miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA FE formada y fundamentada


La “fe” y LA FE
          Lo que el Evangelio dice sobre el nacimiento de Jesús: “Y sucedió que mientras estaban allí [la ciudad de Belén] se le cumplieron a María los días del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, pues no había para ellos lugar en la posada”.  Y a continuación cuenta el anuncio a los pastores. Puede leerse en San Lucas 2.
          Lo que el Papa ha escrito en su libro: La infancia de Jesús”:  Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.»
             Lo que los medios de comunicación han filtrado:  el Papa dice que no hubo en Belén ni mula ni buey.

             La distorsión del texto es flagrante.  El Papa ha dicho sencillamente lo hay en el Evangelio y lo que no hay.  Y a su vez completa que la meditación guiada por la fe, leyendo las Sagradas Escrituras ha colmado pronto esta laguna.  Y cita el texto de Isaías que da lugar a la tradición popular y devota que hablaba (en otro contexto, 8 siglos antes) de la mula y el buey “que conocen el pesebre de su amo”.  Y precisamente queda claro con eso un aspecto: lo que era un pueblo conocedor de los Libros Sagrados para ser capaz de que un texto le pueda evocar a otro y encontrar un “objeto” propio de meditar guiados por la fe.
             Por consiguiente, el revuelo levantado es postizo, absurdo y calumnioso.  Creo que es fruto de “mala fe”  Y me explico: Una fe mal formada. Una fe ignorante. Una fe que no es tal fe en Dios porque ha puesto el objeto de la fe en donde no es.   U otro estilo de mala fe, que supone ya una intencionalidad:  determinados medios de comunicación, al servicio de determinadas mafias anticatólicas, sean políticas, masónicas, o “sociales”…, infestan la verdad con las mentiras con las que buscan sacar  adelante “sus fines”.  ¿Conocen Vds. que un Sindicato ha tildado a CARITAS de “mafia” para ganar adeptos dando comidas a necesitados, cuando ellos no dan nada, y dicen estar “por los débiles”?  Es evidente que ahí no hay buena fe. La intención es minar y confundir la ignorancia de muchas gentes buenas, pero evidentemente sin bases en su mundo religioso tan prendido con alfileres.

             Sólo desde ahí se puede entender que haya personas que dicen “tener fe” y que hagan más caso de un periódico panfletario, o de las habladurías que corren de unos u otros, y se pongan a criticar a un “profesional”  de una inmensa altura científica y teológica. Ni que se discuta si es oportuno o no, porque lo inoportuno es no saber y no querer saber.  Y la FE, cuando es auténtica y real, agradece conocer la verdad de cada realidad, precisamente porque en la verdad es donde Dios se hace más patente. Y donde la fe se purifica de esas adherencias que no son el objeto de la fe. Y que en un caso como éste no se niega lo que es meditación guida por la fe, fruto –precisamente- del conocimiento de los textos sagrados, que encierran riquezas inigualables para poder enriquecer piadosamente lo que el Evangelio no dijo ni pretendió decir. Y que sin embargo se puede meditar con fruto, sabiéndole dar a cada cosa su punto y valor.

             Pongo por caso: el Evangelio no se mete en describir costumbres, lugares, caminos, formas…, porque ese no es su objetivo. Pero quien haya ido a Tierra Santa iluminará mucho lo que no expresan los textos.  Quien haya leído y conocido las costumbres de aquel pueblo donde vivió María, José, Jesús…, podrá utilizar lógicamente esos datos como situaciones reales que se pueden aplicar perfectamente en una contemplación sobre Jesús, sobre sus modos de actuar, o sobre el desenvolvimiento normal en que pudo desenvolverse un dato que, por otra parte, es escueto o ni siquiera expresado en el Evangelio.
             Ésta es una de “las artes” que enriquece la oración para quien ora en la humildad y sinceridad de querer llegar lo mejor posible a un interior de las personas, situaciones o hechos evangélicos…, o sencillamente quiere saber algo más de lo que sabe. Por supuesto que hay otras muchas formas de oración, y son válidas en cuanto que ayuden a sentir internamente  el misterio de Jesús.
             En realidad lo que está en juego es “la fe o LA FE.

5 comentarios:

  1. Periódicamente la perversión está buscando argumentos infantiles como queriendo hacer tambalear al cristianismo, como el caso se la Sábana Santa y afilando cualquier comentario o ésto último de Belen.
    Los que creemos no necesitamos sábana ni buey ni mula, pero ni siquiera referenciarlo a otros textos, no es mas que una persecución mas de los enemigos de Cristo y me viene a la menta una idea que es la que nos debe distinguir que ya se decía en las primeras comunidades crsitianas "mirar como se aman"
    En cuanto al Papa he leido que se está expresando mas en cristiano que católico y creo que esa postura es llevar a la práctica el ecumenismo del que tanto se ha hablado y es buscar mas lo que nos une que lo que nos separa de otras Iglesias.

