jueves, 23 de julio de 2015

23 julio: La "bandera" de Jesucristo

La bandera de Jesucristo
          Ejercicio que forma unidad con lo expuesto antes.
          Por el contrario [Jesucristo es siempre lo contrario del mal caudillo] hay que imaginar al sumo y verdadero capitán que es Cristo nuestro Señor.
          Permanecemos en la misma composición de lugar, historia y Petición. Esto es la segunda parte de lo ya visto.
          PUNTO PRIMERO
          Cristo se pone en un gran campamento de Jerusalén, en lugar humilde (=sermón del monte), con su persona atractiva y afable. (Comparar con el Punto 1º anterior).
          PUNTO SEGUNDO
          El Señor escoge personas, apóstoles, discípulos, gente normal, y los envía por todo el mundo a esparcir su sagrada doctrina por todos los estados y condiciones de personas. [Id al mundo entero…]
          PUNTO TERCERO
          El sermón de Cristo nuestro Señor a sus siervos y amigos es un envío a esa tarea, encomendándoles que a todos quieran ayudar para traerlos, primero a suma pobreza real, y si Él quiere, también a la espiritual [“quien quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga”], con deseo de oprobios, menosprecios (contra la vanagloria) [“¿de qué le vale al hombre ganar el mundo si arruina su vida?”], porque de ahí se viene a la humildad. De manera que desde ahí se induzca a todas las virtudes.
          Es toda una síntesis del Evangelio…, del pensamiento de Cristo…, de lo que es la vida cristiana. El ejercitante se encuentra ante ese “dilema”, esa lucha que no se da fuera de él sino en su mismo interior. Y necesita situarse decididamente bajo la bandera de Cristo.
          Nuevamente Ignacio recurre a su gran arma: Los COLOQUIOS A LA VIRGEN, A CRISTO Y AL PADRE.
          El momento es muy trascendental. El ejercitante ha de salir limpio de esta prueba a que le somete esta “parada” en los Ejercicios. Y como no se trata de esfuerzos personales, sino de la Gracia de Dios, recurre a esta catarata vertiginosa de oraciones de petición.
          Primero a la Virgen para que me alcance de su Hijo militar bajo su bandera, deseando vivir la pobreza evangélica, el equilibrio que no se engaña con deseos de honra humana…, en definitiva con la humildad. Humilde como María que se despojó de ella misma y se dio en totalidad a la voluntad de Dios. AVEMARÍA.
          Llegamos a Jesús de la mano de su Madre.  Nosotros pedimos al Señor que nos alcance del Padre... Jesús es el que siendo rico de hizo pobre, el que era inmortal y asume la vida humana; el que se abajó hasta ser uno más de lo hombres y poder morir. A Él le pedimos saber elegir la pobreza, saber esconderme en mi vida sin pretender figurar…, vivir humildemente. Porque de aquí puedo ya abrazar todo lo bueno. ALMA DE CRISTO.
          Llegamos ante la presencia del Padre. A Él le pedimos que nos conceda estos tres escalones para militar bajo la bandera de Jesús. Para vivir la voluntad suya y que venga su reino a nosotros. PADRENUESTRO.

De este ejercicio [expuesto en dos partes] se hacen 4 horas de oración: a la medianoche, a la mañana, y dos repeticiones durante el día siempre acabando con los tres Coloquios.

            Y NUNCA OMITIENDO  el EXAMEN DE LA ORACIÓN, que es esencial a los ejercicios ignacianos.

6 comentarios:

  1. ALMA DE CRISTO, santifícame
    Cuerpo de Cristo, sálvame,
    Sangre de Cristo, embriágame.
    Agua del costado de Cristo, lávame.
    Psión de Cristo, confórtame.
    ¡Oh buen Jesús!, óyeme.
    Dentro de tus llagas, escóndeme.
    No permitas que me separa de ti.
    Del maligno enemigo, defiéndeme.
    En la hora de mi muerte, llámame
    y mándame ir a ti,
    para que con tus santos te alabe
    por los siglos de los siglos.
    AMÉN.

