jueves, 13 de noviembre de 2014

13 noviembre: Actitud social cristiana

Una joya del Nuevo Testamento
          Nos brinda hoy la lectura primera con una breve carta de San Pablo a su discípulo Filemón. Un documento “social” de enorme fuerza para todo “jefe” cristiano con subordinados a su cargo. Para todo padre de familia a quien un hijo le jugó una mala pasada. Pero todo cristiano que se crea con más derechos y esté resentido con alguno.
          La carta es un dechado de arte psicológico (y de enjundia cristiana). El saludo es una loa de Pablo a Filemón, al que considera un bálsamo que ha aliviado a Pablo en sus sufrimientos. Por eso, aunque tengo plena libertad para indicarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo…
          Y es que Onésimo, esclavo o siervo de Filemón se ha portado mal y Filemón lo ha puesto en la calle sin más contemplaciones.  Onésimo se va a Pablo y lo sirve en la cárcel, y Pablo ahora intercede por él. Porque es verdad que antes tan inútil, ahora tan útil para ti y para mí… Por eso yo me lo quedaría para que me sirviera en tu lugar…, en esta prisión que sufro por el Evangelio, pero no he querido retenerlo sin contar contigo. Obsérvese cómo va dando Pablo pinceladas de fuerza excepcional para no dar una orden pero para preparar las mismas consecuencias que si la diera. Así me hará este favor, no a la fuerza sino con plena libertad.
          Por eso ahora lo envía de nuevo a Filemón  no como esclavo sino como hermano. Otra andanada…: es que Pablo habla en lenguaje cristiano y tiene pleno sentido el paso que da. Si yo lo quiero tanto, ¡cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano que eres!   [Otro paso…]
          Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo.
          Y por si faltaba poco para que Filemón dé el paso de recibir al esclavo expulsado, Pablo le da una última vuelta de tuerca: Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta, que yo –Pablo- te firmo el pagaré de mi puño y letra… [a no ser que tú me debes tu propia persona]. Es el remate final. Aunque el colofón de todo es que eso que debe hacer, lo haga por amor a Cristo.
          Yo leo esta carta de rodillas porque descubro e ella la quintaesencia de un proceder cristiano, tanto en la autoridad delicada de Pablo como en su firmeza, y en las razones que va aportando para dejar espacio a Filemón a ir digiriendo el caso hasta darle la solución más decidida a favor del siervo…, ¡del hermano!
          Que ahora habría que ponerse en el caso al revés…: lo que Pablo le habrá dicho a Onésimo para poder dar la cara por él en la forma que Pablo lo hace. Porque socialmente Filemón tiene un obligación cristiana, y Onésimo tiene también la suya.
          Y que esto no se ha quedado escrito para leerlo ni para que lo vivan otros. Está vigente, en todos sus matices para todos los fieles a Dios y a Cristo, porque esta “doctrina social” sigue vigente.

          El Evangelio (Lc 17, 20-25) viene a dejar claro un problema muy propio de aquellos tiempos: la venida espectacular del Mesías y –con él- el fin del mundo. Pues ni lo uno ni lo otro. Ni os dejéis engañar por apariciones. La verdad más verdadera es que el Reino de Dios DENTRO DE VOSOTROS ESTÁ. La tendencia a buscarlo en sucesos extraordinarios fuera de un mismo es erróneo. Y buscarlo en dulzuras y maravillas, igualmente erróneo. Porque lo cierto es que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.

7 comentarios:

  1. "Por mi parte, yo he experimentado una gran alegría y me he sentido reconfortado por tu amor, viendo cómo tú, querido hermano aliviabas las necesidades de los santos"

    Hay mucha gente con necesidades básicas sin cubrir. Algunas se ponen a veces en las puertas de las Iglesias. Hay excepciones, pero hay casos reales y dramáticos por los que tenemos como cristianos la obligación individual de hacer algo. No es la primera vez que me encuentro con algún caso que me dice, en Cáritas no me han querido ayudar, o me han dicho que no tienen dinero. Hay casos en los que si han tenido suerte. Tenemos que compartir nuestros bienes con los pobres y necesitados, y no podemos hacer acepción de personas. Los extranjeros tienen la misma dignidad que los españoles.

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  2. Anónimo1:31 p. m.

    Recomiendo vivamente la lectura del Diario de Santa Faustina de Kowalskaq, no se si se escribe así

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  3. Anónimo3:38 p. m.

    Mucho admiro a los santos-as,pero yo recomiendo la lectura del Evangelio.Los santos han sabido seguir los pasos de Jesús y eso ha sido posible por meterse de lleno en la vida de Cristo y esta vida está en el Evangelio
    Nada más sencillo que practicar las obras de "misericodia"que ÉL nos enseña con su CORAZÓN compasivo y misericordioso..

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  4. Sí, la verdad más verdadera es que el Reino de Dios ya está en medio de nosotros; a pesar de nuestro poco esfuerzo y de nuestros pocos méritos.Dios ha intentado todos los caminos para conquistar el corazón del hombre porque lo ha creado para Él, aunque, con demasiada frecuencia el hombre, pecando, se ha hecho indigno de su Amor.A mí, que me gusta estar segura, pues nada me hace tan feliz como el saber que Dios me ama, cojo la Biblia y repaso su Alianza con Abrahán, Isaac y Jacob; alianza renovada en el Sinaí y confirmada con David y su descendencia, participada a los hombres por medio de los profetas como un contrato nupcial entre Dios- Jahvé e Israel. Dios es el Esposo que ama con Amor fiel y celoso al pueblo elegido, al que ha acompañado y auxiliado con prodigios de todo género y, del que quiere ser correspondido con la misma ternura y con la fidelidad de una esposa"Te desposaré conmigo en justicia y equidad, en amor y compasión; te desposar´e conmigo en fidelidad y tú conocerás a Jahvé"(Os,2,21)

    Dios, ya no podía expresar su Amor infinito a los hombres de un modo más conmovedor que cuando se nos reveló en Jesucristo.San Juan Bautista, saluda en Jesús al Esposo que viene a celebrar sus bodas con la humanidad, y dice que él es el amigo del novio.El Hijo de Dios se desposó, en efecto,en la Encarnación con la naturaleza humana uniéndola a la divina en la unidad de su Persona, invitando a todos los hombres a participar en sus bodas, uniéndose íntimamente a Él.. Los extranjeros, tienen los mismos deberes y los mismos privilegios por ser hijos de Dios.

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  5. Ana Ciudad4:05 p. m.

    La lectura de San Pablo´que leemos en la Misa de hoy,es una de las más entrañables.Su preocupación por ayudar Onésimo,nos enseña a salir de nosotros mismos y ensanchar nuestro corazón.Ni la falta de tiempo,ni el exceso de trabajo y preocupaciones, ni el temor a complicarnos la vida podrán justificar las omisiones en esta virtud:la caridad.
    la caridad bien vivida nos da una gran fortaleza ante los obstáculos.
    Piensa un rato y decídete a vivir la fraternidad.El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada(del Libro de los Proverbios).

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  6. Ana, tu comentario me ha encantado. No se si recibirás mi felicitación. Gracias.

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  7. Ana Ciudad8:19 p. m.

    Gracias , amigo Javier.

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