martes, 17 de noviembre de 2015

17 noviembre: Dos actitudes grandes

Liturgia
          Eleazar era un personaje venerable, no sólo por su ancianidad sino por su nobleza e integridad. 2Mac 6, 18-31 nos muestra en una amplia descripción la categoría humana y religiosa de aquel hombre.
          Estamos en plena persecución religiosa (como nos situaba ayer el libro 1º). En el plano de los particulares hay una confusión honda, capaces de cualquier cesión ante el peligro de la persecución. En el plano de las autoridades políticas una decidida actitud de aplastamiento de cualquier vestigio religioso. Y en medio, una postura de fidelidad a Dios y a sus leyes, por parte de determinadas personas que no chaquetean ante el peligro.
          Eleazar es uno de esas personas para quienes la verdad no admite disimulos ni engaños ni medias tintas. Y por eso se niega a secundar los intentos del tirano que pretende hacer apostatar a los creyentes. Aun por la fuerza bruta le quieren hacer comer carne de cerdo, y aunque se la meten en la boca, él la escupe.
          Surgen los “amigos” que pretenden librarlo desde “todo da igual”, y le aconsejan un medio de salvar la vida: que él mismo se prepare carne permitida y que luego la coma como si fuera de cerdo, y así engañar al tirano. Pero Eleazar no es hombre de simulaciones ni engaños. Es hombre cabal, con la verdad por delante y el respeto profundo a su fe: si él hiciera esa simulación, estaría dando a los más jóvenes un ejemplo fatal, pues también ellos creerían que había cedido a las exigencias de los corruptos. Y aunque él salvara la vida, en su conciencia habría perdido la batalla, y a los otros les habría roto el sentido de la fidelidad. Acabaría también él en el “todo es válido” con tal de salvar la piel…
          Y Eleazar arrostra el suplicio, los tormentos y la muerte, pero ha dejado constancia de rectitud que no se deja vencer por las conveniencias. Eleazar no ha cambiado la chaqueta cuando le ha convenido. Si ha de morir, muere, pero con su cabeza muy alta ante Dios y ante los hombres. “Terminó la vida dejando no sólo a los jóvenes sino también a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud”.
          Se me viene a la mente aquella palabra de Jesús: Cuando vuelva el Hijo del hombre, ¿hallará esta fe en la tierra?

          Lc 19, 1-10 es la historia de otro personaje, Zaqueo, que empezó siendo bajo de estatura, y que acaba agigantándose cuando deja abierta su puerta a la salvación de su casa. Pero vayamos por partes.
          A primera vista parece una descripción “fotográfica”: bajo de estatura, que no podía ver “a causa del gentío”…, jefe de publicanos, rico… Curioso, que quiere “ver pasar a Jesús”, como quien se aposta en las calles para ver el paso de alguien importante, que pronto se pierde de vista.
          “Bajo de estatura” es descripción de su personalidad más que de su físico: era de miras muy bajas, de planteamientos muy cortos. Su ideal es enriquecerse y no por medios bien vistos: “jefe de publicanos”, que además defraudaba (era usurero).
          Se ha enterado de que cerca de su casa va a pasar aquel famoso personaje, Jesús, y le pica la curiosidad de ver quién era y cómo era. Y en una reacción sencilla se sube a un árbol para poder ver, pues la verdad es que en su vida había “tal gentío” de negocios sucios que así era imposible ver a Jesús. Por un momento toma altura y espera aquel paso fugaz del personaje judío.
          Y el tal personaje, Jesús, no pasa de largo. Se detiene bajo el árbol, eleva la mirada, y se dirige personal y nominalmente al encaramado publicano, y le dice: Zaqueo, baja enseguida, porque hoy quiero hospedarme en tu casa. Y como una descarga profunda en el corazón de Zaqueo, baja con mucha alegría y acoge a Jesús.
          Por supuesto, surgen las críticas de los puritanos, “los buenos”, los seguros de sí mismos. ¡Era un escándalo para ellos que aquel Maestro de Israel hubiera entrado bajo el techo de un “pecador”! Ellos sí que estaban encaramados en “su árbol de la soberbia”, y no dispuestos a bajar!
          Zaqueo, por el contrario, ha bajado y gozoso. Y bajo aquella descarga en su alma, de pie, en actitud de movimiento y decisión, le promete a Jesús: Doy la mitad de mis bienes a los pobres. Me hago menos “rico”… Pero todavía no se queda tranquilo. Sabe él que hay más…, más al fondo… Y si defraudé  alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Llego a la pobreza, garantía de verdad y característica del Reino.

          Jesús apostilla: Hoy ha llegado la salvación a esta casa.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad10:16 a. m.

    EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÌA (Continuación)

    Sagrada Eucaristía._Este nombre proviene del Nuevo Testamento.Los tres Evangelistas ,Mateo ( 20,26,28) Marcos (14,22,24) Lucas(22,19 ,20 ) y Pablo (cot 11,23,29) que nos narran la Ùltima Cena,nos dicen que Jesús tomò el pan y el vino, en sus manos mientras "diò gracias" :y así la palabra griega "eucharistia" que significa acción de gracias,diò nombre a nuestro sacramento: recuerdan las bendiciones judías que proclaman, sobre todo durante la comida las obras de Dios, la reaciòn,redenciòn y la santificación.
    BANQUETE DEL SEÑOR._porque se trata de la Cena que el Señor celebrò con sus discípulos lsvìspera de su pasión y de la anticipación del "banquete de bodas del Cordero," en la Jerusalén celestial.
    FRACCIÒN DEL PAN: porque este rito propio del banquete judío , fue utilizado por Jesús, cuando bendecía y distribuìa el pan como cabeza de familia, sobre todo en la Ùltima Cena. En este gesto los disc`pulos lo reconocen después de su resurrección.
    ASAMBLEA EUCARISTICA:porque la Eucaristía es celebrada en la samblea de los fieles, exposición visible de la Iglesia
    MEMORIAL DE LA PASIÒN Y RESURRECCIÒN del Señor.
    SANTO SACRIFICIO DE LA MISA "sacrficio de alanza" ,"sacrificio espiritual" "sarificio puro y santo", porque supera todos los sacrificios de la Antigua Alianza.
    SANTA MISA :porque la liturgia en la que se realiza el misterio de la sdalvaciòn, termina con el "envìo" de los fieles (missio) a fin de que cumplan la voluntad de Dios , en su vida cotidiana.

    Continuarà

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  2. Zaqueo, bajo de estatura, bajo de miras, usurero y rico, quiere ver a Jesús, lo busca; pero el Señor, también busca a Zaqueo y éste se deja encontrar y Zaqueo queda transformado por sus palabras y por su presencia.Jesús busca el encuentro con la gente pecadora y viene a salvar lo que nosotros echamos a perder. Recompone nuestras vidas y las reorienta de nuevo.¿ Queremos conocerlo, aprender sus enseñanzas y llegar a amarlo?. ¿Lo acogemos con alegría?¿ Crecemos en amor y entrega a los demás? Podemos estar condicionados por mil obstáculos que nos impidan llegar a Cristo, pero ahora ya sabemos que, una vez superados, una vez que lo hemos conocido, ya podemos cambiar, podemos convertir nuestro corazón, podemos empezar con Él una nueva vida ordenada, justa y solidaria, como Zaqueo.

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