DÍA
DE LA IGLESIA DIOCESANA
Semana de LA ESCUELA DE ORACIÓN (día 21)
DOMINGO DE
CONTRASTES
Estamos en el domingo 33 A del tiempo ordinario. Se
abre con una lectura del libro de los Proverbios (11. 10-13. 19-20) que es una
loa a la mujer que sabe estar en su puesto, ese que crea un ambiente gozoso y
de toque femenino, que llega a satisfacer a propios y extraño. Su secreto es su
laboriosidad, el ambiente que crea alrededor, y que se hace digna de elogio y
buena fama.
Es el pórtico de un evangelio de contrastes: de una parte,
dos personas que –teniendo diversas capacidades, reciben un legado del amo, que
Jesús presenta con satos materiales para hacerse más concreto: uno recibe 5
talentos y otro recibe dos. Trabajadores responsables, y sabiendo que la misión
de la persona sobre la tierra es dar el fruto correspondiente, llegan a negociar
con aquellos dones recibidos, y hasta llegan a duplicarlos. Cuando regresa el
dueño y le presentan cuentas, a los dos les hace el mismo elogio: son siervos
buenos y trabajadores, y los dos reciben el mismo premio: pasar al banquete
(que es el símbolo del Reino de Dios). Ellos son el icono de la persona que
vive su vida de una manera activa, creativa, responsable, que sabe que cuanto
uno ha recibido ha de repercutir en el beneficio general…, y en la realidad les
está reportando a ellos su posición ante su propia muerte. “Pasan al banquete”. Han conseguido el objetivo. Han sido buenos y
fieles, y el amo es igualmente generoso con ellos. Antes fue el ejemplo de una
mujer; ahora el de unos siervos.
Pero a la otra parte un tercer siervo, de carácter más
retraído y pusilánime, ha recibido el pequeño encargo de un talento. Lo suficiente
y lo posible para él. Pero –como los demás- tiene que negociar con su talento…
Sin embargo su poquedad opta por guardarlo para no exponerse…, su pasividad…,
su no querer arriesgar. Y cuando llega el dueño y pide cuentas, éste pobre
hombre se presenta con las manos casi vacías: sólo lleva lo que recibió. No ha
hecho nada por hacerlo crecer… No ha crecido él. Se ha quedado en su “no se”, no puedo”, “me da miedo”, “no me
atrevo”, “ no me comprometo”. Y presenta su talento guardado en su pañuelo.
Y quiere justificarlo con razones absurdas que más son una acusación que una
excusa. Y el amo lo tacha de siervo
inútil, y da la orden de que le quiten ese talento y se lo den a quien sabe
hacerlo fructificar. No sólo no entra en el banquete sino que es arrojado
fuera.
La 2ª lectura nos dice de qué se trata todo esto: se trata de
la postura de la persona ante la vida y ante la muerte: una prepara a la otra.
Y como no se sabe el día ni la hora, hay que estar activo y despierto.
Para vosotros, hermanos, que no vivís en tinieblas, ese día
no es sorprenderá como un ladrón.
Hoy se celebra el Día
de la Iglesia Diocesana, la Iglesia cercana –Diócesis, Parroquias,
Sacerdotes, Diáconos, colaboradores y fieles- que es la imagen inmediata de la
Iglesia universal católica. De esta Iglesia diocesana recibimos los
Sacramentos, desde el Bautismo a la despedida final; desde el perdón diario a
la Eucaristía que nos alimenta. Ésta es la Iglesia que “tocamos”. A ella le
debemos nuestro sentido de FAMILIA CRISTIANA CATÓLICA y por tanto nuestra responsabilidad
de su sustento y desarrollo. A ella hemos de contribuir también económicamente
para sufragar los ingentes gastos que supone el mantenimiento de personas y construcciones
y servicios. Y es una forma práctica de hacer real la Comunión, comunicación de
bienes, en este domingo
"En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. "
ResponderEliminarEso me recuerda inevitablemente a la Palabra del Señor en Mt 24,36 que viene a decirnos que no sabemos el día ni la hora. Pablo no está hablando de la hora de la muerte, sino de la 2ª venida de Cristo, porque aquellos primeros cristianos anhelaban y esperaban su segunda venida, y aquello era en cierto modo bueno. Hoy son pocos los que esperan a Jesús que regrese triunfal para poner fin a tanto despropósito. Hay quien desearía que el mundo continúe otros 2.000 años. Otros hablan de futuro, y dicen: "Dentro de 500 años...". Otros creen que nunca se producirá (está escrito).
Y entonces se substituye ese anhelo de la venida gloriosa de Cristo con el de la muerte de cada uno, hecho también cierto, de la cual no se conoce el día ni la hora.
Para algunos o muchos pensar en la 2ª venida de Cristo, puede ser un acto estéril. Para mi no. Para mi, es un consuelo. Sólo que me pille el día tanto uno como otro, velando, es decir, en buenas condiciones.
Pero me ilusiona mucho pensar que Cristo puede venir en cualquier momento. Y no hablo de la muerte, como Pablo tampoco hablaba de la muerte.
¿Es que por que Jesús no llegó en el siglo I, se anuló la promesa?
¿Es que estaban equivocados aquellos primeros cristianos? ¿O es que los católicos de hoy nos hemos relajado hasta tal punto que ni anhelamos ni esperamos, y nos da todo un poco igual?
Me gusta la actitud de los santos del cielo, que narra en el capítulo 4 del libro del Apocalipsis, pidiendo que se manifieste el triunfo final de Dios.
Sin embargo Pablo no está hablando del día de la muerte. Está hablando a los Tesalonicenses del anhelo de la venida gloriosa del Señor, y está marcando unas pautas y dando unos consejos.
"DICHOSO EL QUE TEME(ama)AL SEÑOR"
ResponderEliminarSe puede pensar que la bendición a la que hace referencia el salmo,consiste puramente en los bienes materiales:el fruto del trabajo, el bienestar familiar ,la longevidad.la descendencia numerosa.......Los salmos de peregrinación tienen en cuenta las realidades cotidianas y sencillas.
Pero lo cotidiano (en este salmo) está transfigurado por el amor..Los hijos alrededor del padre y de la madre en una misma mesa,es el amor de Dios a su pueblo,y el amor del pueblo a su Dios,amor por cada uno de sus hermanos.
Esta es la Iglesia;ella es la madre fecunda que nos prepara el festín eucarístico;la iglesia comunidad de amor, en la cual María como madre,es el corazón de la Iglesia