jueves, 21 de noviembre de 2019

21 noviembre: Si siquiera ahora reaccionaras...


LITURGIA
                      ¿Qué es amar a Dios sobre todas las cosas? Lo que ayer veíamos en la madre de los siete hermanos que arrostra la muerte de sus hijos con toda entereza, incluso la de su hijo pequeño al que ella exhorta a morir por la gloria de Dios.
          El mismo ejemplo que hoy nos ofrece Matatías (1Mac, 2.15-29), que –con sus hijos y familiares- se niegan a seguir las imposiciones de los invasores que pretenden hacerles apostatar de su fe y de sus costumbres. Matatías con los suyos se niega rotundamente, porque no quiere desviarse de su religión.
          En esto que un judío se adelante para sacrificar sobre el ara de Modín, según la orden real, y Matatías siente un arrebato de celo y degüella al judío sobre el mismo ara sacrílega y mata al funcionario regio.
          Pero Matatías no se resigna a morir sin más y que el tirano siga haciendo de las suyas, y se echa al monte con todos los suyos y los que piensan como él. Se va a iniciar una resistencia activa frente a la persecución religiosa, porque se plantean que no es mejor dejarse masacrar sino defender su fe y sus costumbres desde una posición activa.

          Lo corea el SALMO (49) asegurando que ese es el buen camino, y al que lo sigue, le haré ver la salvación de Dios. El Dios de los dioses, el Señor, habla: convoca la tierra de Oriente a Occidente, y desde Sión, la Hermosa, Dios resplandece. Jerusalén en el punto de referencia de la ley de Dios y del sentido religioso del pueblo. Será la razón de ser de una defensa de la fe de aquel pueblo.

          Lc.19,41-44 nos presenta a Jesús, que se acerca a Jerusalén. Aun no ha llegado a ella. Está por el Monte de los Olivos, y desde allí la divisa, y allí se conmueven sus entrañas, y llora: ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz…! No perdamos de vista el plan del evangelio de San Lucas, que ha sintetizado la vida de Jesucristo en un paso desde Galilea a Judea, y en concreto a Jerusalén, su capital, donde va a entregar su vida. Pero Jerusalén no va a convertirse con la predicación y la misma muerte de Jesús. Que si siquiera en este día comprendiera lo que le traía la paz y la salvación… Pero no ha querido: está oculto a tus ojos. Por eso se va a cumplir la muerte de Jesucristo, pero Jerusalén va ser destruida: Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro de ti, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.

          Se me antoja que hoy Jesús lloraría sobre el mundo, ese mundo que está ardiendo en guerras y revoluciones por diferentes lugares del globo. Que da la impresión de un mundo que se deshace, que está en ebullición, que una mano siniestra lo convulsiona con unos planes muy preparados y sistemáticos, y que provocan el dolor de muchas gentes que no se identifican con tanta violencia.
          Se me antoja Jesús mirando al mundo y llorando sobre él, sobre “esta Jerusalén” que simboliza a un mundo religioso que sufre persecución, mal dirigido por políticos ineptos…, o viciados hacia una manera de concebir la historia en que parece que cuanto peor vaya todo, mejor se asientan ellos. Y lo es en la realidad porque el pueblo está más indefenso, y más drogado por las falsas informaciones, y no llega a defenderse hasta que no se ve ahogado. Y puede ser que para entonces ya no sea posible hacer nada. Es el cuentecillo de la rana que la meten en una pecera y van calentando suavemente el agua, y la rana llega a sentirse a gusto en aquella templanza. Pero suben la temperatura y la suben más y más y cuando la rana advierte que la están cociendo, ya no le quedan fuerzas para reaccionar. Al final la rana perecerá allí y los que la han tenido engañada se la merendarán.
          El mundo está en esa situación. España no está al margen de esa situación. Para cuando Matatías pretenda echarse al monte para iniciar la resistencia activa, pueden estar las “ranas cocidas” sin capacidad de reacción.


          Celebra hoy la Iglesia una fiesta mariana de devoción: la PRESENTACIÓN DE MARÍA. Es mera tradición devota (sobre todo en la Iglesia Oriental), por la que se piensa que María fue llevada al Templo, siendo niña y allí fue educada con educación esmerada espiritual.

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