martes, 20 de junio de 2017

6º día de la novena en la Iglesia

ALFA Y OMEGA.-Así lo designa varias veces el Apocalipsis.
          En la Vigilia Pascual se dibuja sobre el Cirio una cruz. mientras se van diciendo las palabras: Cristo, ayer  y hoy, ahora y siempre, ALFA Y OMEGA…, las cifras del año y la mirada a la eternidad.
          ALFA Y OMEGA, primera y última letra del abecedario griego en cuya lengua está escrito el Nuevo Testamento. Significa PRINCIPIO Y FIN. Como decíamos ayer: Principio de la Creación de Dios; por la Palabra fueron hechas todas las cosas. Indica que Jesús es el MODELO DE LA CREACIÓN.
          Pero no está sólo en el Principio (ALFA). Es también OMEGA (el final). El jesuita Tehillard de Chardin, primero apartado en alguna manera de la Iglesia y luego reconocido en el Concilio Vaticano II, expresa que toda la Creación tiene un camino, por designio de Dios hacia el punto OMEGA, camino que tiene la Creación que recorrer. Y no es la llegada a un punto final sino POLO QUE ATRAE todo hacia ese su extremo fina, hacia él que es toda la plenitud de la Creación.
          La intuición de Tehillard sobre Jesucristo, ALFA Y OMEGA, expresa que Cristo está en el origen de todo y el el final de todo, polo que atrae hacia él la Creación entera.
          Vivimos tiempos de pesimismo histórico; para el mundo de hoy la creación se dirige hacia la nada, no tiene sentido y va a la destrucción.
          Para el cristiano, no por optimismo, somos personas de esperanza que no nace de los datos que tenemos delante sino de la confianza en Dios…, de la fe. Y si creemos en Cristo, el Modelo y el Polo, entonces tenemos esperanza: el futuro de la humanidad no es la destrucción. El futuro de la humanidad  es la humanidad reconciliada en el amor, que es lo concreto del ALFA Y OMEGA, ya que en Cristo  se rehace, atraída por el Cristo OMEGA.
          El evangelio de hoy, predicado por el campesino de Nazaret, nos expresa la voluntad de Dios para la humanidad. Su Corazón habla y actúa desde el proyecto de Dios. Es un  espejo hacia dónde va la humanidad y hacia dónde hemos de ir nosotros. Ese proyecto de Dios es el Corazón de Jesús. Enseña algo desconcertante, único: amad a vuestros enemigos, contra la violencia, la destrucción. Nos enseña a superar el odio, la violencia, el enfrentamiento, y desde el POLO OMEGA atrae a la humanidad hacia la destrucción de la enemistad.

          El Corazón de Jesús, OMEGA de la humanidad, tira de nosotros hacia la superación, como destino, hacia el POLO que atrae para que la humanidad sea OTRO CRISTO.

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