14 abril: Id al mundo, bautizando...

Liturgia

          Se va abriendo el abanico de protagonistas en las narraciones del libro de los Hechos de los Apóstoles. Hoy (8, 26-40) estamos ante aquel pagano etíope y el apóstol Felipe. El etíope va de camino, leyendo –sin entender- al profeta Isaías. El “ángel del Señor” impulsa a Felipe a pegarse a la carroza y preguntarle si entiende lo que lee. Y le explica el pasaje que iba leyendo, diciéndole que tras aquella narración se está hablando de Jesús y su Buena Noticia. La carroza pasa por un lugar donde hay agua y el pagano expresa su deseo de ser bautizado. Felipe lo bautiza y desaparece. El etíope sigue alegre su camino y Felipe reaparece en otro lugar evangelizando.

          El evangelio sigue en el discurso del Pan de Vida (Jn 6, 44-52) más para coger el texto en las manos e irlo leyendo meditativamente que para intentar expresarlo. Porque queda centrado en la idea fundamental: Yo soy el Pan de Vida. Nadie viene a mí si el Padre no lo atrae. El que escucha lo que dice el Padre, viene a mí…, y el que cree en mí tiene vida eterna. Yo soy el Pan vivo bajado del Cielo, el que coma de este pan vivirá eternamente. El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

VIDA GLORIOSA

          San Mateo y San Marcos concluyen su evangelio con el envío que Jesús hace de sus apóstoles al mundo para predicar la Buena Nueva. Mateo lo hace desde un monte de Galilea, que bien podría coincidir con el momento de la ascensión que narra San Lucas. Al verlo los discípulos, lo adoraron, aunque algunos dudaron. Aún siguen las dudas o se está refiriendo a situaciones anteriores en las que todavía quedaban dudas en algunos. Y Jesús se acerca a ellos y les dice: Se me ha dado todo poder en el Cielo y en la Tierra. Con ese poder mío os envío yo a vosotros: id, pues, y haced discípulos de todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.

          Es, pues, un momento central en la vida de esta nueva forma de vida que Cristo ha traído. Por lo pronto no pueden quedarse embobados con haber recibido lo que ellos han recibido. Cuanto ellos tienen es para darlo, para trasmitirlo, y eso con el poder del mismo Jesucristo…, pleno poder. Han de salir al mundo y han de llevar al mundo esa Nueva, Buena Noticia, que ellos han recibido de Jesús. Y para que eso sea no una mera trasmisión de palabras sino compromiso de vida, bautizad…, que supone una consagración de la persona al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…¸ una pertenencia en exclusiva por la que la vida del bautizado queda dedicada a Dios.

          Ésta es la idea de Jesús sobre nuestro bautismo, y hay que ir purificando el alma de otras adherencias para que el pensamiento de Jesús no se quede baldío, para que esa consagración no se profane por una serie de cosas que atraen los sentidos y mancillan la conciencia y el alma de la persona bautizada.

          Es verdaderamente llamativo, y debiera ser drásticamente eliminado por los bautizados, ese recurso a Internet para buscar en él materias que ensucian a la persona. Y que no se queda en mero fallo del particular que recurre a esas páginas sino que PROFANA su propio bautismo y su pertenencia a Dios. Habla bastante mal de la fe y de la actitud de aquellas personas, y debiera contrastarse con la expresión de Jesús en la que nos pone ante la tesitura de cortar la mano o el pie, o arrancar el ojo cuando son ocasión de pecado. Y siempre aclaro, para los de poco entendimiento, que Jesús no nos quiere mancos, cojos o tuertos, sino que emplea comparaciones tan extremas para hacer caer en la cuente de la radicalidad con la que hay que combatir esas realidades que conducen al pecado y a la degradación de la persona, porque son situaciones que alejan de Dios y de la pertenencia a Dios, a la que quedaron destinados por el Bautismo.

ESCUELA DE ORACIÓN (Málaga)

Viernes 15, a las 17’30