lunes, 10 de septiembre de 2012

Relato de una crónica anunciada


¡YA LLEGÓ!
          Ya anuncié a tiempo.  Es duro este texto. La dureza de un apóstol que se ha dado con toda el alma a una comunidad cristiana a la que ha alimentado con leche (porque aún no ofrecían garantía para ponerle “pimientos fritos”.  Un padre que ha engendrado a esa comunidad con cariño de padre, y que se ha volcado en las alabanzas primeras para que vean claramente que su corazón está abierto a ellos. Uno que va a hablarles de las cosas más altas y que va a ofrecerles los fundamentos más profundos y más antiguos de la fe en Cristo resucitado. Y uno que escribe a toda esa comunidad y a ella le está dirigiendo una palabra dolorida y un mandato muy fuerte.  Vayamos por pasos:
             “Se sabe de buena tinta”…  No son suspicacias… ¡Existe un caso de unión ilegítima…, tan grave que ni los gentiles la toleran”  “Y todavía tenéis humos?  Estaría mejor ponerse de luto y pidiendo que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo”   No cabe duda que va dicho a toda la comunidad, aunque el caso fuera de uno…, ¡pero lo toleráis!
             He tomado una decisión, como si estuviera presente: “reunidos vosotros EN NOMBRE DE JESUCXRISTO, entregar al que ha hecho eso en manos del diablo”.  Puesto en lenguaje comprensible: expulsad de la comunión a ese tal; excomulgadlo.  [Para la mantequilla de nuestros espíritus lavados con suavizante, esto es “escandaloso”.  Y no es escandaloso lo que tenemos alrededor en la vida diaria…, muchas veces dentro de la propia familia].
             LO QUE PABLO HA MANDADO (comentario que no es mío sino autorizado por expertos): por lo pronto, la exclusión de la comunidad, y la excomunión de la asamblea cristiana y eucarística.  Y he puesto en negrita: por lo pronto” porque quien lea la 2ª carta a los corintios verá el carácter pedagógico y transitorio de la medida, que no va a condenar al que hizo aquello, sino a mostrarle el tamaño de su transgresión evangélica y moral. Y que cayendo en la cuenta, vuelva al redil.  Pero lo que no permite Pablo, ni puede permitir la comunidad de Corinto es “tragarse” aquella situación como si no pasara nada.
             Y porque se trata de apagar el absurdo orgullo de aquellos corintios, les advierte el enorme peligro de bajar la guardia, de darlo todo por aceptable, y que un poco de mala levadura destruya toda la masa.  Y lo que exhorta, por el contrario es a CELEBRAR LA PASCUA que no admite levadura de corrupción y maldad, sino sinceridad y verdad.
             Confieso que no me he quedado con el pensamiento reducido al caso concreto al que se refiere Pablo.  Eso de la levadura me ha hecho mucha impresión…, mucha proyección de la vida y aun detalles diarios.
             Llegamos al Evangelio.  Me meto en el sentimiento de Jesús y  pienso que tenía que quedarse con el corazón partido ante las incoherencias y durezas de aquellos fariseos que, en aras de la ortodoxia, aplastaban la caridad, y en algo tan simple y tan inverosímil como un simple extender la mano el hombre paralítico que puede moverla bajo la palabra de Jesús.
             Siempre me digo a mí mismo que cualquiera de aquellos fariseos habían movido sus manos ese sábado muchas veces y en los movimientos más normales de  una persona.  Aquí se trataba sólo de que un enfermo paralizado, extendiera su brazo. No había otra acción o “trabajo” por medio al que se le pudiera considerar “trabajo en sábado”. Era mera dureza, mero enquistamiento, mera lucha contra la obra de Jesús. Y confieso lo mucho que me impresiona siempre que llego a este episodio, porque se ve hasta dónde llega la malevolencia cuando se mira con ojos sucios la cosa más simple.
             Podría decirse que Jesús los había desafiado.  Pero aún eso es ya tener ellos mal estómago.  Porque Jesús quiso que ellos mismo comprendieran que hacer un bien tan sencillo no violaba el sábado.  Y la prueba es que no supieron decir ni ni NO.   ¡Es que no podían responder a la pregunta que les hizo Jesús.  En buena fe era muy fácil. En la actitud de ellos, no.  Incluso puede uno pensar:  ¿aquel hombre estaba allí porque simplemente estaba, y en lugar visible a simple vista?  ¿O los mismos fariseos lo habían colocado en primera fila como cebo para poder atraer la mirada de Jesús y hacerle picar en el anzuelo y tener de qué acusarlo?
             Y Jesús, que es más largo que ellos, les puso el problema ante la propia conciencia de ellos:  ¿En sábado es licito hacer el bien?   Ahora tenían la pelota en el tejado de ellos, y muy comprometida.  Han caído en sus redes.  Si dicen que no, es un escándalo y una contradicción.  Si dicen que sí, le dan carta blanca a Jesús…  Pues ¡a callarse toca…!  Y realmente no podía ser más absurdo ese silencio.  Y muy tenso.  Porque Jesús fue esperando la respuesta mientras paseaba lentamente la mirada sobre todos…  ¡Cómo iban agachando la cabeza como los malos estudiantes cuando no quieren que les pregunte el profesor!  Jesús les escrutaba los corazones.  Nadie quiso levantar la cabeza…, nadie se quiso dar por aludido. Nadie dio respuesta.  Todos anónimos.  Y entonces Jesús mirí al enfermo y le dijo sencillamente: Extiende el brazo.  El enfermo curó.  Y los fariseos se dejaron llevar de la furia…, del mismo demonio que llevaban dentro…  Y como siempre que no hay razones, la consecuencia que sí plantearon era qué hacer con Jesús…  ¡Es realmente tremendo hasta donde llega la soberbia y la ceguera cuando no se quiere bajar alguien del burro!
No renuncio a hacerme un posterior comentario a mí mismo.

