viernes, 14 de septiembre de 2012

Cruz gloriosa


NI CON RECLAMO
          En la gran zarzuela  “LA REVOLTOSA” se produce un encuentro casual pero deseado.  Y dice el personaje: ¡”Vaya; ni con reclamo”!.  Hoy viene muy bien la FIESTA DE EXALTACIÓN DE LA CRUZ, que celebra la liturgia en este día, para descubrir que hay situaciones que “ni con reclamo” vienen mejor.
             Las lecturas están centradas en la CRUZ.  La diferencia con el Viernes Santo (allí es una cruz sangrante con el momento de  la muerte de Jesús) es que hoy se mira la otra vertiente de una Cruz que exalta, que triunfa, que salva.  Bien sabemos que es sólo una diferencia de acentos, puesto que estamos hablando de la misma CRUZ y de la misma realidad, de la misma  barbaridad y de la misma salvación.  Pero los acentos significan mucho en la liturgia porque los misterios evangélicos tienen tantos matices que ayuda encontrar ese complemento de forma subrayada.
             La CRUZ “de hoy” es una cruz triunfal. Quien mira a la cruz…, mejor dicho, al CRISTO CRUCIFICADO- queda curado de las picaduras de las serpientes venenosas.  Creo que ya habremos aprendido (o estamos en vías de aprender) que las expresiones bíblicas de un pueblo de pobrísimo vocabulario y de enorme sentido de fe centrado tanto en Dios, que pase lo que pase “lo ha enviado Dios”, no pueden leerse en culturas tan diferentes, con una traducción al pie de la letra.  A nadie se le ocurriría hoy decir que los animales salvajes en Kenia los ha puesto Dios allí para fastidiar a los keniatas.  Explicaciones mucho más normales nos dirá que los elefantes, los hipopótamos, los leones o las jirafas, o las serpientes cobra, han encontrado su hábitat propio, o el que la civilización le ha dejado…, y hoy son reservas naturales.  Por eso será mucho más científico decir que el pueblo que caminaba por el desierto, llegó a un lugar donde había víboras. Y que el pueblo –precisamente por su sentido sagrado de la vida- recurre a Moisés para que en su comunicación con Dios, pida el remedio en lo inhóspito de un desierto.  Y Dios, que habla con Moisés cara a cara, le da un remedio sobrenatural:  que haga una esfinge de serpiente, la ponga en alto y quien sea mordido, venga a ese estandarte y –mirando- quede curado.
             Lo que tenemos es un símbolo del Cristo Crucificado, elevado en alto en el mástil de la Cruz –como Jesús explica a Nicodemo- de modo que todo el que es picado por “las serpientes”, encuentre curación en ese Cristo que han matado en la cruz.  ¿Quién lo ha matado: “LAS SERPIENTES VENENOSAS”…, los odios, las envidias, los celos, los egoísmos patológicos, las pasiones de todo tipo y de toda índole, las que llegan de “cerca” o “de lejos”…, las que suceden como consecuencia de tanto veneno humano como hay por ahí.
             ¡Es que el propio Hijo de Dios, al hacerse hombre (despojado de su paraguas divino), fue también víctima directa de ese veneno humano, de esa serpiente venenosa que hay en cada pecado, y que –en definitiva- hay en cada personas!  “Se despojó de su rango divino”…, “se enfrascó en la tierra de los humanos, haciéndose como cualquiera…, y –por lógica- le cogió la humillación hasta morir crucificado.
             ¿No es una ayuda profunda HOY encontrar esta FIESTA LITÚRGICA en la que se resalta el triunfo del Crucificado…, quien –precisamente por su obediencia hasta la muerte- recibió el nombre sobre todo nombre…, y que precisamente por todo eso HOY ES ADORADO y exaltado en el Cielo, en la tierra y hasta en el abismo (por mucho que “el abismo” se retuerza ante la figura triunfal de la víctima que él mismo provocó?  [Es la otra realidad de la HISTORIA DE SALVACIÓN:  Mataron a Cristo "las serpientes venenosas".  ¡Pero Él murió -ahora hablaremos "al otro lado de esa Historia, y por tanto, en el designio divino- PARA REALIZAR LA REDENCIÓN de la humanidad].
             Serpientes venenosas las vamos a encontrar siempre, en todas partes, en donde menos se esperan.  “Estandartes” en alto, con la figura de Cristo Crucificado Salvador, los tenemos quienes vivimos la maravilla de la fe, ese cedazo sublime que nos hace cambiar las lanzas en podaderas y los desiertos en torrenteras de agua.
             OH, CRUZ FIEL, ÁRBOL ÚNICO EN NOBLEZA:
JAMÁS EL BOSQUE DIO MEJOR TRIBUTO
EN HOJA, EN FLOR Y EN FRUTO.
DULCES CLAVOS, DULCE ÁRBOL DONDE LA VIDA EMPIEZA
CON UN PESO TAN DULCE EN SU CORTEZA.

2 comentarios:

  1. ANA MARÍA2:18 a. m.

    Hoy, celebrando la exaltación de la Santa Cruz, quiero recordar al Cristo mutilado en la guerra civil, que se conserva en la Iglesia del Sagrario. Casi tosos los días de agosto me he encontrado con ÉL... Y ME PARECÍA OIR "PADRE, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN"...Nunca olvidaré la 1ª procesión que vi en Malaga, ver llegar a ese Cristo por la Alameda. Le seguían los Guardias Civiles mutilados de dicha guerra: unos sin piernas otros sin brazos... etc. etc. DETRÁS DE ELOS iban niños y niñas de corta edad, huérfanos de la Guardia Civil, asesinados por ETA. Después de tantos años, el Cristo está aquí, perdonando, amándonos a todos y seguro que está contento de que nos acordemos de El, en exte día en que celebramos la "exaltación" de su Cruz Gloriosa. Gracias, Señor, por haberno amado tanto, hasta el final.

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  2. La frase "mataron a Cristo las serpientes venenosas" me ha resultado curioso, porque nunca había enfocado este asunto así. Las serpientes venenosas = los pecados. Ayer alguien me dijo que si había utilizado levadura y todo para hacer mi propio pan, y yo le dije que si, obviamente. Luego se me vino a la mente aquello de "un poco de levadura fermenta toda la masa", y pienso que es muy buena la lección que te da la naturaleza para entender a veces las cosas "complicadas" de la vida espiritual.

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