lunes, 17 de diciembre de 2012

Liturgia y JOSÉ


2ª parte del ADVIENTO.  Y JOSÉ
          La liturgia cambia hoy. Queda una semana para la celebración de la Navidad.  Lo que han sido bellas imágenes de expectación, ahora se cambian en puntos concretos en los pasos de la Historia de la Salvación, que conducen directamente al hecho esencial.  La primera lectura está centrada sobre JACOB, sobre la supremacía de Judá, que tomará “el bastón de mando”, referencia directa al Mesías.  Y en Jacob acaba la lista compuesta en la genealogía que aposta San Mateo para llegar a José, el esposo de María, de la cual nacerá Jesús.  En efecto hay una deliberada “composición” artificiosa en esa lista de generaciones. Empezando por Abrahán, considerado como el padre de la fe de Israel, va bajando por grupos de personas bíblicas hasta David y hasta Jacob. Incluyéndose intencionadamente a dos prostitutas y a dos paganas, para significar la universalidad de la salvación que trae el Mesías.  Otro dato que resulta curioso y es significativo es que –de acuerdo con la mente judía- quienes engendran son los varones: engendran de… (y ahí sale el nombre de la mujer). Sin embargo cuando se llega a José –descendiendo de Jacob y de David, se dice expresamente que era el esposo de María, de la cual nació Jesús, pasando ahí del protagonismo paternal del varón al de MARÍA, que es realmente la Madre.  Pero José tiene el importante papel de ser el que desciende de David, del que será conocido el Mesías, como “el hijo de David, el que viene en el Nombre del Señor”.  Hay, pues, un artificio bíblico muy claro, pero que es definitivo para una mentalidad judía, un pueblo aferrado a las genealogías, de las que fácilmente podía recitar uno de memoria sus 50 antepasados, como la cosa más normal e importante de su propia existencia).


JOSÉ
Cuando José salió de la casa de Joaquín llevaba el corazón sangrando. Su cabeza era una devanadera. Lo tomara por donde lo tomara, lo que acababa de decirle Joaquín era algo que cambiaba su vida completamente.  Si lo tomaba desde su realidad de varón judío, esa una humillación enorme para él. Su esposa estaba encinta y él no había intervenido…  Si lo tomaba desde el punto de vista legal, María era “adúltera” (sin meterse ahora a acusar ni pensar en nada;  pero era una desposada que había concebido fuera de su matrimonio) y eso en la ley podría acarrear la misma lapidación de María, lo cual José no podía ni pensarlo. Su lo tomaba desde el punto de hombre religioso y cabal, se encontraba con Dios que había entrado en el terreno de José… Pero José no iba a rivalizar con Dios.  Por eso José iba más destrozado, con su cabeza para volverse loco. Y la pena metida en el alma porque no podía ni pensar cuál debía ser su postura.  Procuró disimular y llegar a su casa, huir de conversaciones, y meterse en su habitación. 
Se echó en la cama derrengado, y en su tristeza y en sus vueltas y revueltas de la mente, acabó quedándose dormido, abatido por el mismo dolor.  Y allí (que él no sabe qué hora podría ser) en su sueño tuvo una comunicación que llevaba placidez y gozo espiritual.  Lo primero que escuchó fue: NO TEMAS, JOSÉ, hijo de David, en recibir a María, tu mujer, en tu casa, pues lo que se engendró en Ella ES DEL ESPÍRITU SANTO.  Dará a luz un hijo y ti le pondrás por nombre JESÚS, porque Él salvará a su pueblo.  José se sentía gozoso pero no sabía en este momento si soñaba o no. Se incorporó, encendió el candil, se frotó los ojos. Se quedó pensando a fondo. ¿Realmente qué había sido aquello?  Y aquello dejaba tal paz en su alma que no podía ser una simple ensoñación.  Repensó…:  ya la primera palabra era típica de las intervenciones de Dios: “No temas”.  Lo segundo es que él ha sido nombrado por su nombre pero se le ha añadido, además: “hijo de David”, y con ello se ha marcado un punto mesiánico muy fuerte para la mente judía. Se la ha confirmado todo lo que le había comunicado Joaquín, aquello tan casi inverosímil e inaudito como una muchacha que concibe sin intervención de varón, y que Dios ha actuado en su poder…  Y no sólo no le ha apartado Dios de la empresa aquella sino que le ha dicho: María, tu mujer.  Y lo que era mucho más definitivo: y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará…  Dos cosas: tú quedas como padre, ejerciendo tus responsabilidades y funciones de padre.  Y quien nace es EL SALVADOR, EL MESÍAS…  Eran demasiadas coincidencias y perfectas coincidencias con lo que únicamente puede venir de Dios.
José se volvió a echar en su camastro como para saborear…, pero la verdad es que quedó profundamente dormido, porque ahora era cuando realmente era un sueño reparador y de auténtico descanso.
Cuando José se despertó ya de mañana, una sonrisa le cogió de parte a parte. ¡Qué maravilla había vivido –y tan pronto- tras la tormenta borrascosa de la tarde noche anterior.  Su primer pensamiento fue irse a casa de Joaquín…, ver también a María… Caer rendido ante Dios y ante aquella mujer maravillosa, que Dios había escogido para obra tan grande. Cierto que se alteraba la vida de lo que ellos tenían pensado como familia judía, pero había cosas que no dejaban más salida que la de adorar.
Cuando temprano apareció por la casa de la prometida, un pellizco cogió en Joaquín, Ana y María.  Pero el semblante de José ya decía mucho. Y cuando él explicó, cayeron de rodillas los cuatro, admirados de las maravillas de Dios.  Ahora maría relucía como un ángel a los ojos de su enamorado esposo.

