martes, 18 de febrero de 2014

18 feb.: Dejar tiempo al tiempo

CONFERENCIAS en Málaga,
por el P. José Mª. R. OLAIZOLA S.I.,
sobre
“EL OTRO, los otros y yo; vidas cruzadas”
En la Iglesia del Sagrado Corazón
Días 18, 19 y 20, a las 8 de la tarde.

LO QUE ES IMPORTANTE
             De verdad que me siento con poco margen cuando llego a este relato que nos trae hoy el evangelio de Marcos 8, 14-21. Podríamos hacer una composición de lugar que se uniera al paso “a la otra orilla” que teníamos ayer. Jesús decide ese paso con cierta premura y a los apóstoles les coge a traspiés, y se les olvidan las viandas que normalmente hubieran llevado. Y están entre ellos con cierto comentario, por lo bajo, sobre si alguno ha caído en la cuenta de comprarlos… Y quedan un tanto desanimados cuando advierten que sólo llevan un pan en la barca.
             A Jesús no se le pierde puntada y está observando el cuchicheo y cierta molestia de sus discípulos, y eleva el tono de aquellas preocupaciones tan materiales a algo de mucha más envergadura que –por lo demás- era algo que Él llevaba dentro tras las discusiones últimas: “Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes”. Aquello tenía mucha más enjundia que el tema de los panes que tenía embargados a los Doce. Pero como ellos siguen en su “agujero” –propio de mentes pequeñas- se llevan el agua a su molino y piensan que Jesús les ha dicho eso porque se les olvidaron los panes.
             Jesús tiene que “despertarlos” de aquella nimiedad, y lo hace con preguntas que son llamadas de atención, casi zarandeos, para que salgan de su mundo raquítico… Hablaba Jesús de realidades de mucha más importancia, tratándose de las hipocresías de los fariseos o las liviandades y peligros que engendraba Herodes, situaciones de las que había que precaverse…, y que estas ausencias de “pasos a la otra orilla” no eran gusto de viajar por el Lago. ¡Era precaverse!, poner distancia, evitar encontronazo con poderes peligrosos. [La huida a tiempo es –muchas veces- una prudencia conveniente…, un saber enfriar la situación poniendo tiempo por medio. De ahí la conveniencia prudente de no afrontar de inmediato y sobre la marcha las situaciones tensas…, la prudencia que supone dejar un tiempo muerto en medio… (“contar hasta 20”), esperar que los ánimos tomen oxígeno, y con ello puedan ser capaces de relativizar, de aminorar los “fuegos” internos, propios y del otro…].
             Como los apóstoles están metidos en el “tonel” de su corta mirada por un hecho concreto y de mucha menor trascendencia, interpretan también “en pequeño” la llamada de Jesús, que siempre habla con mucho mayor peso específico.
             No puede extrañarnos que Jesús les reaccione a aquellos hombres como quien quiere hacerles “despertar”: “Por qué comentáis que no tenéis pan” ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis y los oídos si no oís?
             Permitidme que me salga del texto. Lo que me importa es si somos capaces de hacernos a nosotros estas preguntas…, esta batería de preguntas que, por lo demás, no están hechas para una respuesta rápida. Son preguntas incisivas que requieren mucho adentrarse en el fondo del alma.  Porque allí era la preocupación de los panes o no panes el fondo de la cuestión en los Doce. Pero Jesús estaba en otra órbita mucho más alta. Y yo creo que somos capaces nosotros de perdernos en temas sin fondo, y dejar pasar de largo el fondo mismo de las cuestiones importantes… El arte de soslayar las realidades personales, rodear para no enfrentarlas…, y seguir metidos en el agujero de nuestras cortas miradas.
             En medio de esta nuestra travesía, Jesús nos está previniendo de peligros sutiles que nos acechan en la vida diaria, en nuestro proceder diario (tantas veces empequeñecido por “nuestros problemas”). Y Jesús nos quiere llevar con sus preguntas a una verdad de fondo… Que, en realidad, debiéramos tener orientada, porque ya han ocurrido antes hechos semejantes, y de todos nos sacó el Señor. En el relato están los sobrantes recogidos, después de comer miles de personas… En nuestra vida deberá ser esa mirada a las veces que salimos adelante cuando lo creíamos todo perdido…, cuando pensábamos que aquello no tendría solución… ¡Y salimos perfectamente adelante?  ¿Y aún estamos sin entender?


ESCUELA DE ORACIÓN
Tercer Viernes de mes. Día 21.  5’30 tarde,
Salón de Actos de la
Casa de los Jesuitas (Málaga).

Con EUCARISTÍA EN LA MISMA SALA, pedagógicamente vivida,

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