jueves, 26 de mayo de 2016

26 mayo: El sacerdocio de los fieles

Hoy comienza la
NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN
en los jesuitas de Málaga,
a las 18’45

Liturgia
          Pieza importante es ésta de la 1Pe 2, 2-5.9-12.En ella se define el sacerdocio de los bautizados También vosotros como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.
          Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios…
          Os recomiendo que os apartéis de los bajos deseos; vuestra conducta sea buena…
          El evangelio de Marcos (10, 46-52) nos presenta a un ciego y pobre (quizás pobre por ser ciego y no poderse ganar la vida de otra manera), que pedía limosna a la salida de Jericó. Es Bartimeo (o hijo de Timeo), que oye el tropel del grupo que seguía a Jesús, y pregunta qué es lo que ocurre.
          Le responden, como una respuesta que no fuera con el ciego: Es Jesús Nazareno. A él le decía aquel nombre mucho más que al que le había respondido, porque el ciego había oído hablar de ese Mesías (Hijo de David) que hacía cosas prodigiosas. Y por ello se puso a gritar con todos sus pulmones: Hijo de David, ten compasión de mí. Las gentes no captaban aquel empeño del ciego por hacerse oír, y más bien optaron por intentar hacerle callar: le regañaban para que se callara. Pero él no se callaba. Gritaba y gritaba más fuerte.
          Jesús se detuvo y lo mandó traer. Le dijeron al ciego: Ánimo, que te llama; levántate. Y Bartimeo tiró el manto para tener más agilidad en su movimiento, dio un salto a trompicones y alguien lo condujo hasta Jesús. Jesús le preguntó: ¿Qué quieres que haga por ti?
          Diríamos nosotros que la pregunta holgaba. ¿Qué puede querer un pedigüeño ciego cuando se sabe delante del Hijo de David? En realidad y en absoluto, podría desear una limosna, una ayuda material a su indigencia. Pero el ciego iba mucho más por derecho a la raíz de su desgracia: su ceguera. Jesús quiere que verbalice su petición; que sea muy consciente de lo que pide.
          Y el ciego respondió lo que era natural que pidiera: Señor, que pueda ver. Esa era la necesidad más evidente de su situación desgraciada. Si veía, podría ganarse la vida y no sería un despreciado de aquella cultura que tan mal se llevaba con los ciegos. Señor, que vea… Ese es el quid de su vida.
          He dicho que Jesús quiere que verbalicemos nuestras peticiones. El que se las juega a una carta, como Bartimeo, le va mucho acertar en su petición. O dicho de otra manera: le va mucho en saber calibrar y valorar qué es lo que realmente necesita, dejando el resto en el desván. Cuando se trata con las personas y ve uno desde fuera determinadas preocupaciones que parecen copar la atención de las tales, llega uno a descubrir cómo se ciega el pensamiento para poner en primer lugar lo que en realidad no debiera ocupar ni el quinto puesto.
          Por eso no estaba de más la pregunta de Jesús. Se trataba de que el pedigüeño priorizara lo verdaderamente importante para él en aquel momento. Y de hecho supo ir a la raíz de su necesidad.
          Y Jesús asintió gustosamente: Anda, tu fe te ha curado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino. Es otra connotación a tener en cuenta: el ciego que ahora ve, se siente agradecido y se va por el camino con el grupo que acompaña a Jesús, y se hace un misionero de lo que Jesús ha hecho con él. El no se tenía que limitar a seguir a Jesús: él era un ciego que ahora veía y eso era un testimonio que quería dar. Que es otra característica importante que no nos debe faltar: ser agradecidos a Dios por los favores recibidos de él. Y proclamar su nombre a boca llena porque hace maravillas en nosotros.

MARÍA

          Como maestra y como mujer orante, Ella nos enseñe a orar y a saber pararnos en lo que son necesidades substanciales. A no perdernos en cosas baladís y no gastar fuerzas en minucias. Tenemos cosas importantes, valores trascendentes que hemos de pedir, en las que poner nuestra atención primordial. Otras cosillas de poca envergadura se nos darán “por añadidura”, o sencillamente sabremos caminar por la vida sin concederles más atención que la de meras anécdotas que nos acompañan por nuestra realidad de pobres e indigentes. Y que no merecen darles mayor importancia. Que María Santísima nos conduzca.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad8:54 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)

    SÉPTIMO MANDAMIENTO: "NO ROBARÁS"

    "El capital no puede existir sin el trabajo, como tampoco el trabajo sin el capital".

    CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LOS RESPONSABLES DE LAS EMPRESAS?.-Los empresarios y los directivos se esfuerzan por el éxito económico de sue empresas. Pero junto a los legítimos intereses de beneficio existe también para ellos una responsabilidad social: tener en cuenta los justos intereses de los empleados, los proveedores, los clientes y toda la sociedad, y también del medio ambiente.
    ¿QUÉ DICE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA ACERCA DEL TRBAJO Y EL DESEMPLEO?
    El trabajo es un mandato de Dios a los hombres.En un esfuerzo común debemos mantener y continuar la obra de la creación:" El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén para que lo guardara y lo cultivara"(Gen 2, 15). El trabajo es para la mayoría de los hombres su medio de sustento .El desempleo es un mal grave que debe ser combatido con decisión.
    Mientrs hoy en día muchas personas a quienes les gustaría trabajar no encuentran un puesto de trabajo, existen " adictos al trabajo "que se entregan de tal modo al trabajo que no encuentran tiempo para Dios ni para el prójimo. Y, mientras que muchas personas apenas pueden alimentarse a sí mismas y a sus familias con su sueldo, otros ganan tanto que pueden llevar una vida con lujo inimaginable.El trabajo no es un fin en sí mismo, sino que debe servir a la realización de una sociedad que corresponda a la dignidad del hombre, La DOCTRINA SOCIAL LA IGLESIA aboga por ello a favor de un orden económico en el que todos los hombres colaboren activamente y puedan participar del bienestar alcanzado,Defiende un salario justo, que haga posible para todos una existencia digna, y exhorta a los ricos a practicar las virtudes de la moderación y el compartir solidario.

    Continuará

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  2. El ciego de Jericó conocía a Jesús de oídas y estaba esperándolo para pedirle"cosas convenientes" y, a él lo que más le convenía era poder ver y ganarse la vida de una manera digna; él, no tiene miedo de gritar y de pedir "que pueda ver" Jesús escucha la súplica, le abre su mirada interior y, al momento, se da cuenta que tiene que seguir a Jesús y que tiene que dejarlo todo...Se dejó hasta el manto y se hizo seguidor de Jesús caminando en pos de Él, por el mismo camino.

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