miércoles, 30 de noviembre de 2011

SAN ANDRÉS

Miércoles 30.- SAN ANDRÉS.
En la liturgia de hoy, LA FE. La fe que entra por el oído; la fe que se expresa en la vida, y la vida verdadera es la del seguimiento de Jesús. Ni el primero que sigue, ni el segundo. SEGUIR A JESÚS…, ¡¡¡a Jesús!!!, por ser Jesús. Y dichosos los que han captado es BUENA NOTICIA.

Seguiremos el adviento desde la situación histórica que nos trasmite Lucas (1,17…). Zacarías podía estar perplejo, intentando comprender y asimilar cada palabra del mensajero divino. ¿Qué le anunciaba realmente?. Se clarificó Zacarías cuando el “el ángel” le dijo: “ese niño Juan precederá delante del Mesías, para retornar los corazones de los hijos (=los judíos actuales) a la de sus padres (=los que vivieron fieles a la promesa de Dios), y de los rebeldes , a la prudencia de los que fueron justos, y así preparar un pueblo bien dispuesto a la llegada del Señor”.
Zacarías, en su atolondramiento, no sabía si escuchaba o soñaba; si le hablaban en realidad o en figura. Yo digo que no sabía ya ni lo que sabía, y que “se coló” en pedir una prueba. ¿No le habían bastado todas las pruebas de Dios en aquella conversación? ¿No le bastaban los diversos ejemplos parecidos de la historia de la salvación? Y preguntó aturdidamente: ¿en qué conoceré yo eso? Porque soy viejo, y mi mujer también. Y el ángel se identifica como el de las gestas sublimes de Dios, Gabriel, que asiste a la derecha del trono der Dios, y le da la prueba “permanecerás mudo hasta que se cumplan estas promesas” ¿Querías una prueba? Pues esa será la prueba.
Y cuando salió fuera, con todos los fieles extrañados por la tardanza, Zacarías “dio la prueba”. Realmente –advirtieron todos- que había tenido una visión. No era menester explicar mucho. La “prueba” estaba patente. Y poco habría que explicar cuando Zacarías salía del Santuario cn tantas experiencias profundas vividas.
Los demás sacerdotes pretendieron saber… Zacarías hizo señales de que “más tarde”. Primero cumpliría su ritual al quitarse los ornamentos de lino…; tendría tiempo para reflexionar, orar y pensar. El silencio tranquilo, la serenidad que necesitaba, serían el gran medio para poner un poco su mente en orden. Zacarías se retiró. ¿Qué pensó en ese tiempo, no es fácil e imaginar? Desde el, misterio vivido, a la imprudencia de su pregunta, a la ventaja de espacio de silencio para poder entender un poco mejor a Dios y sus maravillas misteriosas.

1 comentario:

  1. Me hago a la idea de que el tema de Zacarías se puede mirar por el lector como una novelita que, en realidad nada dice para cosas tan sublimes como podrían tomarse del Evangelio.
    Pues he escogido esa parte porque es menos conocida, porque incluso parece que tiene menos que decir; porque se desliga -creen- de lo seráfico de la vida de Jesús, siempre más atrayente.
    Y sin embargo, "Lucas que ha investigado en el meollo", lo coloca al comienzo. Porque varias secuencias próximas del evangelio no se van a entender sin este episodio. ES COMO EL PUENTE QUE VA A UNIR EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO, y Zacarías, Isabel y Juan, van a constituir una parte muy importante. Y Zacarías, Isabel y Juan no van a ser "novela". Son CLARO OBJETO DE ORACIÓN Y PROFUNDA REFLEXIÓN para luego ir aterrizando.

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