7 comentarios:

  1. Ana Ciudad2:01 p. m.

    "Extiende tu mano"¡qué poco nos pide el SEÑOR,para las gracias innumerables que nos dá!
    Hagamos esos pequeños esfuerzos que nos sugiere el Espíritu Santo en nuestras almas,a pesar de haber fracasado en otras ocasiones.
    Seamos dóciles a esas inspiraciones.Ejemplo sublime de esa docilidad es para todos nosotros,María de Nazaret,la Virgen,que pronunció el "fiat" de su disponibilidad total a los designios de Dios,de modo que el Espíritu Santo pudo comenzar en Ella la realización concreta del paln de salvación.
    Estaré unos días sin poder hacer comentarios en el blog.Voy a Fátima en peregrinación.Pediré a Nuestra Madre de una manera especial por cuantos colaborais en el blog.

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  2. Las situaciones familiares en nuestra sociedad se han transformado totalmente y ahora vemos "con buenos ojos" cualquier relación hombre-mujer.
    Parece que para que algo sea pecado tiene que ser un acto antisocial, quiero decir que entendemos que cuando no se perjudica a nadie no es pecado y así cualquier extorsión a un semejante la vemos mal y para los católicos además como un pecado.
    El pecado es la ofensa a Dios, se que Dios no quiere ésto y yo lo hago porque me da la gana.
    Volviendo a las relaciones familiares hemos recbido una información generalmente procedente del protestantismo y aceptamos el divorcio, y consideramos un derecho el que una persona rehaga su vida junto a otra en caso de fracaso matrimonial. Me parece que la mayor parte de éstas personas pasan de la religión y con eso ya están fuera de la comunión con los santos.
    Continuando con el tema si nos parece mal el divorcio, todavía me parece peor la anulación matrimonial que con mucha frecuencia se basa en mentiras e informes psiquiatricos "comprados" para éste fin.
    La postura del católico aun en éstos casos tiene que ser intolerante con el hecho, pero afable con las personas, no quiero decir pecadores, en ese campo entrariamos todos.
    Creo que la situación creada es dificil, no solo para nosotros sino tembién para la propia Iglesia.

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    1. Aschenbach5:52 p. m.

      No parece cierto afirmar que hemos recibido una información generalmente procedente del protestantismo. En este país, Felipe II cerró las fronteras en 1544 a la cultura europea (la Reforma Protestante estaba entonces en sus inicios), haciendo perdurar en España y en su Imperio la influencia religiosa medieval. Todo lo cual además propició un Renacimiento místico (Santa Teresa de Jesús, fray Luis de Granada, San Juan de la Cruz, etc.), de características no europeas, sino claramente romanas ortodoxas.

      Desde entonces nuestro país ha permanecido cerrado a las influencias culturales y religiosas de Europa, hasta después de la muerte de Franco en 1975.

      En esos más de 400 años, la cultura, la información y la formación españolas han estado en manos de la Iglesia Católica, que algo de responsabilidad tendrá en cómo es nuestra sociedad actual, ¿no le parece?

