domingo, 20 de septiembre de 2015

20 septbre.: El verdadero Mesías

Liturgia del domingo 25 B
          Se continúa hoy en la idea comenzada el pasado domingo: como es el Mesías salvador, el verdadero Mesías. Y el Evangelio –(Mc 9, 29-36)- nos dice que Jesús instruía a sus discípulos y les decía: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará... Jesús no se ha desviado ni un ápice de lo que ya había comunicado. El Mesías de Dios no es el mesías que han fraguado en la creencia popular desde las ideas que han trasmitido los entendidos de la religión judía. El Hijo del hombre no va a ser ese guerrero que sale al paso unas veces con el látigo y otras veces con las armas, como lo han querido presentar los mentores religiosos de Israel.
          Los discípulos lo oyen pero no quieren creer; también les daba miedo preguntarle a Jesús, porque no querían enfrentarse  a la realidad y preferían formar corrillos entre ellos y hablar “de sus cosas”… Cuando llegaron a Cafarnaúm Jesús les pregunta: ¿De qué discutíais por el camino? No pueden responder porque ellos se habían aislado de la enseñanza de Jesús y habían creado su propio pensamiento: quién de ellos sería el primero en el reino del mesías. Todo lo contrario de lo que Jesús les acababa de enseñar. Por eso no podían responder. Y Jesús tiene que volver al principio y repetirles que en ese reino nuevo del Mesías no se manda, no se está por encima sino que el quiere ser el primero tiene que ser servidor y el último de todos. Y lo plasma en una imagen para hacerlo visible: el primero tiene que ser como aquel niño que Jesús ha acogido y abrazado. Porque el niño no discute sobre ser el primero, ni tiene ideas preconcebidas.
          Todo esto lo ha preparado la 1ª lectura del libro de la Sabiduría (2, 17-20) en el que los impíos y malvados son los que atacan al Justo y lo ponen a prueba y lo maltratan y lo humillan… Y desafían a Dios diciéndole que si ese Justo es Hijo de Dios (=Mesías), que Dios salga por él y lo salve. Es la historia de todos los tiempos en los que la persecución es piedra de toque de la fidelidad del que es hijo de Dios. Y la historia de siempre en que al mesías se le quiere de otra manera porque es muy difícil pensar en un “Hijo de Dios” que mueve a la humildad, a la paciencia, a “ser entregado en manos de los hombres” (es decir, un Dios que no soluciona todos los problemas de la humanidad a golpe de milagros que cambie el ritmo normal de la historia que los mismos hombres van creando al margen de Dios; es la idea de un Dios solucionador de los problemas que crean los mismos impíos…)
          Muy importante es la 2ª lectura, de la carta de Santiago, que como siempre entra en lo llano de planteamientos concretos; Donde hay envidias y peleas, hay desorden y toda clase de males. El tema no está en que Dios haga milagros sino en que los humanos viven un ritmo de vida contrario a Dios. La sabiduría que viene de Dios es pura y amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Esa es la obra de Dios, la voluntad de Dios.
          Entonces –se pregunta Santiago-: de dónde vienen las luchas y los conflictos entre vosotros? ¿No es acaso de los deseos de dominar que hay entre vosotros? ¡Y acabáis asesinando! No habla Santiago del asesinato material, físico. Las tentaciones de dominio en que cae el hombre (tan contrarias a la enseñanza de Jesús: ser servidores de los demás), acaban “matando”: matan la paz, matan la convivencia, matan psicológicamente…, maltratan… Porque ambicionáis algo y no podéis alcanzarlo y por eso lucháis y os peleáis.
          Al final protestáis contra Dios porque no os concede lo que le pedís, pero es que pedís mal; pedís y no recibís. No es Dios el que no quiere dar; sois vosotros los que no estáis con el corazón limpio a la hora de pedir.

          Puede verse la riqueza que tiene esta liturgia. Pero –como siempre- o aterriza en la Eucaristía –que queremos vivir en su plenitud- o se queda todo en palabras. Es indispensable que traslademos lo expresado en las lecturas hasta ese Jesús que viene a cada uno en la Comunión, y ahí dejemos que resuene su palabra y que actúe con su gracia. Porque siempre queda la posible tentación de pretender una religión ventajista que nos pone a seguro, pero en la que nosotros seguimos pensando –mientras tanto- quién es el primero…, o que venga Dios a hacer lo que nosotros no hacemos. Y lo normal es que Dios no va a resolver con milagros lo que nosotros no hagamos con nuestras actitudes que han de ir apoyadas por la gracia de Dios. Pero siendo nosotros los que actuamos y hacemos y corregimos, para evitar tensiones, disputas e intentos de dominio, que es la tentación más o menos encubierta en la entramos.

2 comentarios:


  1. Pedimos a Dios:

    - Que nos ilumine para tener una verdadera idea de Jesús. Roguemos al Señor.

    - Que no nos dé miedo descubrir en la oración lo que Jesús quiere que seamos nosotros. Roguemos al Señor.

    - Que no haya en nosotros envidias, celos y codicias. Roguemos al Señor.

    - Que acojamos la Palabra de Dios con sencillez de niños. Roguemos al Señor

    - Que nunca pretendamos hacer una Religión “a nuestra manera”. Roguemos al Señor.

    - Que aprendamos a pedir desde la humildad y la fe, para poder recibir. Roguemos al Señor


    Que la Eucaristía nos lleve a una purificación de ideas y sentimientos que nos hagan acoger la Palabra de Dios como dicha a cada uno de nosotros.
    Lo pedimos por medio de Jesucristo N. S.

    ResponderEliminar
  2. Ana Ciudad1:11 p. m.

    En este nino que Jesús abraza en es pasaje del Evangelio están representados todos los niños del mundo, y también todos los hombres necesitados, enfermos, desvalidos, pobres, en los cuales nada brillante y destacado hay que admirar.
    También en sena Jesús a los Doce como han de gobernar la Iglesia.Ejercer la autoridad es servir y obedecer.Gobierno y obediencia no se contraponen.
    En la Iglesia se manda por amor a Cristo y se obedece por amor a Cristo.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!