La ELECCIÓN
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio tienen un
objetivo directo: preparar una elección
para adelante. Que si es tomar partido por algo que no se está viviendo es
ELECCIÓN, y si se trata de mejorar algo que va torcido pero dentro de un camino
ya elegido, es REFORMA. Yo me atrevo a decir –por experiencias concretas
vividas en mis años de dar Ejercicios- que es planteable la RE-ELECCIÓN. Puede ser “la Reforma” con
otro nombre, pero muchas veces ha de presentarse de forma mucho más de frente a
situaciones de vida ya elegida pero que han perdido fuerza. Por tanto, o se
toma ahora la actitud de re-elección [tomar ahora muy en serio la realidad que
tengo entre manos] o ya no hay nada que poder hacer en el estado en que se
está.
El “5º día” ya
debe entrar el ejercitante en actitudes de “elección” (sea una u otra de las
formas citadas). Y a la par que
contempla hechos evangélicos, va teniendo el telón de fondo de la
“elección”.
¿Qué hechos propone Ignacio para ese 5º día?
-De Nazaret al Jordán.- Despedida de Nazaret, búsqueda del
movimiento religioso del Bautista.
-Bautismo de Jesús. [Remito a mi libro: “Traspasando la
ventana”].
Se harán en 5 horas de oración a través del día y a la
medianoche: 2 contemplaciones, Repetición, Resumen y Aplicación de sentidos.
Me centro en la
ELECCIÓN (Reforma o Re-Elección).
Partimos de ese pensamiento que quedó en la exposición
anterior: durante el día ha de estarse envolviendo el ejercitante en esas
consideraciones de las maneras de
humildad, de modo que lo que vaya quedando es el sentido del enamorado que
se está encontrando con Jesús. Y a la hora de tomar decisiones, lo que atrae y
determina es el amor a Jesucristo.
PREÁMBULO DE ELECCIÓN
-Sólo vale la intención recta de mirar al fin para el que
hemos sido creados (Principio y Fundamento).
-No vale elegir un medio para alcanzar el fin, sino que se
elige el fin, y a él se acomodan los medios para logarlo.
-Nada debe mover a usar o privarse de los medios si no es
el solo el servicio y alabanza a Dios y salud de mi alma.
SOBRE QUÉ COSAS SE HACE ELECCIÓN
*Que sean fines en sí indiferentes o buenos, y dentro de la
mente de la Iglesia.
*Hay elecciones sin vuelta atrás (sacerdocio, matrimonio),
y elecciones de cosas mudables, como tomar bienes materiales o dejarlos.
*Cuando se hizo elección de algo
inmutable, ya no se repite. Entonces hay que examinar si se vive acorde y
rectamente en ello, y buscar mejorar en esa vida.
*En lo mudable ya elegido, ordenada y rectamente, no hay
que volver sobre ello sino perfeccionarse cuanto sea posible.
Si no se hizo recta y ordenadamente, ayudará hacer nueva
elección debidamente. [Aquí encaja la Re-Elección].
TRES TIEMPOS PARA ELEGIR
+Cuando el ejercitante SIENTE INTERNAMENTE con toda
claridad que Dios le pide tomar una decisión, y no puede dudar de ello.
+Cuando la experiencia de los Ejercicios, las contemplaciones,
los exámenes de la oración, vayan decantando la elección hacia una determinada
decisión. Son experiencias de consuelos y desconsuelos que se
viven a través de las horas de oración.
+Cuando hay “tiempos tranquilos” en los que no se dan
ninguna de las dos formas anteriores. El ejercitante ha de situarse ante una
reflexión: el fin para el que Dios le ha creado: alabar a Dios y tener salud en
su alma, y deseando eso piensa en qué servirá mejor a Dios.
Este tercer “tiempo” tiene
DOS MODOS que se desarrollan en 6 puntos. De ello trataremos luego.
Liturgia
ResponderEliminarEs una lectura que ha reunido dos momentos diferentes: Ex 33, 7-11; 34, 5-9. 28. Una parte es la creación de la “Tienda del encuentro” a la que podían ir los que tenían algo que hablar con Dios. Cuando iba Moisés, todos quedaban en sus tiendas mirando hasta que Moisés entraba. Un signo de la presencia de Dios desde que salieron de Egipto era la “columna de nube”. Sea la misma, sea otra, se situaba a la entrada de la tienda mientras Moisés estaba dentro.
Preciosamente se describe que el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre habla con un amigo. Y Dios pasa ante Moisés proclamando: Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad. Por eso Moisés le pide a Dios que, si ha obtenido su favor, vaya delante de aquel pueblo, aunque sea un pueblo díscolo y testarudo que desobedece y protesta. Es una bellísima oración.
El evangelio –Mt 13, 36-43- es la explicación que da Jesús de la parábola de la cizaña. En el campo de Dios un enemigo sobresiembra cizaña. El buen sembrador, que siembra a la luz del día, es Jesús. El campo donde siembra es el mundo. El enemigo que mete la semilla de la cizaña, lo hace mientras duermen los sembradores: actúa en la tiniebla. Muy buena descripción de la actuación de los dos protagonistas. Y bien podemos ahora remitirnos a la contemplación de “Dos banderas”.
Jesús explica que la hora de la verdad llegará cuando la siega. Porque Dios enviará a sus ángeles para que sieguen el buen trigo y lo recojan en los graneros del cielo. Mientras la cizaña –en esa última hora- será atada en gavillas para echarla al fuego. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino del Padre.
Y para poner más énfasis en el significado de la parábola, concluye con el típico toque de atención: El que tenga oídos, que oiga.
Nada malo fue hecho por Dios, somos nosotros los que producimos la maldad, pero así como la produjimos, con la ayuda del Señor, que nunca nos ha de faltar, también somos capaces de rechazarla. El trigo y la cizaña crecen juntos porque se parecen; y sólo al tiempo de la recolección, se diferencian notablemente; también el bien y el mal discurren entrelazados, en nosotros, en los demás y en el mundo.Tenemos que ser capaces de convivir con la cizaña y perseverar en el bien.Tenemos que ser personas comprometidasy permitir que la Palabra de Dios habite en nosotros; vivir para Dios, no escuchar al mundo que nos ofrece muchas cosas para ser felices; creer a Cristo que es el Dueño absoluto de nuestra vida y ofrecerle siempre con mucho amor cuanto nos vaya sucediendo.Así, si no nos dejamos vencer por el mal, seremos buenas semillas, hijos del reino y recogeremos lo que hayamos sembrado.
ResponderEliminarCon un presentimiento muy grande, he ido en busca de Jesús, hacia NAZARET… y en el camino…aun un poco lejos… me parecía reconocer su silueta, venía solo, meditativo, hasta que le alcancé. Acababa de despedirse de su Madre… dispuesto, al encontrarme, a contar lo que fue su Vida esos 30 años, de oración de trabajo de vida de familia, buscando siempre qué podía hacer por sus vecinos y los más necesitados. Yo, le escuchaba y también le preguntaba y sentía que me hablaba con el CORAZÓN… Iba hacia el Jordán, para ser bautizado por Juan, antes de cumplir la misión que le había confiado su PADRE…(Aquí queda este ‘sueño’…) pero en la realidad de la vida…es tan fácil pensar que Jesús camina a tu lado, para protegerte, unas veces en silencio y otras abriendo su Corazón. (En mi sueño…el camino es largo y seguimos caminado…alargando ese momento tan feliz de tener tan cerca a Jesús, de Verle, Oírle Contemplarlo…pidiéndole que me ayude a mejorar y a hacer siempre la Voluntad del Padre…
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