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  2. Liturgia
    Dos presentaciones de Dios, a través de las dos lecturas: al pueblo aquel que caminaba por el desierto, Dios se le manifiesta en majestad (Ex 19, 1-2, 9-11, 16-20) , entre rayos y truenos en el Sinaí, haciendo notar su presencia. Aquel pueblo necesitaba una presentación así para que sacudiera aquella cerviz tan testaruda y se hallase ante algo (Alguien) mucho más trascendente y que le hace adorar.
    En el Evangelio (Mt 13, 10-17) Jesucristo se acerca a la mentalidad del pueblo hablándole en parábolas. Como el abuelo que se acerca al nieto contándole cuentecillos, fábulas…, Jesús lo hace con el pueblo. Ha visto Jesús que aquel pueblo no entiende con grandes explicaciones. Y aplica la expresión de Isaías: Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver, porque está embotado vuestro corazón. Este pueblo son duros de oído, han cerrado los ojos para no ver, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón… Supuesto que eso es así, Jesús les enseña como a los niños: con aquellos cuentecillos que él inventaba y a través de los cuales iba entrando en ellos. Y algo tenía Jesús que las gentes se le venían a escucharlo. Y así buscaba que se convirtieran para poder curarlos. Por eso les habla en parábolas, como corresponde a un buen pedagogo que se acomoda al auditorio que tiene delante.

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  3. SANTA BRÍGIDA, Patrona de Europa
    Se celebra como Fiesta litúrgica y tiene sus propias lecturas, que tratan de expresar la espiritualidad de la Santa. Ella se expresa como persona que vive profundamente la Pasión de Cristo y se mete en esa realidad del Cristo en la Pasión y en la muerte, injertada ella vitalmente a ese Cristo salvador.
    Gal 2, 19-20: Estoy crucificado con Cristo. Vivo yo, pero no soy yo: es Cristo quien vive en mí. Y mi vida actual la vivo en la fe en el Hijo de Dios. Todo está bajo una consideración de base: quien salva y santifica es Cristo; no el cumplimiento de la Ley.
    Jn 15, 1-8: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Toda la enseñanza de la vid y los sarmientos: la vid necesita expandirse en los sarmientos; los sarmientos tienen que estar unidos a la vid. “Permanecer EN” es la clave de todo el discurso de Jesús. Y tiene toda la fuerza “agrícola” del INJERTO (=inserción en…), que expresa la unión esencial del injerto con el tronco en que es injertado, de donde recibe la savia y la “nueva naturaleza”. La vid es Cristo, y nosotros daremos frutos si estamos insertos en ese tronco

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  4. Ana Ciudad4:00 p. m.

    A nosotros que estamos sedientos de Dios,que queremos dejar a un lado todo lo que nos separa de Él, nos dice el mismo Jesús :S alguno tiene sed, venga a Mí y beba.
    Esta agua que nos promete es Señor, no se puede guardar en vasijas rotas o agrietadas por el pecado, la indiferencia o tibieza.
    Por eso le decimos a Jesús :Daños, Señor, el sentido del pecado. Ayúdanos a vencer nuestra torpeza.Crea en nosotros, Señor, un corazón puro y renueva en nuestra conciencia un espíritu firme.


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  5. Cristo nos pide que vivamo unidos a Él. Él es el que nos conduce al Padre. Para estar unidos a Cristo que nos da vida,es necesario vivir su Doctrina y ser unos buenos escuchadores de su Palabra para aprender a vivir como Él vivió y para ser capaces de dar los frutos del amor, de la verdad y de la justicia como Él.Dejemos que nos transforme, busquémosle en la Oración, en nuestra vida, y dejémonos iluminar por su Espíritu que nos da fuerza para poder ser unos sarmientos vigorosos, siempre unidos a la Vid verdadera.

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  6. Excelentes recomendaciones para acercarnos a Dios mediante oraciones, pedir por nuestros familiares para que siempre tengan salud y fe en su corazón.

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