jueves, 9 de noviembre de 2017

9 noviembre: Respeto al Templo

Liturgia
Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán:
                      San Juan de Letrán es la Catedral del Obispo de Roma, y por tanto el templo titular del Papa. Llamada Madre de todas las Iglesias, fue una donación del rey Constantino a la Iglesia Católica. No se sabe a ciencia cierta cuándo fue dedicada como Basílica cristiana, pero se señala la fecha de hoy para celebrarlo litúrgicamente. Es “fiesta litúrgica” y por eso las lecturas son propias de la celebración. Hay varias lecturas a escoger.

          La 1ª lectura que veo más apropiada a esta fiesta está tomada de 1Cor 3,9-13. 16-17. En ella hace Pablo una descripción de construcciones de iglesias, que pueden ser de madera, oro, piedras preciosas, o de barro y paja. Lo de fuera es lo de menos, y Dios se hace lo mismo de presente en una gran catedral que en una chabola de una pobre misión en medio de la selva. Pero el verdadero templo donde habita Dios es el corazón de cada persona: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros? Y nos advierte de lo importante que es conservar limpio ese templo del corazón.
          Pero en el evangelio de Jn.2,13-22 hay una extensión que también se refiere al respeto que hay que tener a la construcción en sí, como espacio sagrado de oración. Cuando Jesús entra en el templo de Jerusalén y advierte que en los patios exteriores se ha establecido una feria de mercaderes y cambistas de moneda, siente celos de la gloria de Dios y coge del suelo unos cordeles de los que habían servido para traer las mercancías, y con ellos arroja a los bueyes y ovejas. A los feriantes se dirige y les dice que quiten de allí a aquellos animales que estaban para los sacrificios; a los más pobres, que vendían palomas les hace la reconvención de que no hagan de la cada de Dios un mercado. A los usureros que hacían los cambio de moneda en curso por siclos de plata, propios de las ofrendas, les echa las monedas por el suelo, porque la casa de mi Padre no es un lugar de contratación.
          Claro que si ocurría todo aquel desmán era porque los sacerdotes y encargados del templo lo permitían y les suponían ganancias. Por eso los que salen a pedirle cuentas a Jesús por aquel acto son ellos: ¿Por qué lo haces y qué signo das para obrar así? Y Jesús les responde enigmáticamente: Destruid este templo y en 3 días lo reedificaré. Se lo tomaron a broma porque aquel templo había necesitado 46 años en construirse. ¿Cómo podía él reedificarlo en tres días?
          Es que Jesús se ha ido mucho más arriba y se referían al templo de su cuerpo. Lo que estaba era respondiendo a la pregunta: ¿con qué autoridad haces esto? La autoridad que le da que el día que ellos destruyan su cuerpo con la muerte, él resucitará al tercer día. Eso lo llegaron a entender sus discípulos cuando se realizó la resurrección.
          En la Pasión, los testigos acusarán a Jesús de haber dicho: Yo destruiré el templo. Pero no fue eso lo que dijo el Señor, que se refirió a que ellos lo destruirían y él lo reconstruiría.

          Todo este episodio y el sentido de la fiesta a mí me lleva al momento actual, y a recordar que el templo de Dios somos nosotros, y que el Espíritu Santo habita en nosotros. Y no se puede profanar impunemente el templo que Dios se ha elegido para morar. Hay materia para reflexión muy de frente cuando el mundo de hoy se ha profanado tan escandalosamente con la falta de respeto a la vida personal, la del prójimo, el sexo, el abuso del pobre…
          Entiendo que para el pueblo religioso eso puede ser terreno ganado y que realmente hay un respeto al “templo” que es cada uno. Entonces me iría a temas de vida corriente, como el respeto al templo material en nuestra manera de entrar en él, nuestro respeto, nuestra devoción, nuestro tenerlo como casa de Dios y casa de oración y no como lugar donde se cruzan conversaciones o se habla en voz alta, sin consideración a los que oran y están allí buscando la paz del espíritu y el encuentro con Dios.

          Y si voy al centro de la cuestión, lo que Jesús purificó con su actuación no eran las dependencias sagradas del templo sino el Patio de los gentiles, que era un espacio muy amplio que estaba en los aledaños del Sancta Sanctorum. Y eso me hace pensar que no son sólo los espacios sagrados en sí mismos los que hay que respetar en nuestros templos, sino también los cercanos, los que influyen en ese respeto a la oración. Por ejemplo, las sacristías. 

1 comentario:

  1. Si somos "templos del Espíritu Santo", el primer templo que tenemos que respetar es nuestro cuerpo. Al día de hoy hay muchos "mercaderes del Templo" Se mercadea con las personas de distintas maneras; ahora se cometen más abusos que en los tiempos de Jesús. Si nos paramos a ver las "noticias", se nos hiela la sangre y entonces reivindicamos con rabia lo sagrado de cada ser humano.

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