martes, 26 de mayo de 2015

26 mayo: Lo hemos dejado todo

La respuesta
          El Eclesiástico 35, 1-15 plantea la respuesta de la persona a los beneficios y dones que recibe de Dios. Y ya es buena respuesta –buena ofrenda- observar la ley, guardar los mandamientos. Eso es un sacrificio de acción de gracias. Apartarse del mal es agradable a Dios, pero todavía queda corto en la línea de una respuesta agradecida. Hay que llegar a Dios no sólo con las manos limpias sino no presentarse con las manos vacías…: hay que ofrecer ofrendas generosas, de las que Dios nunca se olvida. No seas nunca mezquino en tus ofrendas, y ofrece con buena cara: el don no es sólo lo que se ofrece sino cómo se ofrece. Al que da a Dios ha de hacerlo con alegría, como Él nos dio. Y Dios dará nuevamente más porque Dios siempre es más. Y dar a Dios debe ser a fondo perdido. Quizás adolece una falsa piedad de esos que prometen a Dios algo si Dios le da… Dice expresamente esta lectura que a Dios no le sobornes… A Dios se le da porque es Dios, porque se está agradecido, porque uno suplica su misericordia. Pero con Dios no podemos ir a dar en un “mano a mano”: si me das, yo te doy. Mala costumbre de mucha gente que parece querer mercadear con Dios. Es lo que expresa esta lectura con el dicho: No le sobornes.
          En el evangelio –Mc 10, 28-31-, continuación del de ayer, Pedro toma la palabra y pretende hacer valer la buena generosidad de aquellos Doce que lo han dejado todo. Y aunque eso podría haber dado pie a Jesús para un examen de conciencia más a fondo, Jesús quiso dar por bueno la generosidad primera con la que respondieron a su llamada y responde con lo mucho que van a encontrarse los que dejan padre, madre, hermanos, hermanas, hijos y tierras por el seguimiento de Jesús. Aunque sea sólo el valor del primer impulso, precisamente “a fondo perdido”, la verdad es que quienes así supieron desprenderse de sí, obtendrán el ciento por uno en esta tierra y luego la vida eterna.
          ¡Y mira que les quedaba a Pedro y a los otros once un trecho grande que recorrer para que fuera efectivo eso de “haberlo dejado todo”. Pero ya está ahí el anuncio de lo que supone la actitud de generosidad inicial. El resto habrá de irse desglosando en el momento a momento.
          Y quizás es ahí donde está la parte práctica en la que debemos sentirnos nosotros directamente aludidos en esta palabra de Pedro y en esa respuesta de Jesús: lo que hayamos sabido dar hasta aquí…, lo que debe ser prenda de lo que estamos decididos a dar. Porque muchas veces es más fácil el arranque que deja atrás casa y padres y hermanos, que la reata de “pequeñas donaciones” que han de seguirse en el día a día. A veces cosillas “de poca monta” pero que representan la verdadera actitud de donación del individuo. Porque somos capaces de dar el más y luego quedar enredados en el menos.
          Y no ya “cosas” que se dan y se desprende uno de ellas. Lo muy difícil es desprenderse de uno mismo, dejar a un lado la supremacía del YO, que es la gran posesión que tenemos y de la que no somos capaces de desprendernos. Incluso ocurre a veces que parece haber cedido el amor propio, pero con un juego sutil interior se ha cedido una parte por tal de conservar el todo y acabar sacando la cabeza más aún que en el paso anterior.

          Nosotros que lo hemos dejado todo…, es una llamada muy fuerte a un examen de conciencia sincero y a fondo, porque detrás de lo que hayamos dado, nos queda la pregunta fuerte: ¿he cedido de mi propio YO?

1 comentario:

  1. Ana Ciudad2:12 p. m.

    Vale la pena seguir al Señor,serles fieles en todo momento,darlo todo por Él,ser generosos sin medida. ÉL nos dice a través de San Juan Crisóstomo :"El oro que piensas prestar , dámelo a mí,que te pagaré más intereses y con más seguridad. E cuerpo que piensas alistar en la milicia de otro, alístalo en la mía ,porque yo supero a todos en paga y retribución....Su amor es grande. Si deseas prestarle,Él está dispuesto a recibir. Si quieres sembrar, Él vende la semilla; si constriuir,Él te dice: edifica en mis solares.¿ Porqué orres tras las cosas de los hombres,que son pobres mendigos y nada pueden?.Corre en pos de Dios,que por cosas pequeñas te da otras grandes "

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