ovejas sino misión de que esas ovejas vayan hacia su Dueño, que es Dios.
             Sin embargo son malos pastores que en vez de servir al bien de las ovejas, se aprovechan de ellas y las tienen para su ventaja personal. Y Dios entonces promete UN PASTOR BUENO, que cuide a las ovejas y las vaya dirigiendo hacia ese aprisco que son los brazos mismos de Dios. Dios quiere que esas ovejas sean bien apacentadas y pastoreadas y que encuentren su gozo en pertenecer a Dios.
             Y Jesús pone –en el Evangelio de hoy- un triple proceso en la misión que ha recibido: primero es que escuchan mi voz.  Mal podrían seguir al pastor unas ovejas que no conocen el sonido de su pastor. Y “escuchar la voz” de Jesús es bien fácil de comprender: mal podrá seguir a su Pastor Jesús quien no busque de primeras conocer lo que Jesús dice, hace, enseña, desea, siente…  Y para eso sólo hay un camino y ese camino es el Evangelio de Jesús, en donde está la VOZ DEL PASTOR BUENO, que ahí ha dejado plasmada su vida, pensamiento y sentimientos.
             El segundo paso que pone Jesús es que me siguen.  Un seguimiento que no es simplemente el seguimiento de rebaño, que cada oveja va donde las otras, pero careciendo de decisión personal para elegir ese seguimiento. Aquí las ovejas tienen que haber oído la voz de Jesús para que lo sigan con entero conocimiento de adónde van. Cierto que el Pastor ya conduce, pero en el caso de la persona humana no somos conducidos como rebaño sino como miembros que damos respuesta personal y voluntaria.  Seguimos porque queremos, porque la voz que hemos escuchado nos ha atraído.
             Y el tercer paso es tener vida eterna.  Porque este PASTOR BUENO no se queda en un dar bienes perecederos ni pastos que se acaban. La misión del Pastor bueno es conducir a las fuentes de aguas vivas, las que saltan hasta la vida eterna.  Ha sido Dios mismo quien ha encargado esa obra, y no se puede permitir el Pastor dejar de perecer a esas ovejas que se le han encomendado.

             Pablo y Bernabé ejercían su oficio de Pastores de una comunidad, y viajaban de un lugar a otro para proclamar la Palabra de Dios: dar a conocer (como primer paso) a Jesucristo.  Y desde ahí conducirlas a ser fieles a Dios (=seguimiento).  Pero eso provoca recelos y surge la persecución, y la huida. Y en la huida, el contagio de esa fe que predicaban, y que no sólo se va a quedar ahora en los judíos sino que se abre también a los no judíos, que sienten la alegría de que también a ellos les llega su oportunidad.
             Y será una inmensa multitud la que goce de ese don. El Cordero, con mayúscula, representando precisamente al PASTOR que camina delante y conduce al rebaño, lleva detrás a todos los que han escuchado su voz, y por ello le han seguido.  Y así caminan con sus trofeos de fidelidad hacia el trono de Dios, la vida eterna, ahí donde ya no les hará daño ni hambre ni sed, ni frío ni bochorno…, porque han llegado a las fuentes de aguas vivas.

             Nosotros hemos escuchado la Palabra de Dios en el comienzo de la Celebración eucarística (que tiene tanta importancia como la Consagración o la Comunión) [Todavía puede ocurrir que no se dé importancia a llegar tarde, o que –incluso- se esté leyendo o rezando otra cosa durante las lecturas. Es un fallo grande que se debe desterrar allí donde lo haya]. De esa “escucha” atenta y que crea compromiso en el alma del creyente, viene una actitud de seguimiento.  La Palabra escuchada no está para quedarse en la escucha sino para experimentar la llamada personal (=OÍR LA VOZ de Jesús; y ojalá la escuchéis HOY…, para vivirla ya HOY).  Y caminaremos finalmente en procesión para acercarnos a la Eucaristía, pasto supremo que nos ofrece Jesús, y que por fuerza de ese alimento, ya nos está sembrando la semilla que germina en la vida eterna.  Caminamos, pues, tras el Cordero, llevamos en nuestras manos las palmas de nuestras obras diarias, y las unimos a la obra misma de Jesús. Y seremos conducidos ante el mismo trono de Dios.

2 comentarios:

  1. José Antonio9:35 a. m.

    Cuántas dificultades encontramos en este "vociferío" para escuchar Su voz. Escuchar Su voz, es disponibilidad para seguir el camino marcado por Jesús, no nuestro camino, con la confianza puesta en El, conocedores de que en El ponemos toda nuestra confanza.

    ResponderEliminar
  2. Ana Ciudad1:47 p. m.

    Este domingo determina la Iglesia la figura del BUEN PASTOR.CRISTO es el PASTOR SUPREMO que da la vida por sus ovejas.Antes de la Ascensión al cielo,constituye a Pedro pastor de su rebaño.Tres negaciones de Pedro en la Pasión,tres preguntas del Señor.Pedro,¿me amas?.Apacienta mis corderos,apacienta mis ovejas.
    Sobre el primado de Pedro,la roca,estará asentado el edificio de la Iglesia hasta el fin del mundo.Sucesor de Pedro,el PAPA,VICARIO DE CRISTO,es decir ,hace las veces de CRISTO.
    Debemos rezar mucho por el PAPA,que lleva sobre sus hombros el peso de la Iglesia y por sus intenciones.Todos los días,sube hacia Dios un clamor de la Iglesia entera,rogando con él y por él.No se celebra ninguna Misa sin que se mencione su nombre.
    Que el Señor le de vida,le guarde,le haga feliz en la tierra y no le entregue en poder de sus enemigos.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!