viernes, 4 de octubre de 2013

PRIMER VIERNES

HOY ES LA ONOMÁSTICA DEL PAPA
          PRIMER VIERNES DE MES
                      Acto inaugural del “Apostolado de la Oración”
                                 de nuestro Grupo de Málaga

       4 octubre: Lo que duele al Corazón de Cristo
                             Es difícil tomar hoy a secas, como pieza aparte, el texto del Evangelio del día [Lc 10, 13-16]. Casi no sabría uno a qué viene ese momento de disgusto de Jesús. Pero si lo leemos –como realmente es el texto mismo- en continuación con lo anterior (leído ayer), ya se ve por dónde va.  Ayer era el anuncio del envío de 72 discípulos a preparar por aldeas y ciudades próximas la llegada de Jesús. El gran anuncio era que está cerca el Reino de Dios. Y eso, acepten a los discípulos, o no los acepten. Lo que queda claro es que siempre irán en son de paz, y que Jesús no fuerza a nadie.  La CLAVE está en esa acogida en paz. Si no la hay, no hagan otra cosa que retirarse y buscar lugar que tenga y viva esa paz. Al retirarse, no se dejen ni el polvo en los pies. Ante esa actitud beligerante, concluía ayer: Os aseguro  que en el día final se usará menos rigor con Sodoma que con aquella ciudad.
             Eso es lo que enlaza con esta exaltación de ánimo y de sentimientos que hoy expresa Jesús.  Corozaín, Betsaida y –de modo muy especial- Cafarnaúm, eran ciudades en las que más se había prodigado Jesús con sus enseñanzas y obras. Pero era ciudades de negocios, embebidas en sus idas y venidas… Y poco caso prestaron al “predicador”. Poco eco tenían sus obras liberadoras del mal, cuando en esas ciudades lo que importaba era el trasiego de sus mercancías.
             Y cuando Jesús va a enviar a sus 72 discípulos con esa misión que anuncia la llegada del Reino, sabe Jesús que van como corderos entre lobos…, que no va a haber el clima de serenidad que es necesario para dejarse tocar por un acontecimiento como aquel del Reino.  Y ahí exclama Jesús sus lamentos por aquellas ciudades… No tienen paz. Son beligerantes. Van por otros intereses. Son insolidarias. Viven el egoísmo de su prestancia económica…
             Y Jesús dice: Si en ciudades paganas como Tiro y Sidón, se hubieran hecho las obras que se realizaron en vosotras, hace tiempo que se hubieran convertido. Por eso el pecado de esas ciudades judías es mayor.
             Basta recordar que el pecado de Sodoma y Gomorra fue pecado de carne. Y Jesús declara que es peor el de esas otras tres ciudades judías. Lo cual nos abre los ojos a un dato importante para valorar nuestra conciencia: el pecado de insolidaridad, de egoísmo, de hacer la guerra, de enfrascarse en el negocio…, de mirar hacia afuera para enjuiciar a los otros…, es peor que el de Sodoma.  Sodoma –dice Jesús- se hubiera arrepentido y convertido si a ella hubieran llegado las acciones de Jesús. En cambio, las otras ciudades ni dejan tiempo a plantearse que el Reino se acerca y hay que cambiar muchas actitudes diarias, muchos modos de proceder. [Recordamos aquella penitencia colectiva de Nínive, que les libró de una destrucción. Algo de eso es lo que Jesús está expresando].
             Ahora, pues, es el momento del envío de los 72, y Jesús establece la autoridad que llevan en esa misión: Quien a vosotros escucha, a mí me escucha.  Quien a mí me escucha, escucha a Dios.  Hay una “escalera” muy clara.  Los discípulos van en nombre de Jesús. La escucha que se les preste a ellos, Jesús la considera y siente que lo están escuchando a Él. [No deja de tener su importancia para esos que hacen sus divisiones de “iglesia, curas…, pero que creen en Dios”.  Desmonta Jesús ese modo de pensar. Porque no sólo es que escuchar a sus mensajeros es escucharlo a Él, sino que escucharlo a Él es escuchar a Dios.
             Esos mensajeros llevarán dos mensajes esenciales e imprescindibles: el Reino está cerca (de hecho Jesús está a las puertas), y la paz es constitutiva de ese Reino.  Dios no se echa atrás en esa llegada de su Reino. Pero la persona, los colectivos, los pueblos…, son capaces de no acoger ese Reinado que les haría grandes y les traería libertad a sus almas y a sus gentes.
            
             Y como LA PERSONA es lo que “tenemos más cerca” (ahí dentro de nosotros mismos), ya es posible de plantear temas concretos ante el mensaje de Jesús, Temas que tienen siempre su punto directo en la propia familia, en el círculo de trato habitual, en el lugar social o de trabajo en que cada cual se desenvuelve.  En el propio egoísmo, beligerancia, el prurito de juzgar (como si la vida tuviera que pasar por el propio tamiz), los juicios, las expresiones que desdoran o minusvaloran; la siembra de pesimismo o negatividad, los prejuicios, la pretensión de que la vida y los demás tienen que ser a la manera del que piensa…

             ¿Verdad que se pasa más de largo sobre esas cosas que sobre el “mal pensamiento o deseo” que pudiera rozar la virtud de la castidad? No dejemos de ser finos en lo uno y en lo otro. Desde luego Jesús lo ha dicho bellamente en ese texto, cuando piensa que Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm –las ciudades que se creen superdotadas- son menos abiertas al arrepentimiento y a la penitencia…, al cambio y a la aceptación del Reino.

1 comentario:

  1. Mis mejores deseos para todos en el inicio de un nuevo curso. Que la escuela de oración no sea un mero oír o un pasar sólo una buena tarde (que también), y que la semilla de la Palabra de buenos frutos, recordando como funcionaba la Iglesia más antigua de todas:

    Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones (Hch 2,42).

    Y no olvidando cumplir el deseo de Dios, "Padre, que todos sean uno" (Jn 17,21) (para que el mundo crea)

    Un especial saludo al padre y hermano en Cristo, Manuel Cantero, por el cual pido a Dios que le de fuerza y salud para llevar adelante la misión que le fue encomendada.

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