sábado, 24 de diciembre de 2016

PARA LA TARDE NOCHE del día 24

PREGÓN DE LA NAVIDAD
          Os anunciamos, hermanos, una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo;
escuchadla con corazón gozoso.
          Habían pasado miles y miles de años
desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra,
e hizo al hombre a su imagen y semejanza;
y miles y miles de años desde que cesó el diluvio
y el Altísimo hizo resplandecer el arco iris,
signo de alianza y de paz.
          En el año 752 de la fundación de Roma;
en el año 42 del imperio de Octavio Augusto,
mientras sobre la tierra reinaba la paz,
en la sexta edad del mundo,
hace 2016 años,
en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los romanos,
en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada,
de María virgen, esposa de José,
de la casa y familia de David,
NACIÓ JESÚS,
Dios eterno, Hijo del eterno Padre, y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador que los hombres esperaban.

[Del libro: Quién es Este]    .NOCHEBUENA

Una expresión aplicada a la Navidad y que trae su historia larga en la Sagrada Escritura es: “Cuando un silencio profundo lo llenaba todo y la noche llegaba a su mitad, tu Omnipotente Palabra bajó del Cielo a la tierra”.
El primer sentido es la CREACIÓN. El silencio vacío del caos informe inicial. Y entonces se pronuncia la Palabra de Dios: “¡Hágase!”. Y el mundo empezó a hacerse.
Otro silencio de oscuridad tenebrosa es el momento de la salida de los hebreos desde su esclavitud de Egipto. Ahí interviene Dios con su columna de fuego y el pueblo hebreo traspasa el Mar Rojo y encuentra la luz hacia la Tierra Prometida.
En Navidad se usa la misma frase, y la sentimos y palpamos con un realismo encantador. La MEDIANOCHE…, EL SILENCIO PROFUNDO donde nada hay alrededor. La PALABRA DE DIOS (con mayúscula), el VERBO, que se abre con su omnipotencia para empezar un nuevo mundo. NACE JESÚS.

EN BELÉN, UN LUGAR INDETERMINADO

No es casual que la descripción del nacimiento de Jesús sea tan breve y mínima en detalles.  Salvo que había un pesebre, ya no podemos decir más, ateniéndonos al texto evangélico.
Piensan autores de profundo sentido bíblico que quedó así para expresarnos una idea fundamental:  Jesús no nació en un “lugar concreto” y bajo un techo concreto, porque Jesús no es de nadie (en particular), porque es de todos  Por eso no se dice más que lo que se dice.  Incluso el tema de “la cueva” procede ya de los evangelios apócrifos.  Que fuera un establo, sí que puede deducirse por el pesebre.  Lo demás, queda a “rellenar” por nuestra imaginación y devoción…  O ni siquiera “rellenar” porque la vida interior va siempre mucho más allá que esos detalles tan gustosos para la imaginación.

Pues bien: dejamos a José, velando a la entrada de aquel lugar donde se refugiaron. A María que descansaba de su agotamiento. Cada uno de nosotros, que va y viene de uno a otro, como quien no quiere perder puntada. Y allí se va echando la noche. Allí se va haciendo cada más mascable el silencio. No nos atrevemos a hablar. José está en su mundo interno. Y yo, sin saber ni qué decir.

De pronto José da un salto y entra a trompicones, a oscuras, en el interior. Ha oído el llanto de un Niño. María está sentada en su jergón, radiante de gozo y casi perdida en su sorpresa. Jesús, recién nacido, en la invalidez y la figura normal de un recién nacido. José enciende un candil y simplemente llora. Yo también me arrodillo. Miro sin parar. Quisiera “robar” la primera mirada de ojos entreabiertos –siquiera- del Niño…, PORQUE SERÍA VER YO LOS OJOS DE DIOS. Tengo que reconocer que ni sé lo que quiero. Estoy anonadado. Me encuentro con las manos cruzadas ante el rostro y los ojos cerrados hacia el suelo. María le pide a José que le acerque una talega que tenía por allí, y saca unos pañales, aunque más bien, el calor al Niño le llega desde el Corazón de aquella Madre que arropa al Hijo en su pecho.

1 comentario:

  1. Os anunciamos, hermanos, una buena noticia,
    una gran alegría para todo el pueblo;Jesús nació en Belén de Judá.

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