lunes, 19 de junio de 2017

19 junio: SEGUIR A JESÚS

Novena al Sagrado Corazón. 5º día
             CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO. El centro de nuestra reflexión de hoy es el conocer y amar a Jesucristo.
          La clave de la vida cristiana es el SEGUIMIENTO DE JESÚS: quien quiera venir detrás de mí…, quien quiera seguirme. El amor de Dios nos ha enviado a Jesús, hecho hombre para que tengamos un referente claro de qué tenemos que hacer, qué camino hemos de seguir: Él es EL CAMINO, y nosotros estamos en ese camino.   Preguntó aquel del Evangelio: ¿qué tengo que hacer?  El ya había cumplido los mandamientos. No necesitaba más, en su condición de judío, para tener vida eterna. Había sido un muchacho fiel a Dios desde su infancia. Pero si viene a preguntarle a Jesús es porque ha vislumbrado que en Jesús hay más que aquel cumplir los mandamientos. Ahora la respuesta de Jesús va más allá: - Ven y sígueme  Más que los mandamientos. Es el estilo de Jesús.
          El cristiano ha de desear SEGUIR a Jesús. En principio está pidiendo Jesús un seguimiento a ciegas, como primer movimiento del que quiera fiarse de él. Pero Jesús es mucho más humano que eso y antes de pedir que le siga, le llama a sí: Ven, Ven conmigo, apégate a mí, conóceme a mí, adéntrate en mi Corazón, descubre mis sentimientos. “Ven” no es simplemente un dar el paso sin saber qué te vas a encontrar. Si has de seguir, has de empezar por saber qué sigues o a quién sigues. “Ven” provoca ese movimiento de cercanía que hace más lógico el SEGUIR a la persona, conociendo cómo es, qué piensa, qué le gusta, qué le desagrada, qué preferencias tiene.
A los cristianos se nos pide el SEGUIMIENTO DE JESÚS tras conocerlo. Lo que nos está llevando a un meternos de lleno en el Evangelio y ser como abejas que succionan el néctar que hay en cada flor. No basta “leer el evangelio”, y mucho menos sirve “sabérselo de memoria”. Al evangelio se va con el ansia de conocer los entresijos de Jesucristo…, en definitiva, SU CORAZÓN, sus entrañas, desmenuzando cada relato y quedándose parados ante él para preguntarse: ¿Qué me dice esto  A MÍ? ¿En qué me coge a mí este hecho o esta palabra de Jesús? ¿Cómo imagino el gesto, el tono, la ternura de la misericordia de Jesús? ¿Cómo interpreto esta expresión de Jesús que no entiendo a primera vista? Porque hay una clave fundamental para interpretar: Jesucristo es puro amor y misericordia, PURO CORAZÓN, y entonces lo que no he entendido a primera vista, tiene que tener un sentido muy comprensible desde el amor.
Y así amarlo.  Es la Petición que pone San Ignacio en los Ejercicios para hablar de la vida de Jesús, el Señor.  SEGUIR abrasados de amor, y seducidos por ese amor, en dinamismo radical en el seguimiento. El amor que expresamos a Jesucristo no es gratuito. Es la respuesta a la que está llevándonos haber conocido lo mucho que Jesucristo me ha amado, que ha llegado hasta los extremos del sacrificio y aun  de la muerte.
Podremos preguntarnos cómo es posible que haya quienes no amen a Jesucristo. Evidentemente es que no lo han conocido, o que les han trasmitido una imagen falsa, no evangélica, sesgada. Porque quien va al Evangelio y lo lee con el alma abierta, no puede menos que entender que Jesús es UN CORAZÓN ABIERTO, lo mismo a hacer el bien, que a liberar al que sufre, que a perdonar al que ha fallado.
Descubrirá un Jesús que se vuelca en el más necesitado y que distingue el pobre. El Evangelio de las BIENAVENTURANZAS es la proclama del Amor.  Los pobres, los que sufren, los que lloran, los que trabajan por la paz, los que tienen hambre de justicia y hasta padecen por ser justos. El Amor se entiende en el dolor. ¡Claro!: solamente si se tiene a Jesús. Entonces se puede sufrir siendo dichosos.  Las bienaventuranzas marcan la importancia de seguir a Jesús por encima de todo. El SEGUIMIENTO  es lo importante. A los reticentes, a los críticos de la fe cristiana, a los desalmados que han perdido el sentido de la fe, no les queda más salida a su desgracia que la de CONOCER A JESUCRISTO…, poner siquiera la buena voluntad de no detestar esa oportunidad de conocerlo. Luego, que actúen en consecuencia. Pero desde aquí les puedo lanzar el reto de que CONOZCAN A JESÚS, y el resto será una adhesión. ¿Inicialmente sólo de cabeza? –Quizás. Pero si se mantiene esa búsqueda, pasará al corazón de la persona, y hallará que ha encontrado el tesoro que más buscaba: la felicidad.

          Esto es lo que nos da la mirada al Corazón de Jesús, porque ese es el estilo de Jesús. Y es el estilo propio de quienes seguimos a un Jesús, de Corazón abierto por amor. Quizás sea ahí donde tendremos que mirarnos dentro, porque en alguna forma la imagen más directa que los demás van a tener de Jesucristo, es la imagen que le demos en nuestro modo de vivir y actuar.  Y así obtenemos la vida y brindaremos a otros la posibilidad también de alcanzarla.

1 comentario:

  1. ¡VEN Jesucristo nos invita de mil maneras a seguirlo y, cuando lo conocemos ya no podemos dejarlo nunca. Los cristianos que hemos recibido el Sadramento del Bautismo, junto con el sacramento, hemos recibido la gracia santificante y nuestra vida es sobrenatural bien distinta de antes porque, ahora poseemos una vida particular exclusiva de los que creen en Cristu.Unos hombres queno nacen de la sangre ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino que nacen de Dios, En el Bautismo cada cristiano comienza a vivir la misma vida de Cristo pues hemos sido hechos hijos de Dios y esto es como un nuevo nacimiento que produce unos cambios en la criatura que recibe el Sacramento.Nosotros somos hijos de Dios. Somos partícipes de SU NATURALEZA.

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