6 comentarios:

  1. Cómo públicamente acepté ser, públicamente solicito a quien corresponda, que se me de de baja como miembro inscrito en el Apostolado de la Oración. Asimismo entregaré en breve la medalla que se me impuso para que la pueda utilizar otra persona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pepe Aguilar2:24 p. m.

      Francisco Javier:
      Como sin duda Vds. tendrá la dirección de email del P. Cantero debería haberse dirigido a él para hacer ésta solicitud. Su comentario está absolutamente fuera de lugar, no es el sitio para exponer sus problemas y una vez más considero que no es constructivo para el beneficio espiritual de las personas que leemos y participamos en éste Blog.
      Una vez mas le rogaría que piense mas en crsitiano y olvide sus rencillas por aquella cita... si vamos a ofrecer nuestro sacrificio y no estamos en paz con nuestro hermano debemos ir antes a ponernos en paz con él y luego volver antes Dios... SI el texto no coincide es lo mismo, para mi las citas bíclicas tienen el valor de la idea que transmiten no del texto tal cual lo tradujeron y creo que esa debe ser la idea en éste caso.
      Aproveche la próximidad de la Navidad pongase en paz que yo al menos le deseo la Paz que anunciaban los ángeles a los pastores.

      Eliminar
    2. Pepe Aguilar2:36 p. m.

      Todavía me viene a la mente una nueva cita: a pesar de lo que hayamos hecho somos siervos inútiles en la viña del Señor y naa merecemos a cambio... éste sentiemiento tiene que estar en nuestro corazón no en nuestra boca.

      Eliminar
  2. Ana Ciudad2:18 p. m.

    La Navidad es una luz en la noche,y esta luz no se extinguirá jamás.Todo el que mire hacia Belén podrá contemplar s Jesús Niño,acompañado de María y José;todo el que mire con corazón puro,porque sólo Dios se manifiesta a lo limpios de corazón.

    ResponderEliminar
  3. QUERIDO PEPE AGUILAR:

    No pensaba intervenir, pero aclaro que no tengo (que yo sepa), ninguna rencilla con nadie, y ya que hay alguien que lo sospecha, lo aclaro PARA QUE NADIE LO DUDE. Creo que he explicado la razón de porque lo digo por aquí y no en privado. Me dirijo a vosotros. A usted también. Si hubiera querido decirlo al Padre Cantero, lo hubiera hecho en privado.

    Simplemente no soy como otros, que abandonan sin decir nada, y que conste que respeto a los otros, sólo que yo no soy así. Yo lo digo. Puede que no guste, pero lo digo.

    De todas formas, aprovecho para aclarar, que mi baja del Apostolado de la Oración, nada tiene que ver con mi baja de las reuniones. El Padre Cantero siempre dice que el grupo no es un grupo cerrado. Y yo creo que eso no ha cambiado. Sólo que así me siento mas libre. Sólo que ahora pongo las cosas en su sitio, y me coloco en el sitio que me corresponde. Me duele un poco hacerlo así, pero ¿no es cruz lo que debe abrazar un cristiano? ¿Tan importante es la membresía? Si, ya se que a usted lo que le ha parecido mal es que yo lo diga aquí, pero no hay nada oculto que no salga a la luz.

    Se que me expongo a que se me juzgue también públicamente, y eso me gusta, porque no tengo nada que esconder, ¿o cree que si?. Si le parece le invito a que nos sentemos en una sala usted y los que lo duden, y lo comentamos tranquilamente. A mi me gustaría.

    El beneficio espiritual de las personas que leen este blog no debe depender de lo que diga o haga yo. Aquí están ustedes para defender al blog. Háganlo. Y si creen que hago mal, díganlo. Yo respondo ante Dios de manera personal.

    Espero que no haya tomado a mal mis palabras. No pretendo discutir, pero le agradezco en cierto modo su intervención, para que así haya podido explicarle al que tenga dudas.

    Yo también le deseo a usted la paz, así como a todos. La paz debe prevalecer por encima del dolor, pero no significa que no haya dolor, pues somos humanos todavía.

    ResponderEliminar
  4. JOSÉ

    Cuando José salió de la casa de Joaquín llevaba el corazón sangrando. Su cabeza era una devanadera. Lo tomara por donde lo tomara, lo que acababa de decirle Joaquín era algo que cambiaba su vida completamente. Si lo tomaba desde su realidad de varón judío, esa una humillación enorme para él. Su esposa estaba encinta y él no había intervenido… Si lo tomaba desde el punto de vista legal, María era “adúltera” (sin meterse ahora a acusar ni pensar en nada; pero era una desposada que había concebido fuera de su matrimonio) y eso en la ley podría acarrear la misma lapidación de María, lo cual José no podía ni pensarlo. Su lo tomaba desde el punto de hombre religioso y cabal, se encontraba con Dios que había entrado en el terreno de José… Pero José no iba a rivalizar con Dios. Por eso José iba más destrozado, con su cabeza para volverse loco. Y la pena metida en el alma porque no podía ni pensar cuál debía ser su postura. Procuró disimular y llegar a su casa, huir de conversaciones, y meterse en su habitación.
    Se echó en la cama derrengado, y en su tristeza y en sus vueltas y revueltas de la mente, acabó quedándose dormido, abatido por el mismo dolor. Y allí (que él no sabe qué hora podría ser) en su sueño tuvo una comunicación que llevaba placidez y gozo espiritual.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!