sábado, 12 de diciembre de 2015

12 dic.: ¡Qué grande es Elías!

Liturgia
          La liturgia deja hoy a Isaías y el Eclesiástico (48, 1-4.9-11) hace una referencia a Elías como el gran profeta del Antiguo Testamento, a quien se le hace un elogio por su obra. Y el caso curioso de Elías arrebatado en carro de fuego, que queda “reservado” para el momento decisivo en que se restablezcan las tribus de Israel. De ahí que corriera la noticia de que no murió o, para los más novelescos, que fue “reencarnado”.
          A eso contribuye la aplicación de Jesús en Mt 17, 10-13 en la que Jesús dice que Juan Bautista era Elías, que viene a renovarlo todo. Claro que luego Jesús se explica a sí mismo y dice que ya vino y no lo reconocieron, refiriéndose al Bautista, el que vino a preparar los caminos del adviento para la llegada del Mesías. Y así lo entendieron los apóstoles.

RELATOS DE ADVIENTO
          José, después de aquella pesadilla con la que se acostó, quedó vencido por el sueño, y profundo sueño, tal que no se despierta cuando interviene un ángel del Señor. Y en esa oscuridad del sueño, que es la oscuridad juntamente luminosa de la fe, José recibe el mensaje que, como mensaje de Dios, comienza con las clásicas palabras de la serenidad del alma: No temas José, hijo de David. Es saludado con su ascendencia davídica, lo cual es de mucha importancia, porque ese era el título por el que José estaba elegido en toda esta historia. No temas en tomar en tu casa a María, tu prometida, pues lo que hay en ella es del Espíritu Santo. José dormía y gozaba. A José le estaban dando ya las pautas para vivir en gozo lo que Joaquín le había anunciado y le había dejado tan perplejo y dolido. Y le dice el ángel: dará a luz un hijo y le pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará al pueblo de sus pecados. ¡Nada menos que se le encargaban sus deberes de padre! No sólo no era un “rival” que le disputara a Dios la posesión de María, sino que Dios le encargaba a él la imposición del nombre, papel que correspondía al padre de familia. Y tal nombre, que hasta quedaba explicado en aquel sueño maravilloso: el nombre de JESÚS-Salvador del pueblo de Israel. ¡El Mesías se le metía por su casa!
          Y como una de esas “pruebas” que Dios aporta a la fe, el ángel le recuerda la profecía de Isaías a Acaz: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre ENMANUEL (=Dios-con-nosotros, Dios en nuestra tierra, en nuestro mundo, bajo el techo de José…) Era aquello estar viviendo en el Cielo. El sueño tan profundo ayudaba a “objetivar” aquel anuncio, y había resuelto todas las zozobras de José. El ángel desapareció sin ruido…, José se relamía…, pero ahora volvía a la realidad. José dio un bote en el lecho. Se sentó. Se restregó los ojos. Se sentía feliz pero era menester recopilar todo aquello y pellizcarse para sentir que vivía una realidad. Y la realidad era ahora todo aquello que había percibido en el sueño, y que realmente había sido una visitación de Dios.
          Es decir: había ocurrido en el sueño pero no había soñado. Dios había venido. El ángel había hablado realmente en el lenguaje de la fe. José sentía que rebosaba alegría y que si no fuera tan medianoche él se iría a casa de María para expresarle su gozo interior. Todo lo que el día anterior eran brumas oscuras sin saber por dónde salir, ahora se habían iluminado y eran luces brillantes. El lucero brillaba en el firmamento… Y José volvió a echarse en su cama y ahora encontró un sueño plácido que le repuso de las tensiones de la primera parte de la noche.

          Se hizo de día y José se arregló para irse a su trabajo…, pero se puso ropas más nuevas… Iba a pasarse por casa de Joaquín porque necesitaba comunicarles la noticia a él y a María (y a Ana). Y cuando fue una hora prudente de presentarse, José llamó al portón de la casa. Salió Joaquín, algo extrañado de una visita a aquellas horas…, o temeroso de que fuera José al que había dejado maltrecho la tarde anterior). Y en efecto era José, pero nada más que ver su rostro tranquilizó a Joaquín: José era el de siempre y mucho más…

          Le abrió la puerta. José se abrazó a Joaquín y casi sollozó mientras decía: ¡Qué grande es Dios!  Y Joaquín le hizo pasar, porque era evidente que aquello no era para hablarlo de pie en el portón.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad9:49 a. m.

    EL SACRAMENTO DE LA UNCIÒN DE LOS ENFERMOS.( Continuación)

    Jesús vino al mundo para mostrar el amor se Dios. Con frecuencia lo hizo allì donde nos sentimos especialmente amanazados :en el debilitamiento de nuestra vida a causa de la enfermedad. Dios quiere que recuperemos la salud de alma y cuerpo y que a causa de ello creamos y reconozcamos el reino de Dios que viene.
    A veces hay que enfermar para reconocer què es lo que necesitamos por encima de todo, tanto enfermos como sanos :a Dios.No tenemos vida , si no es en Èl. Por eso los enfermos y pecadores tienen un instinto especial para lo esncial. Ya en el Nuevo Testamento eran precisamente los enfermos quienes buscaban la cercanìa de Jesús ; intentaban tocarlo, "porque salìa de Èl una fuerza que los curaba a todos (Lc 6, 19).
    Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sòlo se dejó tocar por los enfermos, sino que hace suyas las miserias "èl tomò nuestras flquezas y cargò co nuestras enfermedades"(Mt 8,17).
    A menudo Jesús pide a los enfermos que crean.Se sirve de signos para curar:saliva e imposicòn de manos, barro y abluciones.Lo mismo, en los sacramentos Cristo continùa "TOCÀNDONOS "para sanarnos.

    Continuarà.

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  2. El Señor viene a nuestras vidas y no lo reconocemos. Viene acompañado de sus enviados, nos los presenta ,pero estamos demasíado ocupados en cosas menos esenciales y no los recibimos. Sin embargo, nunca tenemos suficiente. Queremos evidencias palpables porqu necesitamos que nuestra fe esté bien alimentada. Hemos vivido experiencias de fe que nos han alimentado, que nos han transformado; pero pedimos más pruebas...pruebas significativas, que nos convenzan, que no se olviden...EL ETERNO HIJO DE DIOS, LA SEGUNDA PERSONA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, EL PROPIO DIOS MANIFESTADO EN CARNE HUMANA, EL SALVADOR, EL REDENTOR, NUESTRO DIOS, ¡¡¡NUESTRO PADRE...!!! ¡SE VA A REVELAR EN JESUCRISTO..! "Mira, llego en seguida, y traigo conmigo mi salario, para pagar a cada uno su propio trabajo"

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