miércoles, 21 de junio de 2017

Del 7º día de la novena en la Iglesia

EL CORDERO
          Uno de los títulos de Jesús más repetidos en el Apocalipsis es “EL CORDERO”. Un cuadro famoso en Gantes es “La adoración del Cordero”, donde toda la corte celestial adora al Cordero.
          También Juan habla del Cordero cuando el Bautista lo señala: He ahí el Cordero de Dios. Es tradición bíblica que viene desde la misma liberación de Egipto, en el que el centro es el cordero. El sacrificio del cordero era una tradición de los pastores que emigraban y mataban un cordero y rociaban las jambas de las puertas para ahuyentar los malos espíritus.
          Asumió Israel ese símbolo en la noche de la liberación de  Egipto ante el ángel exterminador. El cordero era elemento de liberación, la víctima que se ofrece para liberarse de la esclavitud.
          El Siervo de Yavhé, en Isaías presenta al liberador como cordero llevado al matadero, siervo de Dios que se somete a la voluntad de Dios para liberar al pueblo del yugo de la esclavitud.
          La imagen del cordero en Juan y en el Apocalipsis se escribe cuando la pequeña comunidad cristiana de Roma padece la persecución de Domiciano, que usa todos los medios para acabar con los cristianos. Se escribe entonces aquello para crear esperanza, porque viene el tiempo de Dios.. El vencedor será Dios, que libera al pueblo. Ese es el sentido del CORDERO, qie aparece en la liberación de Egipto, de babilonia y del Imperio romano.
          Esta imagen en Apocalipsis y en Juan tiene pleno sentido porque Jesús es el cordero que se entrega para liberar a los excluidos, los enfermos, los lisiados, que  pueden proyectarse sobre los esclavizados de nuestro tiempo, que vive la pobreza que le dificulta vivir como hijos de Dios.
          La sociedad de hoy tiene perdido el sentido de humanidad en un proceso (en el que estamos todos) que pisotea la imagen de Dios. El Cordero viene a liberar todo lo que impide esa imagen de Dios.
          A eso dedicó Jesús su tiempo, luchando contra la esclavitud. Por eso es Cordero liberador. También hoy, nuestra devoción al Corazón de Jesús debe liberarnos de nuestras esclavitudes de la ignorancia, de lo que nos hace ser menos dignos,  de las drogas, de los malos pasos , de las actitudes que niegan su lugar a los que son e otra religión, otra lengua, otra raza… En nuestro tiempo hay muchas esclavitudes. Y la DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS debe llevar a compromisos y a ayudar.

          Pidamos al Corazón de Jesús, apasionado de amor por los débiles, salir como él, colaborando con las instituciones (como CARITAS) y ser así reflejo del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

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