jueves, 7 de mayo de 2015

7 mayo: Unas bases de actitud cristiana

El primer Concilio Ecuménico
          Pablo ha ido a Jerusalén a consultar con los apóstoles la controversia que han originado algunos fariseos convertidos, que exigen a los no judíos que primero se circunciden para poder entrar en la fe cristiana. Hoy (Hech 15, 7, 21) intervienen varios “padres conciliares” -Pedro, Pablo, Santiago- para dirimir la cuestión a “nivel de Iglesia”. Y Pedro toma la palabra y se dirige el “aula conciliar” (ancianos y demás apóstoles) y les dice, con la autoridad recibida de Dios, que Dios eligió también a los gentiles y le dio el Espíritu Santo, y no hizo distinción entre judíos y gentiles. ¿Por qué provocáis a Dios ahora imponiendo a esos discípulos unas cargas que nosotros y nuestros padres no podíamos soportar? Creemos que lo mismo ellos que nosotros NOS SALVAMOS POR LA GRACIA DE DIOS. [¡La de consecuencias que se me ocurren como aplicaciones concretas, cuando encontramos a grupos eclesiales o a personas particulares que parecen vivir la fe y depender en su vida de “normativas” taxativas y carentes de sentido humano y de sana libertad del alma…!]
          Al final se levanta Santiago y concreta: Sólo hay que imponer tres aspectos substanciales: que se abstengan de la idolatría, de la fornicación y de la sangre de animales estrangulados. La idolatría…: ¡cuántas idolatrías, aun religiosas, en las que la dependencia que se tiene no es precisamente respecto de Dios y su Palabra! Ídolos de determinadas prácticas, de esclavitudes normativas…; ídolos de personajes, costumbres, “apariciones”, añadidos a lo esencial… Esto requeriría de un hondo examen, porque se hace ídolos de lo más sagrado. ¡Hasta de la liturgia y la recepción de los Sacramentos!
¿Y qué diría hoy aquella Iglesia primitiva ante un estado generalizado de fornicación, que se está viviendo como lo más normal del momento actual? ¿No se está dando ya por “natural” la fornicación de parejas que conviven años antes del matrimonio? ¿Y los que “conviven” sin ánimo de una unión, alimentados solamente por el placer de la “convivencia sexual”? ¿No ocurre ya aún entre creyentes?
El tema de la sangre de animales estrangulados hay que entenderlo en una cultura en que la sangre era considerada vehículo de la vida. Traducido al momento actual sería el RESPETO A LA VIDA. ¿Estamos viviendo una era de respeto a la vida? ¿A la vida del anciano, del enfermo, del feto, del enemigo, del inmigrante, del prójimo, de la mujer…? ¿No es que la muerte violenta y provocada –directa o indirecta- se convierten en noticia primera de los informativos hasta abrumar?

En el Evangelio (Jn 15, 9-11) encontramos el oxígeno frente a la peste que estamos viviendo. Un seguidor de Jesús es un amado de Jesús con el amor que el Padre amó a Jesús. Un seguidor de Jesús es un ser entroncado en Jesús: Permaneced en mi amor. y eso tiene un termómetro que mide muy exactamente: Si guardáis mis mandamientos. Mandamientos que ponen a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Yo os he amado. Y que todos los demás mandamientos de Dios son principios básicos de vida y convivencia, de respeto y modo de que uno no sea un lobo para el otro, sino donde vivir y desenvolverse juntos sea una imagen de lo que es iglesia de Jesús, comunión de vida y sentimientos… De permanecer en el amor a Jesucristo y a los otros hermanos.

2 comentarios:

  1. La misión de María
    Los libros sagrados van a exponer la misión de la Iglesia como continuadora de Jesucristo, formando un solo cuerpo en el que uno está en relación plena con el otro.
    No se detiene en aquellos detalles que pedirían nuestras devociones. Y una de las cosas que más nos gustaría conocer fue la labor de María Santísima en toda aquella historia inicial de la Iglesia.
    Hoy hemos parado la atención en el “primer Concilio Ecuménico”. Incluso en el siglo XX los “padres conciliares” fueron los Obispos del mundo. En aquel momento esos Obispos eran los apóstoles y los ancianos. No estaba, pues María. Pero nosotros hemos tenido en época contemporánea un Concilio Ecuménico con “observadores” y “peritos” porque todas las materias no son conocidas de todos y necesitan asesoramiento.
    Hoy echo mi imaginación hacia María como “perito” de aquel Concilio. De suyo a Ella le fue encomendado “el hijo”, y ese hijo era la Iglesia, y aquellos “padres conciliares” no dejaron de sentirla Madre y Maestra.
    En este mes de mayo quiero ver a María en ese corazón mismo de la Iglesia naciente, ayudando a purificar decisiones que ellos habían de tomar respecto de la Iglesia y de los problemas que iban surgiendo en unos comienzos difíciles, abriéndose paso en medio de un pueblo muy cerrado en sus formas religiosas.
    Y pienso en la falta que nos hace María en esta otra etapa tan desbordada como la actual, en la que no hacen falta muchas normativas, pero urge captar el espíritu mismo de Jesús sobre su Iglesia. María es quien tiene más acogida en el tiempo presente y quien nos hace mucha falta para enderezar un rumbo que está tan perdido.

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  2. Ana Cuidad5:37 p. m.

    En la letanía invocamos a María como MADRE DE LA IGLESIA
    Después de subir al Cielo Jesús, los apóstoles se volvieron a Jerusalén; todos ellos se dedicaban a la oración en común con María, la Madre de Jesús. Que asamblea más hermosa,todos juntos en oración con María ,esperando lo venida del Espíritu Santo. Que bello nacimiento de la Iglesia. María que alienta la unión y la fe de los discípulos,preparándolos para la misión.
    Recojámonos también nosotros en oración,y pidamósle que nos de esa fe y esa fuerza que impulsó a los apóstoles,para que ,en medio de las dificultades, no desfallezcamos y llevemos adelante la misión que cada uno tenemos encomendada en nuestra vida.

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