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  2. Estamos asistiendo al esperpento de “la fe” de los “escandalizados”.
    Por lo general son personas de la antiguamente llamada “fe del carbonero”, que no han cogido el Evangelio en las manos, se han alimentado de la “fe heredada” (lo que les llegó de niños y de familia), y han puesto su fe en cosas simples que, en tanto valen en cuanto que ayudan. Pero que todo buen creyente debe perfeccionar para no quedarse en una “fe” tan infantil que nunca creció con la persona.

    Cambiamos de zapatos, porque se nos quedan chicos; cambiamos de vestido, de traje, de peinado. No es lo mismo el traje de marinero de un pequeñito, ni el toto de la nena de 5 años que el peinado y la vestimenta del (o de la) adolecente. No es lo mismo el amor platónico de los 15 años que el amor que compromete a una vida en común. En las cosas diarias vamos caminando, creciendo y madurando.
    En lo religioso empezamos con “Jesusito de mi vida” y no vamos a seguir diciéndolo a los 9 años, a los 15, a los 40. Pero surge una pregunta muy seria: ¿hemos pasado de ofrecer velas y flores a saber que LA FE es mucho más que eso? En los otros órdenes de la vida hemos aprendido letras, materias de estudios, una carrera, hemos hecho un máster… ¿Hemos ido al mismo ritmo en una atención a nuestro crecer religioso?
    ¿Hemos pasado de saber los mandamientos (si es que ya los saben muchos de nuestros contemporáneos) y que eran la pista de arranque, a entrar en el Evangelio, que es PALABRA DE DIOS, VIVA, y que es esencial a un cristiano? [Cristiano es el que sigue a Cristo; pero ¿a qué Cristo si no se va a la vida de Cristo y sus enseñanzas, que están en el Evangelio?]. Dicen muchos que “creen en Dios”, pero ¿en qué Dios? [ Hoy es frecuente la expresión: “yo creo en mi Dios” y a “mi propia manera”…, un Dios con el que no se cuenta demasiado para ver qué enseña o qué quiere, y que –en muchas ocasiones- se le manipula al propio antojo. ¿O en el Dios que Jesús nos expresó en el Evangelio?].
    Volvemos al principio: ¿Se toma en las manos el libro de los Cuatro Evangelio? ¿Se lee algo en él, siquiera por curiosidad? ¿Interesa pararse a pensar lo que dice? Hasta se me ocurre pensar –oído lo oído-: ¿pero saben muchos de “esos escandalizados” –siquiera- qué es el Evangelio? No es pregunta retórica; es experiencia viva.

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    1. José Antonio8:31 p. m.

      Suscribo su exposición. No se puede decir con mayor claridad, a la vez que su razonamiento debe llevarnos a macerar en nuestro interior, lo expuesto tan meridianamente claro por usted.

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    2. Esa exposición de la realidad religiosa se puede comprobar solamente con ir a un bautizo, boda o funeral que son los actos a los que va la mayoría. No saben estar en una iglesia, motivo por el que dan el mismo valor a una publicacion tendenciosa que a una explicación seria y cristiana.
      Los que participamos ya sea activamente o simplemente leyendo en éste foro creo que conocemos los Evangelios aunque sigamos necesitando la CONVERSION que nos predica S. Juan Bautista.
      También es tiempo de preguntarnos ¿qué hago yo para que las cosas no sean así? - ¿me molesto en orientar a alguien?

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  3. ANA MARÍA2:36 a. m.

    Hace ya muchos años que tuve la gracia de ir a TIERRA SANTA, Y SU RECUERDO SE HA GRABADO en lo más profundo de mi alma... ¡Cuánto ayuda en la Oración o Contemplación, hacer una "Composición de lugar", después de haber visto por ejemplo, BELÉN,NAZARET..., JERUSALÉN Y sobre todo: GALILEA..."EL LAGO DE TIBERIADES, navegndo EN LA MISMA BARCA CON JESÚS...(aunque ccon la mar en calma...Un PASEO POR LA PLAYA, A ORILLAS DE ESE MAR, ESCCUCHANDO SU VOZ, RESPIRANDO LA BRISA Y EL SOL...El Monte de las BIENAVENTURANZAS, y muy cerquita:NAÍM, Y LA SUBIDA AL TABOR...Esto no puede haber cambiado mucho pues todo está al aire libre. En Jerusalén, hay demasiados adornos... que la fe hace profundizar hasta el MISTERIO. Pues ALLÍ, JESÚS sufrió su PASIÓN Y MUERTE Y SU RESURRECCIÓN.

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