lunes, 17 de noviembre de 2014

17 novbre.: Un entrañable evangelio

El ciego de Jericó  
          Lo mejor que yo podría comentar hoy remitiría a mi libro: TRASPASANDO LA VENTANA en sus páginas 274 a 277, Allí indico que el “lugar” donde está el ciego “depende” del evangelista. Para Lucas 18, 35-43, es a la entrada de la ciudad: cuando se acercaba a Jericó. La secuencia es llamativa, desde el ciego que grita al saber que pasa el Mesías, en quien puede estar su solución, a la gente que siente al ciego como un estorbo y le quiere hacer callar; desde la gente que va “a la suya” sólo interesándose por el gusto propio de escuchar a Jesús, a esa misma gente que se vuelve a ayudar al ciego cuando Jesús se interesa por él. Y es que el ciego tanto ha gritado y tan desaforadamente (pensando que era su oportunidad), que sus gritos han llegado a Jesús, en medio del ruido que produce una turba que forma tumulto, cada cual metidos y su problema y –a la vez- admirados de Jesús al que gustan escuchar.
          Y aquí se encuentran no sólo con una escucha sino con el pobre ciego (y por ciego, mendigo), que no se queda pasivo en su cuneta para esperar la limosna, sino que ha intuido que en Jesús de Nazaret, que pasa, tiene él su posible solución. Que bien había escuchado él que el Mesías daría vista a los ciegos. Él no había sido siempre ciego, y sabe lo que es haber perdido la vista. Por eso, cuando Jesús le pregunta qué quiere que haga por él (pregunta que parecería inútil, pero que Jesús la hace con toda intención), el que ha quedado ciego responde: Señor, ¡que vuelva a ver!
          La respuesta de Jesús reproduce la petición del ciego: Recobra la vista. Esa es tu fe, es tu petición, es tu necesidad reconocida…Pues tu fe que ha curado. ¡Siempre LA FE del que llega a Jesús! ¡Tantos que se quejan que Dios no les oye! ¿Y no tendríamos que plantearnos si es que no nos oye o que no llega hasta Dios la súplica que va hecha sin la fe necesaria? ¿Que hay súplicas que se quedan sin traspasar la esfera de lo humano, porque está faltando la fe que rompe la “fuerza de la gravedad” que tanto nos apega a la tierra?
          Donde hubo fe y donde aquella fe tocó el Corazón de Dios, Jesús dio de nuevo la vista… [Fe y Visión están muy ligadas en el sentido de los evangelios; es un hecho que nos falta fe cuando nos falta visión de las cosas de Dios; o que no vamos a las cosas de Dios porque nos falta la fe verdadera]. Del conjunto de ciego-Jesús; oscuridad-fe-visión, brota la alabanza de la gente que ha sido testigo del hecho.

          Comienza el Libro del Apocalipsis, un libro extremadamente difícil, y que viene ser la base de ciertas formas de “religión”. Seguramente porque es más fácil para llevar el agua al propio molino.
Revelación del Espíritu, que Juan escribe y describe en el primer párrafo con gran solemnidad: Dios ha entregado esta revelación para que muestre a sus súbditos lo que va a suceder pronto. Un ángel lo manifiesta a Juan Evangelista y éste, narrando lo que ha visto, se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. ¡Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de esta profecía!

Lo intentaremos con la ayuda de un comentario. Porque a solas y a secas, no es posible.

4 comentarios:

  1. Por la forma en que el libro ha sido editado (con su ISBN y todo) no tiene la difusión y los puntos de venta amplios de un libro que se coloca en librerías de todo el país.
    Para quien puede sentirse interesado en él, se puede solicitar a las librerías de Granada: Sagrado Corazón (C/Principe), o "Peinado" (C/ Pedro Antonio de Alarcón); en Huelva, la librería Welba, en C/ Concepción), o en Málaga a Diocesana (C/ Postigo de los Abades); Renacer (C/ Granada), Nazarenas (Plaza de San Francisco).
    Quien desee incluso la PRESENTACIÓN del libro que hizo su autor el 30 de junio pasado, puede solicitarlo a él en mcantero@probesi.org o en Plaza de San Ignacio 2, 29008 Málaga