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    2. La historia de España es esa sin duda, pero... los españoles estaban con la historia, o mejor dicho ¿seguían a rajatabla a su monarca Felipe II y a los místicos?- me está hablando de 400 años. ¿Qué tiene que ver la sociedad actual con aquella? - Incluso en aquella sociedad era frecuente el adulterio y los hijos naturales abandonandolos luego en hospicios, por razones sociales.
      Cunado he expresado esa opininión es debido a la influencia de las comunicaciones que comenzó con el cine intensamente en los años 40 y posteriormente con la venida a España de loa militares de las bases americanas, luego la televisión termina la obra de hacernos ver la vida con "otros ojos"
      Es responsabilidad de la Iglesia en mi opinión haber predicado un Cristo que solo valía para los niños y el conocimiento religioso quedó absolutamente infantil, jalonado de algún que otro mal ejemplo de seglares y personas consagradas.
      El camino religioso es dificil y es mas cómodo dejarse llevar por las tendencias sociales, que no parecen malas, insisto la gente pasa de religión.
      Lamento hacer éste comentario que no viene a ser mas que una réplica, cuando el objeto del blog no es ese.

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    3. Aschenbach10:49 p. m.

      No hablo de la sociedad española de hace 400 años, sino de los factores que a lo largo de 400 años han ido modelando nuestra sociedad actual. Pero agradezco de veras su cortés y esclarecedora respuesta, tanto más si el blog no auspicia ese objetivo.

      No quiero abusar de su amabilidad, pero prefiero preguntar: ¿cuál es el objetivo? El intercambio de opiniones, el buscar la luz sobre los temas presentados, la cosecha no sólo de adhesiones sino también de críticas, el análisis de visiones diferentes, ¿no forman parte de ese objetivo?

      Por ejemplo, me impresiona grandemente la fuerza, la constancia, y (me atrevo a decir, sin ser quién para ello) la rígida fe con que el Padre Cantero llena el blog día a día. Pero si mi visión de Paulo de Tarso fuera bastante diferente de la suya, ¿debería abstenerme de exponerla aquí, porque no sería apropiado disentir?

      En cualquier caso, le aseguro mi mayor respeto y, una vez más, gracias por su respuesta.

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  3. Prometido comentario
    Hoy me habían asignado una Misa a una hora que me impedía que saliera el comentario “normal”. (Quiero decir: después de la oración personal reposada y profundizada). Entonces “YA LLEGÓ” ha sido más una reflexión previa que una oración que sale del fondo y –a lo que yo quiero a través de la oración- más iluminada por otra luz diferente de la mía “personal”.
    Y cuando hoy oré y me enfrenté con el texto en cuestión, he estado muy afectado porque me he imaginado a Pablo aquí y ahora, metido en esta “comunidad de nuestros cristianos de hoy”, encontrándose con los temas concretos amorales, inmorales, desvaídos, de componenda, de un vida cristiana que no va más allá de “ser buena” (cuando lo es). Y estoy metido en medio. Lo que yo me he encontrado no es “con lo que son otros” sino con lo que soy yo.
    Sociedad pagana la de Corinto, y mucho más que la de hoy. Quizás la diferencia se pudiera poner en los colmillos retorcidos de ahora, la de esta otra sociedad también pagana o descristianizada. En ésta vivo. Y aquí es facilísimo vivir en un “intermedio” porque es lo que venimos encontrando, con lo que me he familiarizado.
    Si San Pablo viviera hoy entre nosotros, se encontraría, pues, con los matrimonios deshechos que “rehacen su vida”; con el control de natalidad que no responde a una paternidad responsable sino a muchas otras cosas externas y materiales (generalmente), con los asesinatos en serie programada y política de los concebidos, con las “devociones” que sustituyen (e incluso anulan) los mandamientos de Dios y –resumiendo, con parejas de hecho, y con las que simplemente “conviven”...; con una religiosidad que tendrá lo que tenga de “religioso” pero que está tan lejos –generalmente- de LO EVANGÉLICO.
    Y quizás San Pablo podría decirme: ¿Y todavía toleras y te sientes bien en esta situación? ¿Y das por “natural” todo esto…? ¿No sabes que un poco de levadura fermenta toda la masa? [¡Claro que lo sé! Y ese es mi dolor: que cediendo, siendo tan comprensivos, admitiendo un cristianismo desvaído con tantos fieles “buenos”, la masa ha quedado amorfa! ¡Bueno: que yo estoy amorfo!]. Y ahora, ¿cómo llegar a celebrar la Pascua con los panes ácimos de la sinceridad y la verdad?

    Tomádmelo como una oración en voz alta. Y si cada uno ganamos algo con ella, ya será un paso adelante. Claro: Evangelio en mano y sin sordinas.

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  4. Ante ésta ampliación de comentario del P. Cantero, podemos suponer que la sociedad actual puede ser semejante a Sodoma y Gomorra, a Nínive... a la sociedad en la que vivió Jesús con las variantes de las peculiaridades de la época.
    ¿Donde está la solución? ya lo predicaba el Bautista CONVERTIRNOS.
    Pero tenemos demasiados motivos para que no nos interese la conversión.

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