viernes, 13 de marzo de 2015

13 marzo: Detalles de la Pasión, en Mateo

La Pasión en San Mateo
Hay un paralelismo llamativo entre las narraciones de Marcos y Mateo, coincidiendo en las mismas palabras y aún en las mismas frases. Tratada la Pasión en San Marcos, casi me reduzco a las pequeñas variaciones, puntualizaciones que aporta San Mateo en los primeros compases de su narración de la Vida dolorosa de Jesús. Y el primero que observo está en la oración del Huerto, y para mí, significativo: Mateo expresa la postura de Jesús en un determinado momento de su oración, no sólo postrado en tierra sino “postrándose sobre su rostro”. A mí me suscita una idea que avanza sobre sí misma. Marcos estaría expresando el comienzo de la oración, con Jesús arrodillado –que ye es una postura menos usual en una oración judía-  indicando el aplastamiento del que ora con el alma abatida y la necesidad de ser liberado de aquella hora, mientras que Mateo nos situaría en una fase más avanzada de esa terrible hora con Jesús que ya no se sostiene de rodillas y se ha inclinado con el rostro a tierra. También como postura más insistente, más humillada, más suplicante, del que está expresando que “no puedo más”.
Otra variación en la expresión la encuentro en el momento del prendimiento. En Marcos se dirige Jesús a los apresadores porque han venido como a un ladrón, con espadas y palos”, mientras “uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del pontífice”. Mateo presenta a Jesús atendiendo antes esa situación como algo que le importa más que las espadas y palos. Jesús no está por la violencia, ni con violencia se defiende nada, y llama la atención a ese “uno de los presentes”: Pon tu espada en su sitio, porque todos los que usan espada morirán a espada. Y añade una consideración que puede significar mucho en este momento de Jesús, o ser una confesión de fe ante la comunidad  cristiana a la que San Mateo dirige su evangelio (la comunidad judía): “Crees tú que no puedo invocar a mi Padre y me enviaría enseguida más de doce legiones de ángeles? ¿Cómo, entonces, se cumpliría, las Escrituras, según las cuales debe suceder así? Mateo estaría adoctrinando a su comunidad con una referencia a Escrituras santas anteriores, que ya anunciaban estas cosas, y que el pueblo judío había de verlas realizadas, en vez de que le pueda servir de escándalo ver a Jesús en esta situación humillada y perdida.
Ni es muy fácil ese “discurso” cuando ya han caído sobre él aquellos siervos del Pontífice y le están echando mano y maniatándolo, y con el revuelo del compañero herido por la espada de “uno de los presentes”. A ellos sí puede dirigirse mientras le atan, y hacerles caer en la cuenta que estuvo entre ellos en el Templo y no lo cogieron entonces, y sin embargo ahora salen a prenderlo como a un malhechor. Vuelve Mateo sobre el tema del cumplimiento de las Escrituras de los Profetas para que se entienda por qué ahora ha llegado esa hora y no antes.

En Casa de Caifás, adonde lo llevan prendido, entra Pedro y –según Benedicto XVI- Jesús no es entonces propiamente juzgado sino que se le hace un interrogatorio para tener todo el tema resuelto cuando llegue la mañana y tomen la decisión de llevarlo a Pilato. Y en caliente se presentan los testigos de que Jesús ha hablado contra el Templo, aunque no se ponen de acuerdo. Y el sumo sacerdote y los ancianos no quieren sacar conclusiones de unos testimonios que no son coincidentes. Y optan por dejar a Jesús en manos de los criados, en tanto llega la hora de la mañana que oficializa el juicio.

2 comentarios:

  1. Liturgia del día
    La 1ª lectura es de Oseas (14, 2-10) y eso ya garantiza la ternura de Dios aun en medio de “la herida” que sufre en su Corazón. No reprocha, no castiga, no hay atisbo de esa “ira” que más de una vez cita el Antiguo Testamento. Lo que hace Dios es incitar a convertirse al Señor tu Dios. Ni es mero “convertirse” del que actuando mal ha de cambiar para actuar bien. Se trata de “volverse al Señor, tu Dios; se trata de volver a los brazos de Dios quien ha sido infiel al amor: aquel pueblo que se ha prostituido. [La lectura del libro de Oseas es apasionante]. Volverse a Dios porque Dios perdona toda iniquidad y recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios.
    En efecto, “Yo curaré sus extravíos, loas amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos; seré rocío para Israel: florecerá como azucena…”, etc., en un cúmulo de ternuras de Dios.
    El Evangelio (Mc 12, 28-34) será la pregunta de un doctor de la Ley a Jesús: ¿Qué mandamiento es el primero? ¿Era una pregunta de buena fe o un examinar a Jesús para ver si estaba en la ortodoxia de Israel? Jesús responde con lo que un judío sabía desde su niñez y llevaba escrito en tiras de papel envueltas en el turbante y en las cintas del manto: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, fuerzas y ser entero. Y Jesús amplía la respuesta con el “segundo mandamiento semejante al primero”. Eso no se lo habían preguntado, pero Él lo añade. Y con una expresión significativa, dice No hay mandamiento (en singular) mayor que éstos (aquí utiliza el plural). Lo que expresa que son dos caras de una misma moneda, y que no hay verdadero amor al Dios supremo si no hay amor al prójimo.
    Para una concepción judía de “amor al prójimo y odio al enemigo” era toda una variación substancial. Por eso el doctor de la Ley quedó admirado pero prefirió no hacer más preguntas, porque en las respuestas le llevaba Jesús a aspectos comprometedores.

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  2. Dios que es AMOR,quiere de nosotros amor para poder hacernos partícipes de su misma vida .Israel, castigado por sus idolatrías, volverá a los brazos de su Dios y ya no se llamará NO MI PUEBLO, se NOS conocerá por "HIJOS DE DIOS VIVO".La condición esencial es renunciar a cualquier forma de idolatría; nos apartamos de Dios porque nos esclavizamos con pasatiempos materiales: el cuidado excesivo del cuerpo, la posición social, el afán desmedido de tener...el mirar a los hermanos como rivales.

    Señor, que busquemos siempre la esencia de tu amor.

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