viernes, 27 de mayo de 2016

27 mayo: La fe verdadera

Liturgia
          Nos insiste Pedro -1ª, 4, 7-11- de muchas formas en el tema del amor mutuo, y lo hace con una expresión muy significativa: mantened en tensión el amor mutuo. Lo cual no es solamente tomarlo en cuenta sino estar como el arco en tensión dispuesto a disparar la flecha…, a ponerlo en práctica en la primera ocasión, en toda ocasión. Y lo fundamenta en la acogida y puesta en práctica de la Palabra de Dios, según el encargo recibido. Y todo ello en la alegría y en la aceptación de los padecimientos de Cristo.
          El evangelio de Mc 11, 11-26 nos trae una parábola en acción, es decir: lo que se podía haber contado se hace visible en un gesto. Y el gesto es la higuera que no tiene higos. Y que en realidad no era tiempo de higos y no podía tenerlos. Pero en esa higuera simboliza Jesús al pueblo de Israel, que no dio frutos a su debido tiempo. Y Jesús maldice la higuera y sigue su camino hacia Jerusalén.
          En Jerusalén se encuentra con el Templo profanado por los negocios que permitían los sacerdotes para su propio provecho económico, y Jesús derriba las mesas y echa fuera a los mercaderes porque están manchando lo sagrado del templo, al que convierten en casa de contratación.
          Los sacerdotes le piden cuentas de por qué ha actuado así y buscan la manera de acabar con él, y Jesús se retira ya atardecido.
          A la mañana siguiente observa Pedro que la higuera aquella se ha secado de raíz y se lo hace ver a Jesús. Y Jesús deriva la lección hacia el punto de la fe: Lo que creamos que ya se ha hecho lo que pedimos, ese es el que tiene fe. Pues bien: con la fe se hacen milagros cuando es fe completa y verdadera. Con ella se conseguiría que se le mande al monte: Quítate de ahí y tírate al mar, y eso ocurra.
          Todavía entra Jesús más al fondo y lleva su enseñanza hacia el perdón concedido a los que ofenden. Es decir: el tema de la higuera ha quedado cerrado con el signo. Y ya Jesús no insiste en él. Pero lleva su enseñanza al tema de la fe y tal fe que cree a pie juntillas, y tal fe que se concreta en el perdón del enemigo.
          Se ha comenzado por la higuera y en ella ha simbolizado Jesús la desgracia de Israel, por el que ya en otro momento había llorado: Si supieras siquiera al final lo que te traía la paz…. Pero su enseñanza ha ido mucho más lejos que el tema de la higuera.
                                                                         
                                                                            MARÍA
          La que creyó. La que creyó de tal manera que acogió lo imposible: que Dios se hiciera carne en ella; que ella fuera a concebir sin concurso de varón. Y tan creyó que su respuesta fue un HÁGASE sin la menor brizna de duda. Una fe operativa que se dejaba en manos de Dios, que iba a hacer en ella un prodigio mucho más grande que el trasladar un monte al mar, porque “trasladaba” a Dios a la tierra, al Infinito a la pequeñez de un claustro materno.
          Sea María el icono de la fe que una criatura puede prestar a su Señor. Que lleguemos a creer en la forma que Cristo ha expresado; creer que ya se ha concedido… Y entonces tendremos otra muy diferente fuerza en nuestra fe.

          Y será para ella una flor muy agradable encontrarnos plenamente volcados en esa confianza en la Palabra de Dios, y en nuestra actitud de entrega para que se haga en nosotros según esa Palabra.

3 comentarios:

  1. Ana Ciudad12:27 p. m.

    CATACISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)

    SÉPTIMO MANDAMIENTO:"NO ROBARÁS"

    "La caridad es el camino principal de la DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA"

    ¿CÓMO SE DESARROLLÓ LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?.-Con la DOCTRINA SOCIAL la Iglesia dio su respuesta a la cuestión social de los trabajadores en el siglo XIX.Ciertamente la industrialización había llevado a un aumento del bienestar, pero de ello se beneficiaban ante todo los dueños de la fábricas, mientras muchas personas se qudaban en la miseria como trabajadores casi sin derechos. De esta experiencia, el comunismo sacó la cnclusión de que existía una oposición irreconciliable entre el trabajo y el capital, que debía decidirse mediante la lucha de clases. Por el contrario, la Iglesia abogó por un equilibrio justo entre los trabajadores y los dueños de las fábricas.
    La iglesia defendió que no sólo se beneficiaran algunos pocos, sino todos, del nuevo bienestar propiciado por la industrialización y la competencia. Por eso recomendó la creación de sindicatos y luchó para que los trabajadores fueran protegidos de la explotación mediante leyes y seguros para que ellos y sus familias estuvieran asegurados en casos de enfermedad y necesidad.

    ¿ESTÁN OBLIGADOS LOS CRISTIANOS A COMPROMETERSE EN LA POLÍTICA Y EN LA SOCIEDAD?.-Es una misión especial de los fieles LAICOS comprometerse en la política, la sociedad y la economía, según el espíritu del Evangelio, la caridad, la verdad y la justicia. Para ello la DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA ofrece una orientación clara.
    La participación activa en la política de partidos no es compatible con el ministerio de los OBISPOS y PRESBÏTEROS y RELIGIOSOS.Deben estar disponibles para todos.

    Continuará

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    1. La doctrina sobre la un tema fundamental de toda la Doctrina Social de la Iglesia desde León XIII hasta San Juan Pablo II. Todos los Papas, desde que León XIII publicó la Rerun Novarun, ,todos se preocuparon de establecer las fronteras entre la justicia y la caridad y con sus Encíclicas y Recomendaciones trataron de organizar a la sociedad de tal modo que brote espontáneamente el bien común. Dar lo superfluo a los pobres es una obligación, decía León XIII siguiendo a Santo Tomás que no se cansaba de predicar:"el hombre no debe tener cosas exteriores como privadas, sino como comunes"La dignidad de las personas exige que se llegue a un nivel de vida más humano y más justo Creo que los cristianos estamos obligados a comprometernos con la POLÍTICA Y CON LA SOCIEDAD. Hay desigualdades que responden a los planes de Dios para que cada uno reciba del otro lo que necesita; pero hay unas desigualdades escandalosas escalofriantes que están en contradicción con el Evangelio y son contrarias a las exigencias de la justicia social.Creo que el Gobierno debe implicarse en el tema de la justicia social, creo que no debe responsabilizarse él solo, creo que debe unirse a la Iglesia para apoyarla subsidiariamente, si es necesario, para corregir estas desigualdades que claman al cielo.Ana, gracias por tu artículo. Un beso.MªJosé.

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  2. Jesús ya está en Jerusalén y, parece que está triste:Yendo de camino sintió hambre y la higuera no le brindó unos higos que saciaran su hambre y la maldijo y se secó desde la raiz. Prosiguió su camino y entró en el Templo; lo encontró convertido en un mercado, bien lejos de ser lugar de encuentro con Dios. El panorama es muy desolador:la ciudad representada por la higuera no ha producido los frutos que Dios esperaba de ella. El Templo ha dejado de ser un lugar de Oración y crecen de día en día las amenazas a su Mesías. A pesar del hambre y de las intimidaciones, Jesús no deja de anunciar su mensaje; hoy sobre el valor de la fe y la Oración. Sus palabras recuerdan el Padrenuestro.

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