sábado, 8 de septiembre de 2012

La patrona de Málaga


NACIMIENTO DE MARÍA
          La Iglesia celebra hoy el Nacimiento de la Virgen. Supuesta su inmaculada concepción, y por tanto su estado de gracia pleno, se celebra el día feliz de su nacimiento.  Por otra parte, hoy –como el 15 de agosto- es llamado por el pueblo como día de las mil Vírgenes- por multiplicarse las advocaciones de la Virgen en su patronazgo de tantas ciudades y pueblos españoles.  Málaga la celebra como VIRGEN  DE A VICTORIA, con rango de solemnidad litúrgica.
             Lo que es claro es que los textos de la Misa no hablan del nacimiento de María, porque la Biblia no es historia de María sino Historia de salvación, y la dirección va siempre hacia Cristo, como remate de la Creación y obra de Dios.  Pero también es evidente que a Cristo no se le puede entender sin María.  Así la 1ª lectura se refiere a Belén como ciudad privilegiada porque de ella nace el Salvador…; elegida Belén desde tiempo inmemorial, hasta el tiempo en que la madre dé a luz.  Ahí está María.  En la 2ª lectura se habla de la predestinación y elección eterna que hace Dios de sus escogidos.  ¡Ahí está especialmente María!, nada menos que en ese “nacimiento eterno” en la mente de Dios.  Y el Evangelio que también llega de soslayo a María, por cuanto que es la esposa prometida a José –familia y estire de David- y cuya esposa –María- dará a luz al Enmanuel, el Dios que se hace hombre y habita entre nosotros.  Sin María –en el proyecto de Dios- no hubiera llegado a nacer.
             De ahí que en esta solemnidad malagueña, el Nacimiento de María es VICTORIA y patronazgo sobre quienes vivimos bajo su amparo de Madre.

             LA LECTURA QUE HOY HUBIERA CORRESPONDIDO, siguiendo la carta a los Corintios, no tiene desperdicio y es para desmenuzarla muy personalmente cada cual en su realidad.  Por lo pronto Pablo, desde su sentido de padre de aquella comunidad a la que él ha engendrado para el Evangelio, dice a sus hijos:  Aprended de Apolo y de mí a jugar limpio, y no os engriáis el uno contra el otro.  Es evidente que Pablo no está inventando una hipótesis sino dirigiendo su palabra muy directamente.  Y desde luego ya el “jugar limpio” es una advertencia más que sería.  Porque había quien jugaba sucio.  Y no es que ahora ha cambiado de carta ni de interlocutores.  La advertencia es para los mismos a quienes alabó mucho en el saludo. Tan lo uno como lo otro. Y el “no es engriáis el uno contra el otro” es otro órdago de los solemnes.  Siempre ocurrirá que el pigmeo es más pigmeo cuanto más pretende ser gigante y se empina para ser como el gigante.  Y Pablo corrige claramente: jugar limpio es que no os engriáis sobre nadie.
             Y  con esa pregunta que más puede llegar por la misma ironía, enfrenta a quienes se engríen: A ver, ¿Quién te hace tan importante? ¿Tienes algo que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué tanto orgullo?   Hay un enanismo que pretende crecer subiéndose sobre otros. Y el enano es más enano cuanto más ficticiamente pretende ser gigante, porque lega al ridículo.  Por eso Pablo sigue en su ironía correctiva: ¡Ya tenéis todo lo que ansiabais;  ya sois ricos, habéis conseguido un reino sin nosotros! Y con el dolor de un padre que está teniendo que corregir seriamente un defecto concreto, deja escapar el suspiro profundo: ¡Qué más quisiera yo que fuéramos tan de la mano que así reináramos juntos!
             Y de ahí ya “se desmadra” el apóstol…: “Por lo que veo, a nosotros los apóstoles, Dios nos coloca los últimos; parecemos condenados a muerte, dados es espectáculo público! Nosotros aparecemos los locos (por Cristo); vosotros ¡qué cristianos tan sensatos…!  [A mí me parece un tremendo examen de conciencia para nosotros todos…, para nuestro enanismo de postizo engreimiento: ¡qué cristianos tan sensatos…!].  Nosotros débiles; vosotros fuertes;  vosotros célebres, nosotros despreciados…;  recibimos bofetadas…, nos insultan (nos minusvaloran; sufrimos la crítica…), y bendecimos;  nos persiguen, nos calumnian y respondemos con buenos modos; nos tratan como basura del mundo y desecho de la humanidad hasta el día de hoy…   [Creo que Pablo está tocando fondo y pretende tocar fondo en cada cual de quienes leyeron en directo aquella carta y de quienes la leemos ahora con espíritu sincero de fe y humildad…, y aprendemos porque hay muchas facetas abiertas o solapadas que corregir].
             Y como Pablo actúa con el amor y rigor de un padre, concluye esta parte diciendo: No es escribo esto para avergonzaros sino para haceros recapacitar, porque os quiero como a hijos. Como cristianos tendréis mil tutores (muchas veces os pueden salir de debajo de las piedras y halagar vuestros oídos), pero padres no tenéis muchos.  Por medio del Evangelio soy yo quien os he engendrado para Cristo Jesús.
             El Evangelio hubiera puesto el sello:  muchos fariseísmos engreídos corregirán a Jesús y a sus discípulos por cuestiones secundarias y que verdaderamente  indican al pigmeo que se envalentona, como “conciencia postiza”.  Pero el Hijo del hombre es Señor del sábado.  Muchos “tutores”, decía Pablo, pero uno sólo engendra para el Evangelio.

3 comentarios:

  1. Ana Ciudad11:03 a. m.

    Celebremos con alegría,el Nacimiento de María,la Virgen:de Ella nació el Sol de justicia,Cristo,nuestro Dios.
    "Oh Madre Consoladora,consuélanos a todos,haz que comprendamos que la clave de la felicidad está en la bondad,y en el seguimiento fiel de tu Hijo Jesús.Él sabe siempre cuál es el camino mejor para cada uno en el que debemos seguirle.

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  2. Hay una frase que me gusta mucho que decia San Francisco de Asís
    que dice " Hay que salirse del siglo " .

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  3. Anónimo9:14 a. m.

    MARIA es la estrella que anuncia el tienpo nuevo de la salvación ¡QUE SERIA de mi sin TI FRANCISCADEDIOS

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