viernes, 2 de junio de 2017

2 junio: ¿Me amas?

PRIMER VIERNES DE MES
Reunión a 5’30 en Salón de actos y
HORA SANTA –en la Iglesia- a las 7
(Málaga. Iglesia del Sgdo. Corazón)

¿Me amas?
          La pregunta del PRIMER VIERNES en el evangelio del día (Jn 21,5-19) es esa: ¿Me amas? Se acaba el año litúrgico y las lecturas se dedican al final del evangelio de Juan en cp. 21. Hoy, en concreto, tenemos el diálogo de Jesús con Simón Pedro tras la pesca milagrosa. Jesús se ha llevado a un aparte a Simón y allí le hace la pregunta: ¿Me amas?
          Sería la pregunta que hoy nos haría el Corazón de Jesús: “¿Me amas?” Porque el “primer viernes” no es una especie de seguro de vida para la hora de la muerte, ni una devoción particular atribuible a revelaciones privadas. El PRIMER VIERNES es un día para actualizar en nosotros el amor que nos tiene Jesús, y el día en que queremos tener el recordatorio vivo de nuestra respuesta de amor a Jesucristo.
          La llegada mensual del primer viernes de la semana es ya un recordatorio natural de esa pregunta de Jesús: ¿Me amas?, y de esa respuesta que le queremos dar: Sí, Señor, tú sabes que te quiero, tal como fue la respuesta de Simón, en la que cambió la expresión para indicar una amor cariñoso y amigo, que iba mucho más allá del amor general con que se puede amar a una persona. “Quería” a Jesús, lo abrazaba con su alma, ahora sí es verdad que daría su vida por él. Antes ha fallado, ha huido, ha negado. Pero en este momento su “querer” compromete todo su sentir y ya no se apartará más de Jesús.
          Y Jesús le ratifica ese “querer” con un encargo que expresa que el amor verdadero se muestra en obras. Y que el Primer Viernes es algo más que lo que encierra en sí de devoción. Incluso la Comunión que lleva implícita el Primer Viernes es una Comunión que compromete la vida real de la persona…, que se traduce en hechos que han de modificar la vida del individuo, y que sus Primeros Viernes son una escalera que hay que subir llevando en el alma un proyecto de algo que mejore la vida que se ha traído hasta allí. Tu sabes que te quiero es más que una emoción del momento, más que una palabra con la que la persona se llena la boca. Es un motor que pone en dinamismo una actitud: Apacienta mis corderos…, “haz lo que haces”, mejora lo que tienes entre manos, toma en cuenta “tal” detalle, recuerda a tal persona, piensa que te queda algo que hacer en tu vida concreta.
          Por tres veces preguntó Jesús y dice el evangelista que la tercera vez se resintió Pedro. ¿Acaso dudaba el Amigo del QUERER que le afirmaba? Jesús es muy especial y repite la pregunta para que la reafirmación de Simón quede mucho más expresa y ratificada. Yo diría que es la necesidad nuestra de que nos digan las cosas cien veces porque en los temas de nuestro crecimiento espiritual somos descuidados y olvidadizos. Y el Corazón de Jesús no quiere que el Primer Viernes se pase de largo como un día más de la semana, con sólo un pequeño añadido afectivo y emocional.
          Al final es Jesús quien se aviene a la respuesta de Simón y Jesús mismo pregunta si me quieres. Ya ha entrado en el punto afectivo, comprometedor, en el que Simón pretendía ser conocido y aceptado. Y Simón, con la boca llena, y sabiéndose querido por Jesús y queriendo decirlo todo en una palabra del querer que Simón tiene por Jesús, responde con la respuesta del supremo abandono: Señor, tú sabes todas las cosas, y tú sabes que te quiero. Ahora no soy yo quien quiere decir su sentimiento, Ahora quiero que seas tú mismo, Corazón de Jesús, quien sepas lo que es para mí la vivencia de Primer Viernes.

          Y Jesús se lo dijo con palabras que entendió Simón muy claramente: Cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieras. Apostillando el evangelista que con eso le estaba indicando el género de muerte con el que iba a dar gloria a Dios. Al final, Simón protagonizaría en su persona lo que antes tanto le escandalizó que pudiera ocurrirle a su Maestro. Pero es que ya las cosas han cambiado mucho. [Yo desearía que supiéramos traducir estas cosas a la llamada al amor, al que nos lleva vivir de verdad la devoción al Corazón de Jesús].

1 comentario:

  1. Simón Pedro,¿me amas?,¿sí? ;apacienta mis ovejas. Después de las negaciones, Pedro, para demostrar su amor a Jesúshubiera querido que le pidiera cosas grandes; pero, no, para SÍ, Jesús no le pide nada...ni grandes mortificaciones, ni ayunos...Pide servicio a los hermanos.Y Pedro se entristeció; algunos autores creen que no acababa de sentirse cómodo por haber negado a Jesús; pero otros piensan que , así de pronto, se sintió incapaz de prestar este servicio que Jesús le estaba pidiendo...Necesitaría toda la fuerza del Espíritu Santo para cumplir este mandato.

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