jueves, 4 de septiembre de 2014

4 septiembre: Os haré pescadores de hombres

          El próximo día 11 tiene lugar en Madrid el ENCUENTRO NACIONAL del Apostolado de la Oración, con un importantísimo programa de RECREACIÓN del Apostolado. Viene a Madrid el Secretario General –residente en Roma- para exponer los puntos y bases de un planteamiento renovado del Apostolado de la Oración.
          Todos son invitados.
          Alguien interesado en asistencia, comunique cuanto antes con el P. Cantero, o a APOR, Dirección Nacional: apostolado@planalfa.es . La matrícula se cierra el día 7.


Sois de Cristo y Cristo es de Dios
             Una de las expresiones más vivas en San Pablo nos llega hoy al final de la lectura de 1Co, 3, 18-23: Todo es vuestro; vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. Casi podríamos ponerlo como un mural en la puerta de nuestra habitación. Nos va a recordar constantemente algo fundamental. Primero, aquello de: pruébalo todo; quédate con lo bueno. Que entendido como Dios manda supone probar todo dentro de lo lícito, sin vivir cuadriculados en un área empequeñecida (por aquello de pretender siempre estarnos en “lo que se hizo siempre”). ¿Acaso la fe no es mucho más amplia que la de asegurarnos un “rincón” sin peligros? Suele ser tentador. Y hay determinadas facciones dentro de la amplia Iglesia que prefieren estar agarrados al asidero que arriesgar en el alambre y sin red (como los valientes). ¿Tendríamos el Evangelio de hoy –la llamada de Andrés, Simón, Santiago y Juan- si no hubieran sido de los que arriesgan? Evidentemente que la tentación fue la de Simón que prefería ser “pecador” y quedarse en su barca, que no el emprender la aventura de dejarlo todo y seguir a Jesús. Pero ellos no se quedaron, finalmente, aferrados a su barca, sus redes y su familia. Hubo los arrestos necesarios para lanzarse. [Eso no lo hace hoy más que un determinado número de cristianos –aun cualificados-, capaces de soltarse del seguro y arrostrar el riesgo de la novedad. ¡Y la novedad es puro Evangelio!].
             Pues bien: probarlo todo va en esa línea. Quedarse con LO MEJOR es lo propio de CREYENTES con mayúscula. (Yo no estoy entre ellos. Y cada cual, que se mire a sí mismo).
             TODO ES VUESTRO. Y San Pablo no hace sino ponernos delante la creación entera y decirnos: nada es malo en sí; lo malo lo hace la persona. Y lo malo viene cuando el uso de la creación se convierte en abuso.
             De ahí que el metro-patrón sea: Vosotros sois de Cristo. Por lo cual, en tanto todo es nuestro en cuanto que nosotros somos de Cristo, y no podemos irnos de la mano de Cristo…, pero ni quedarnos cortos. SOMOS DE CRISTO es un desafío imponente, porque nos obliga a fijar los ojos en Cristo y hacer lo que Él hace, mirar como Él mira, querer lo que él quiere, sentir con sus sentimientos, arrostrar la cruz como él lo hizo.
             ¿Y por qué lo hizo? Porque CRISTO ES DE DIOS, y solamente hace lo que a Dios le agrada Y su alimento es hacer la voluntad del Padre. Eso queda patente y esa es la vida de Jesús. Que contemplemos el Evangelio y nos deleitemos con la Persona de Jesucristo, pero que no demos un paso sin entender que Jesús fue siempre en la dirección que quiso Dios. Y Dios le cambió el paso más de una vez. Y Jesús se plegó sin la menor resistencia. Ni necesitó que Dios le mandara. Le bastaba saber que aquello agradaba a Dios.
             Eso les inculcó a sus discípulos. Y lo trasmitió con tal potencia de expresión que su “Sígueme” convertía a pobres pescadores del mar de Galilea en pescadores de hombres… Es más: en seguirlo A ÉL sin saber ni adónde ni a qué. [Porque hoy nos es muy fácil saber su significado; pero aquellos hombres ¿qué podían entender de esa llamada?]. Y aún propiamente habría que decir que ni conocían a Jesús lo suficiente como para soltarse de manos a tantos metros de altura. ¡Es impresionante!

             Pues ahora imaginémonos nosotros que pasa a nuestro lado un hipotético enviado de Jesús, y nos pidiera mínimamente alguna cosa que nos saca de nuestras habituales costumbres y “méritos” espirituales. Y nos dijera sin más: “Sígueme”. De seguro que tú y yo y el 99% de los hijos de vecina se queda “en su lugar descanso”. ¿Arriesgar? –No “Que somos mayores”; “que no servimos”, “que yo qué puedo hacer ya”… Exactamente la tentación de Pedro: “déjame tranquilo con mi ser pecador”; yo con mis redes, mi libro de meditaciones, mi Misa…, mi apostolado (si lo tengo…, o a “mi manera”), ya tengo bastante Y el tal “enviado” de Jesús seguirá solito por las arenas de esta playa… [Y nos habremos quedado respirando…: por fin nos quitamos el compromiso de encima].


             Por eso Pablo no construía una mera frase para ponerla en las estampas. Decía tanto que bien merece la pena tomárselo en serio: Todo es vuestro; vosotros sois de Cristo. Y Cristo es de Dios.

1 comentario:

  1. Ana Ciudad8:09 p. m.

    El pasaje del Evangelio de hoy , me trae muchos y buenos recuerdos. Fue mi entrada en el Apostolado de la Oración Yo creía que mi trabajo dentro de mi Parroquia era suficiente y me sentía satisfecha y realizada
    .Pero lo que menos pensaba es que Jesús me pedía más. No olvidaré este pasaje que nos explicó el padre Cantero y que me hizo pensar"Rema mar adentro" Pensé me pides más. Y a partir de ahí con mi asistencia al Apostolado de la Oración he aprendido a conocer el Corazón de Cristo, sus palabras, su mirada, el sentir de este Corazón que tanto nos ama . Me apoyo mucho en los salmos en mi oración y he llegado a comprender el que dice " tú no quieres sacrificios ni afrendas" Quieres un corazón que ame , que se entregue enteramente a Ti para que Tú lo moldees y haga siempre lo que le pidas.Por eso digo "Aquí estoy para hacer tu voluntad". Gracias padre, por habernos enseñado tanto.

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