domingo, 26 de julio de 2015

26 Julio: DAR y saber dar

Domingo 17 B del T.O.
          Dos lecturas de apariencia similar: Eliseo (2Re 4, 42-44) tiene delante 100 personas y dice a su criado que les dé de comer, cuando sólo tiene 20 panes de cebada que ha traído un hombre. La pregunta del criado de Eliseo es evidente: ¿qué hago yo con esto para 100 personas? Y Eliseo se limita a decir: Repártelos. Y de hecho comen todos y sobra.
          Un presagio de una situación mucho más extrema (Jn 6, 1-15) cuando sólo los varones que han venido en busca de Jesús son 5,000, y los panes de que disponen son sólo 5. Jesús hace que se advierta más lo que va a hacer cuando pregunta a Felipe, con ingenuidad, dónde comprarían panes para esa gente. ¡Y tan ingenuo! Felipe responde con un sentido práctico que no tienen dinero para eso. Pero es que ¿dónde iban a ir y quién iba a transportar esa cantidad de panes…? Ha quedado claro que no hay solución humana posible. Ahora Jesús toma los 5 panes, da gracias a Dios y los va dando a los apóstoles para que repartan. También debieron quedarse atónitos, porque qué iban a repartir de 5 panes… Y sucedió que los panes no se acabaron con dar de comer a aquella multitud.
          Todavía debía quedar constancia de la magnitud del hecho cuando se ponen a recoger lo que ha sobrado, y recoge cada apóstol un cesto…
          La lección que la liturgia nos presenta es la actitud de donación que tenemos que tener A más saber dar, más habrá, y por tanto se nos está llevando a una disposición de generosidad. La Eucaristía es ya un hecho de multiplicación porque siempre venimos a ella y siempre hay para todos. Pero se quedaría corta si en ese “todos” nos quedáramos solo nosotros. Ha de extenderse a otros que están en nuestro ámbito, a los que tiene que llegar el efecto de nuestra Eucaristía.

          Y es la 2ª lectura la que hoy podría poner luz en ese camino de donación, que no está precisamente en ir dando monedas por la calle. Dice Pablo a sus fieles de Éfeso: sed siempre  humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Y eso es ya una actitud de donación de mucha mayor envergadura, y –por supuesto- mucho más difícil que dar una limosna al paso. Pero mucho más importante y que llega directamente allí donde hay una necesidad de alguien que convive con nosotros. Hasta experimentar que en ese DAR está moviendo a tal persona a la convicción de que hay un solo Dios, un solo Señor, un Bautismo, una fe, un único Dios que lo trasciende todo (está por encima de todo) y a la vez lo invade todo y está metido allí donde está la persona. Y desde ahí cada persona se proyecta en la necesidad que tiene más cercana y más comprobada.

1 comentario:

  1. La providencia de Dios satisface todas nuestras necesidades.En el libro segundo de los Reyes(4,42-44), leemos la multiplicación de los panes de Eliseo, figura de la multiplicación de los panes y los peces que se realizaría ya por Jesús, ocho siglos más tarde.(Jn,6,1-15). Cierto hombre se presenta al profeta con 20 panes de cebada y la orden de distribuirlos a su gente hambrienta, unos cien hombres. El hombrede Baal Salisá, dice que la provisión es insuficiente, pero el profeta repite la orden en el nombre del Señor:" Esto dice el Señor:"Comerán y sobrará"

    El milagro se repite en Galilea cuando Jesús dió de comer a cinco mil hombres hasta que se saciaron con sólo cinco panes y dos peces. En ambos casos, sobró comida, doce canastas, según nos narra el evangelio.Dios es espléndido cuando tiene que proveer las necesidades de sus criaturas...Pero esto da que pensar, ¿por qué hay tanta gente que pasa hambre..? Los dos milagros no se realizaron de la nada; en cada uno de ellos el hombre ha colaborado con lo que ha podido. Dios omnipotente puede hacerlo solo´pero quiere que el hombre haga lo que pueda que, siempre es muy poco, pero Dios lo quiere y hasta lo exige como una condición previa para que el prodigio pueda realizarse.Después,Dios misericordioso y omnipotente, presuroso, intervendrá para que fructifiquen las obras buenas que el hombre ha realizado.

    Y Jesús que se conmueve hasta las lágrimas, que se preocupa por la muchedumbre hambrienta, llama a los fieles a la comprensión de las necesidades ajenas de una forma efectiva, que no se quede en palabras y buenos deseos, sino que llegue a una ayuda concreta.

    Eliseo con su milagro profetiza la multiplicación de los panes realizada por Cristo, preparación y figura del milagro eucarístico que leemos en Juan,6-11 cuando, al pie de la letra, nos anticipa los gestos y las palabras de la Institución de la Eucaristía": Tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió" Alimentados nosotros por un único pan; el Cuerpo del Señor, todos somos miembros de un solo cuerpo, del Cuerpo Místico de Cristo, y, esta realidad tan bella y tan profunda nos obliga a sentirnos hermanos y a "mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz", porque "hay un solo cuerpo, y un solo Espíritu, un solo Señor y una sola Fe"(Ef,4, 1-6).Todos formando el incomparable y espléndido Pueblo de Dios, todos luchando por sentirnos amparados por el Dios Omnipotente que lo trasciende todo, que lo hermana todo ,PORQUE ES EL ÚNICO DIOS VERDADERO Y ES NUESTRO PADRE.

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