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  2. El libro del Apocalipsis. Recuerdo cuando era un adolescente, me recuerdo a mi mismo tumbado en mi cama leyendo en sus páginas, sin entender apenas nada, pero tratando de comprender. Me gustaba, pero recuerdo una cierta sensación de inquietud ante ciertos episodios que veía en sus páginas, y sobre todo creía que en el encontraría respuestas a los planes de futuro de Dios para el mundo, pero por otro lado aprendí también de una forma especial que Dios es todopoderoso, y que el mal al final cae derrotado. Y eso me gustaba. No me planteaba mucho más.
    Más adelante en mi vida, me encontré con que ciertas sectas religiosas usaban el libro del Apocalipsis para atacar a la Iglesia Católica, o anunciar cosas que estaban a punto de suceder. Puedo citar algunas: "Los testigos de jehová", "los adventistas del 7º día", e incluso los protestantes evangélicos, bautistas, pentecostales, etc. Para mi, la palabra Apocalipsis era sinónimo de "fin del mundo", hasta que supe que la palabra significa "Revelación".
    Hoy en día lo veo de otra manera, pero todavía no se bien ni mucho menos, y por más que he intentado profundizar, en parte sigue siendo para mi un misterio. He leído comentarios y explicaciones de algunos santos, y lo he comparado con otras explicaciones, y sigue siendo para mi un misterio. Por alguna razón, no termina de entrarme. Lo único que se es que me gusta. El comienzo es precioso, con toda esa simbolizaría maravillosa, y esas cartas a a las 7 iglesias de Asia, que fueron iglesias locales reales de su tiempo, pero que como la Palabra de Dios no es estática, se puede proyectar al futuro hacia nuestras comunidades cristianas.

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  3. El último de la fila9:09 a. m.

    "Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. El envió a su Angel para transmitírsela a su servidor Juan. Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. "

    Es decir, Jesucristo mismo ya ascendido a los cielos, transmite al Apostol San Juan este libro (revelación). No está dirigido al mundo, sino a los cristianos de aquel entonces, y por extensión a nosotros.

    "Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca."

    Para mi, que este libro tan desconocido de la Biblia es muy bueno. Hasta el punto que tiene una promesa del Señor. Una nueva bienaventuranza: "Feliz el que lea y escuche sus palabras y las tengan en cuenta". Contrasta para mi esta promesa con la ignorancia general que me parece que existe de este libro, y su relegación a un libro secundario de la Biblia. A mi no me lo parece.


    "Yo, Juan, escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de aquel que es, que era y que vendrá, y de los siete Espíritus que están delante de su trono,"

    Saluda como si estuviéramos en una Misa, y da testimonio de Cristo, del mismo que es y que fue, y creyendo en su 2ª venida gloriosa.




    "Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos.
    Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer.
    Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
    Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior."»

    En el mensaje a la Iglesia de Efeso, hago un examen de mi propia vida en estos momentos. Por un lado me llena de consuelo, y por otro lado me toca el corazón e invita a revisar mi conducta actual. Jesús da una de cal y otra de arena. Lo dice todo, no se calla nada, porque ama a su Iglesia. Felicita y también reprocha. No hay problema con eso. Es duro escuchar de su boca que hay "apostoles mentirosos" hoy. Hay perversos en la Iglesia también. El cristiano debe discernir ("poner a prueba"), y trabajar sin desfallecer con paciencia ante los contratiempos que son muchos. Se sufre con eso, y el Señor lo sabe y lo agradece, porque lo fácil sería buscar los placeres y las dulzuras espirituales o humanas, pero Jesús premia. También reprocha. "Ten cuidado". Que antes tenías esto, y ahora lo has perdido. Recupéralo. Esto, unido a la parábola de los talentos de ayer, me instan a meditar, aunque no es fácil.

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  4. Ana Ciudad5:26 p. m.

    "Cuántas veces me he apoyado en este pasaje de Evangelio para hacer mi oración! "Señor que vea" A veces será difícil conocer las causas por las que el alma pasa por una situación en que todo parece costar más.No sabemos el porqué,pero seguro que conocemos el remedio:la oración.
    Cuando se está a oscuras,inquieta el alma,hemos de acudir como Bartimeo,a la LUZ.
    Él gritaba,con más fuerza,aunque la gente le reprendían
    Así,también nosotros (...)cuánto mayor sea el alboroto interior,cuántas más dificultades encontremos,con más fuerza ha de salir la oración de nuestro corazón.
    Y se hará el día para nuestro ojos y gozaremos con la luminaria que Él nos concederá.
    Después vendrá nuestra acción de gracias,sabiendo que nunca este Corazón misericordioso nos abandonará.

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