jueves, 28 de abril de 2016

28 abril: Concilio de Jerusalén

Liturgia
          El Concilio de Jerusalén –Hech. 15, 7-21- no fue de guante blanco por el hecho de que estaban en los primeros tiempos de la Iglesia, que todos pensamos que se vivía en una balsa de aceite. Dice el texto expresamente que hubo una fuerte discusión. No todos venían con las ideas iguales ni con el pensamiento cortado por una misma tijera. Y hubo que discutir y buscar los puntos de verdad que aunaban el pensamiento de aquella iglesia en aquellos momentos y con sus concretos problemas.
          Simón Pedro insistió en un aspecto básico y fundamental: la salvación no está reservada a los judíos; Dios se ha manifestado claramente en que también está abierta a los gentiles. Y la salvación no viene de la circuncisión, sino que por pura gracia de Dios estamos salvados. No es el cumplimiento de unos rituales lo que salva a la persona sino la gracia que nos ha alcanzado la redención de Jesucristo.
          Pablo y Bernabé exponen los signos y prodigios que Dios ha hecho entre los gentiles, de lo que ellos han sido instrumento humano, y no habían sido circuncidados.
          Santiago resume la discusión: no hay que molestar a los gentiles que se convierten. Basta con tres condiciones esenciales: que no se contaminen con la idolatría, que eviten la fornicación y que no coman sangre o animales cuya sangre ha quedado dentro de ellos (estrangulados). [La cultura del momento definía a la sangre como vehículo de la vida, y no se podía “comer la vida” de otras criaturas].
          Trasladado el tema de la diversidad a los tiempos actuales, nada debe extrañar que en la Iglesia existan muchas formas de entender un mismo tema, y que se den así discusiones y estudios que buscan hacer luz sobre tantos aspectos de la vida de la fe. Lo básico no es que todos piensen igual desde el comienzo sino que se discuta en búsqueda de la verdad más completa. El reciente Sínodo de Obispos ha sido una muestra evidente de la riqueza de pensamiento que hay en la Iglesia. Se ha discutido. Y el Papa ha querido que se discuta ampliamente en busca de un pensamiento más común y más universal. Cuando salen las conclusiones bajo la mano del Papa en la Amoris laeticia, sale una síntesis del pensamiento universal, con lo que la Iglesia puede poner en común porque en ello están todos de acuerdo. Luego vendrán las aplicaciones concretas, en las que el documento no entra de frente sino que deja dos aspectos fundamentales: la unanimidad en la doctrina; el discernimiento en la práctica. Una y otra parte bajo un postulado común: la misericordia.
          El evangelio de Jn 15, 9-11 nos trae una afirmación de Jesús que es muy consoladora: Como el Padre me ha amado a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor. Y en esto consiste el amor: en que guardéis mis mandamientos. Y es evidente que el mandamiento más propio de Jesucristo es el del amor de unos hacia otros. Tan importante que Jesús expresa su amor al Padre en guardar sus mandamientos, y así vive y expresa su amor al Padre.
          Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y así vuestra alegría llegue a plenitud: la ALEGRÍA DEL AMOR.

          “Permanecer en mi amor” está continuando la alegoría de la vid y los sarmientos. El sarmiento ha de permanecer EN el tronco de la vid, única manera de dar futo, porque así sigue recibiendo la savia y la vida y el vigor. Y no se puede separar de la vid, porque sin mí, no podéis nada. Expresión que siempre evoca aquella otra de San Pablo, que parecería jactanciosa: Todo lo puedo. Pero que refleja completamente la misma frase de Jesús, porque se continúa con la afirmación de que todo lo puedo por la fuerza de Jesús (“aquel que me da fuerzas”)

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad9:00 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)

    QUINTO MANDAMIENTO:"NO MATARÁS"

    "Amar a una persona es decirle:Tú no morirás jamás"

    ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS DONACIONES DE ÓRGANOS?.-Las donaciones de órganos`pueden prolongar la vida o aumentar la calidad de vida. Poe ello son un verdadero acto de caridad con el prójimo, siempre y cuando las personas no sean obligadas a ello.
    Debe garantizarse que el donante expresó en vida su consentimiento libre y consciente y que no se le mata con el fin de extraerle sus órganos. Existen donantes vivos, por ejemplo en el trasplante de médula ósea o en la donación de un riñon. La donación de órganos de un cadáver requiere la certificación segura de la muerte y el consentimiento en vida del donante o de su representante.

    ¿CÓMO SE ATENTA CONTRA EL DERECHO A LA INTEGRIDAD FÍSICA DE LA PERSONA?.-Se atenta contra este derecho mediante el uso de la violencia, el secuestro y la toma de rehenes, el terrorismo, la tortura, la violación, la esterilización por la fuerza, así como la amputación y la mutilación.
    Estos atentados contra la justicia, la caridad y la dignidad humana tampoco están justificados cuando están respaldados por la autoridad del Estado.Con la conciencia de la culpa histórica también de los cristianos, la Iglesia lucha actualmente contra todo empleo de la violencia corporal y psíquica, y especialmente contra la tortura.

    Continuárá

    ResponderEliminar
  2. "Permanreced en mi amor". El AMOR, con mayúscula, va del Padre al Hijo y de Ellos a nosotros. Debido a nuestra contingencia no hay una reciprocidad perfecta como la que existe entre el Padre y el Hijo. Tampoco somos capaces de comunicar a los hermanos todo el amor que recibimos. No es malo que reconozcamos nuestras limitaciones y nuestra incapacidad para amar como somos amados sin perder la confianza en el Señor que sabemos que nos ama siempre con un amor infinito y gratuito.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!