sábado, 24 de junio de 2017

De la Novena en la Iglesia (9º día)

CORAZÓN MANSO Y HUMILDE, HAZ NUESTRO CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.
          ¿Cómo será nuestro corazón semejante al de Jesús? “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón” [Corazón no como nosotros lo entendemos como centro de los afectos, sino su intimidad, su pensamiento, lo más hondo del arraigo de la vida del hombre] .
          ¿Cuál es el tesoro del Corazón de Cristo, donde ponía su Corazón, lo absolutamente valioso para él? -En los hombres. Ahí estaba su corazón. Ahí debemos poner el nuestro.
          Enseña Jesús dos parábolas: la del tesoro escondido y la perla preciosa, donde expresa la alegría del hallazgo. En esa “perla” –dicen comentaristas- expresaba Jesús su propia vida, descubrió a Dios como Padre (“Papaíto), sintió su relación de Hijo comonadie la ha sentido, y emprendió el proyecto –el sueño- de Dios sobre él: establecer el Reino.
          A su proyecto por llevar adelante el Reino de Dios entregó su vida entera por el Padre, y por el sueño de Dios que era construir una comunidad de hermanos. A eso dedicó Jesús su predicación, y fue lo que le llenó de alegría, y “por lo que lo vendió todo”. Jesús polarizó y centró todo en el Reino, y quiso trasmitir esa experiencia.
          Dios “enamorado de Israel) 1ª lectura] donde está sintetizado todo. Losa hombres, “hijos” de DIOS AMOR [2ª lectura], y por tanto, hermanos.  Es la PERLA que se hace amar.
          Por esa filiación/fraternidad luchó Jesús con una cercanía fiel y misericordiosa hasta entregar la vida. Y para que tengamos “un corazón semejante el suyo” (como pide la jaculatoria), deberemos tener el mismo tesón y luchar con él por establecer la dignidad del ser humano, y pugnemos por asentar la fraternidad de todos los seres hermanos, hijos de un mismo Padre. Y por eso dijo a ss discípulos que “os amo como el Padre me ha amado”. Pero por eso hay que amar como el discípulo que recostó su cabeza sobre el pecho de Jesús en la última cena, para sentir y sintió los latidos de su Corazón.
          Él nos dice: VENID A MÍ…, acudir a él y hacerlo con un corazón sencillo, pues sólo un niño sabe acercarse así a un padre y comprender así la dinámica del Reino. Y hay que entrar en ese Corazón, sintonizar con él, aunque nos cueste poner a tono nuestro corazón, tantas veces agobiado por muchas cosas.
Él es buen Maestro, paciente y humilde, y nos anima a seguir, a pesar de las dificultades, y no muestra superioridad. Requiere hacer camino con nosotros como lo hizo con los de Emaús. Su Corazón pondrá en ascuas el nuestro, y en esa cercanía , hará nuestro camino  ligero y corto.

          CORAZÓN DE JESÚS, MANSO Y HUMILDE, HAZ NUESTRO CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.

1 comentario:

  1. "CORAZÓN DE JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN,HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.
    Él me pregunta, ¿Dónde tienes puesto el corazón? Me avisa de los peligros que me acechan." Permaneced en Mí "Con esto nos dice que aunque su Corazón está siempre con los hombres, éstos tienen que colaborar entregándose por entero al Señor. Cristo nos ha injertado en Sí al precio de su Sangre. Para ser injertados a Cristo es bastante el Bautismo; pero para permanecer en Él como buenos sarmientos que están vigorosos y dan fruto,es preciso recibir toda la savia de la gracia. Jesús nos quiere totalmente unidos y tenemos que poner a trabajar nuestras fuerzas, mente ,voluntad y corazón. y a medida que , a través de la FE, el creyente hace cosas buenas se une más a Cristo y Cristo permanece en él y le comunica vida divina. Ahora, el cristiano ya es un sarmiento vivo, cargadito de frutos de santidad que alegra el Corazón de Dios; porque lo ha dicho Jesús:"En esto es glorificado mi Padre en que llevéis frutos abundantes" De estos frutos participa toda la Iglesia. Con Jesús tenemos que seguir aunque surjan dificultades.

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