lunes, 25 de julio de 2016

25 julio: Santiago apóstol

Solemnidad de SANTIAGO, apóstol
Patrón de España
Liturgia
          El contenido de las lecturas de hoy es muy rico. Supuesta la llamada de Jesús, que hizo discípulos suyos a Santiago y Juan su hermano, nos encontramos con un evangelio (Mt 20, 20-28) muy conocido y de mucha enjundia. Santiago y Juan no han entendido aún lo que es el reinado de Jesús, y lo tienen identificado con un dominio humano. Según eso vienen a pedir a Jesús ser tenidos como el brazo derecho e izquierdo en ese momento en que Jesús sea rey.
          Jesús les corrige: No sabéis lo que pedís. Y los lleva al otro terreno: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? De seguro que ellos no entendieron aquello del “cáliz” pero sí les era inteligible que era el que “yo he de beber” (por el que va a pasar el propio Jesús). Y apoyados en esa seguridad de la unión al Maestro, responden muy decididos que pueden. Y Jesús les confirma que –en efecto- lo beberán, al mismo tiempo que les quita de la cabeza aquello de los puestos de privilegio, que se quedan en la voluntad misteriosa del Padre.
          De hecho, Santiago va a ser el primero de los apóstoles que beba aquel “cáliz”. Se ha compuesto una lectura primera del libro de los Hechos de los Apóstoles (4, 33. 5. 12, 27-33; 12. 1) que nos narra la acción de los apóstoles que daban testimonio con mucha fuerza de la resurrección de Jesucristo, y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Todo eso lo llevaban muy a mal los jefes religiosos, que conducen a los apóstoles a presencia del Consejo y les conminan: ¿No os habíamos prohibido hablar en nombre de “Ese”? En cambio vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la muerte de “ese”.
          La consecuencia a la que llega todo eso es a la decisión de Herodes de decapitar a Santiago, el hermano de Juan. Tenemos, pues, el testimonio del martirio de Santiago, acreditado por el libro 2º de San Lucas. Santiago ha bebido el cáliz del Señor, siendo el primer apóstol que derrama su sangre por la fidelidad al Maestro y a su evangelio.
          San Pablo hace una emocionante descripción de la vida de los apóstoles en 2Cor 4, 7-15. Llevamos el tesoro de Jesús en vasijas de barro (en la realidad humana), para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados pero no desesperados; acosados pero no abandonados; nos derriban pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
          Es una descripción impresionante de la vida del apóstol, y su sentido pleno en la historia del cristianismo: la muerte, en los talones…, y sin embargo la vida sobresaliendo siempre de entre los escombros a que los someten las fuerzas del mal… Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
          Aquel “Podemos beber el cáliz de Jesús” que afirmaron  Santiago y Juan, hecho realidad en todos los apóstoles, y siendo el presagio de la vida del Reino que sólo así puede entenderse en su realidad total.



          SAN IGNACIO DE LOYOLA fundamenta todo el cambio en la vida del Ejercitante, en el seguimiento de Jesús en su Reino. Y su reino le es manifestado a través de muchas horas de contemplación de la persona de Jesús para ir conduciéndolo a la aceptación de una vida en la que camina con él, goza con él, sufre con él, “trabaja” con él en los duros trabajos del evangelio, hasta llegar a la identificación con el propio dolor de Cristo doloroso acompañado hasta la cruz, para luego –finalmente- experimentar el gozo intenso de Cristo resucitado. La descripción de Pablo ha de ser asimilada a través de horas de contemplación sobre la persona de Jesucristo, a conciencia de que el propio ejercitante ha de ser ese apóstol que vive el evangelio y se presta al sacrificio del YO para hacer resaltar la figura del mismo Jesús. Porque al final ya no vive para sí y en afirmación de sí el ejercitante, sino que su vida es Cristo, y Cristo vive ya en él.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad9:51 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)

    DIOS NOS SALE AL ENCUENTRO.

    "En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo".(Heb 1,1-2).

    ¿ESTÁ DICHO TODO CON JESUCRISTO O CONTINÚA TODAVÍA DESPUES DE ÉL LA REVELACIÓN?
    En Jesucristo Dios mismo ha venido al mundo Él es la última Palabra de Dios.Oyéndole a él los hombres de todos los tiempos pueden saber quien es Dios y lo que es necesario para su salvación.
    Con el Evangelio de Jesucristo la REVELACIÖN de Dios está concluída y completa. Para que la comprendamos, el Espíritu Santo nos introduce cada vez más profundamente en la verdad. En la vida de algunas personas entra la luz de Dios de un modo tan fuerte que ven "los cielos abiertos" (Hch 7,56). Así han surgido los grandes lugares de peregrinación como Lourdes en Francia, Fátima en Portugal o Guadalupe en México. Las "revelaciones privadas" de los videntes no pueden mejorar el Evangelio de Cristo. Estas revelaciones no son vinculantes para todos. Su veracidad es comprobada por la Iglesia.

    Continuará


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  2. Hoy celebramos la fiesta del Apóstol Santiago que nos traslada a las raíces de nuestra fe. Somos herederos de la Buena Noticia que nos viene de Jesús. Llega hasta nosotros gracias a una larga cadena de testigos; muchos de ellos han gastado su vida por ella empezando por los Apóstoles. No es un camino de rosas: En el libro de los Hechos ya nos cuentan los inconvenientes, las contradicciones, las persecuciones que se han dado a lo largo de toda la Historia de la Iglesia sufridos a causa del Evangelio. "El grano de trigo tiene que morir para dar fruto". Ni la mamá ni los hijos habían entendido nada y Jesús les dice que quien quiera ser el primero, tiene que hacerse el servidor de todos.Esto sirve para nosotros.
    Según la Tradición, Santiago estuvo evangelizando en España. Él llegó a Finisterre y creía que había llegado al fin del mundo...

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