lunes, 16 de julio de 2012

Aquí hay tomate...


Dos lecturas de DOS LECTURAS
Primera lectura:  la LITURGIA DEL DÍA
             No están las Lecturas actuales por darnos cuartelillo.  Si se lee a Isaías, en la 1ª lectura, encontramos a Dios que está clarificando posturas ante su Pueblo.  Se muestra un Dios que está harto de falsas religiosidades…, o cuando menos, tan parciales, que mientras aparentan una relación con Dios, en realidad están muy lejos.  Luego os quejáis de no obtener lo que pedísNo me traigáis más dones vacíos, más fiestas vuestras, que se me han hecho cargas insoportables.  Pero –por supuesto- Dios no se queda en eso, como el “quejica” que sólo dice: “no estoy de acuerdo”. Abre el camino de lo verdadero para abrir puertas a ese Pueblo: Lavaos, purificaos de vuestras malas acciones; aprended a obrar bien, buscad la justicia, defended al oprimido, sed abogados del huérfano, defensores de la viuda.  Todo eso tendría preciosas concreciones en la realidad actual social, generacional, ideológica, cristiana (más que religiosa)…
             Y Jesús concreta en el Evangelio, que está continuando su enseñanza a los apóstoles que envía a misión.  [Puede leerse mi artículo de este mes en la Revista “El Mes de tu Comunidad”, del Movimiento de Apostolado  Familiar, que titulo: Reciedumbre cristiana].  Jesús comienza por establecer un punto de partida:  Con Él no puede haber la paz de los bobos que no se plantean nada nuevo en su vida.  Con Él HAY ESPADAS. No espadas “contra otros” sino espadas que abren brecha en uno mismo. La espada que divide el YO, soberbio por naturaleza y que se defiende a sí mismo, de un principio fundamental: amar MENOS a cualquier otra realidad que a Dios.  Ya sea el padre, la madre, el hijo, el hermano, las posesiones, el YO, las propias ideas.  Y sin ese amar menos no hay camino en el vivir cristiano.  Ya advierte Jesús que el enemigo está en la propia casa…, porque en lo más interior de uno es donde están las fuentes de la soberbia espiritual.  Por eso, o coges tu cruz o no hay camino de vida. Y a la par, como la muestra más simple y sencilla de lo que es el Reino, basta el vaso de agua que se da al pequeño, cuando se da en Nombre de Cristo…, en puro desprendimiento de sí, y sólo porque Jesús es quien es.  Y eso tiene su paga.

Segunda lectura: Día de la Virgen del CARMEN
             Advocación posiblemente más popular de María.  La introduzco con unos versos del Oficio de Laudes:
Cielo y tierra parece que, a primores,
se compitieron con igual desvelo,
mezcladas sus estrellas y sus flores;
para que en Ti tuvieses tierra y cielo,
con no sé qué lejanos resplandores
de flor del Sol plantada en el Carmelo.
             María, como buena judía, tenía pleno conocimiento de ese texto de Isaías que ha dado hoy la primera Lectura.  Un judío conocía toda la Biblia de memoria.  Y en el Corazón de María resonaban siempre esas palabras de Dios: Estoy harto…   Por eso María hubo de emprender otro camino distinto y distante de aquellas religiosidades.  Pongamos una María de Nazaret que vivía la ilusión de su boda próxima, anhelando su casa llena de hijos…   María rezaba sus Salmos, dirigía su oración a Dios, ofrecía sus sacrificios…  Pero Dios está harto de las rutinas y un día Dios le cambia el paso.  Y ve que hay que amar más a Dios que a sus padres, que a José (su prometido), y que a Ella misma y sus proyectos, y su práctica fiel de mujer judía.  María ve claramente que es en su humilde actitud de esclava, donde Dios la quiere.  Y se despoja hasta de su voluntad y de su corazón… A partir de ahora, no es que entienda y comprenda… Es que le deja a Dios toda la iniciativa.  A partir de ahora, en lo que entiende y en lo que no puede comprender, opta por ofrecer el cofre de su Corazón…  Prefiere ir metiendo allí…  Dios se encargará de ir explicando…; o no explicará.  Pero Ella tampoco pedirá explicaciones ni pretenderá estar por encima del bien y del mal:  Ella, esclava del Señor.  Ella, dejando a Dios hacer su palabra,  la de Él…, no la de Ella.
             Dicen que el Monte Carmelo –yo no lo he visto- ocupa un lugar de atalaya a los cuatro vientos… Que es una forma de faro para los hombres de la mar y de la tierra.  Y en verdad que María está ahí como diciéndonos que LA PALABRA, y PALABRA DE DIOS, es el foco que ilumina.  Muchas cosas no se entienden, porque nadie somos Dios.  Pero el corazón orante en la Palabra, acaba descubriendo… O sencillamente no descubre, ni pretende descubrir.  En el silencio del corazón se van aclarando las ideas y los sentimientos.

1 comentario:

  1. Cuando tomo hoy el Oficio divino, me encuentro con el tema curioso de Elías ante el enemigo Ajab con su troupe de profetas de Baal.
    Ajab acusa a Elías de ser la ruina de Israel. Elías le responde con hechos: que vengan los 400 profetas de Baal y hagamos la prueba de quien arruina. Y con el pintoresco reto del “sacrificio” a Baal, al que el tal falso dios no responde ni un susurro en toda una mañana y parte de la tarde (por más gritos y “méritos” de sus seguidores, Elías invoca a Dios que, en un instante, actúa y se hace presente.
    Me ha parecido que era un comentario por sí solo a esas lecturas de la Misa de hoy, y he querido añadirlo. Para los que tienen el gusto de ir a la Sagrada Escritura y buscar el ORIGINAL, les remito al primer libro de los Reyes, 18, 16-40.

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