lunes, 28 de noviembre de 2011

NUEVO PERIPLO, EL ADVIENTO. Nuevo enfoque de mi reflexión

LA NOVEDAD DEL ADVIENTO
No sólo es que el Adviento siempre habla a nuevo. Es que yo voy a intentar llevaros conmigo a un adviento del que disfruto hace muchísimos años.
San Lucas es el evangelista del adviento. El DVIENTO duró siglos, muchos siglos. Por eso Isaías -8 siglos anterior a Jesús- es el profeta que más aparecerá en estos días. Y dicho esto, me vuelvo al principio.
Comienza San Lucas: “Puesto que muchos han emprendido el trabajo de coordinar la narración de las cosas verificadas entre nosotros, según nos las trasmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares…"
San Lucas no fue discípulo de Jesús. No vio con sus ojos. Pero es hombre culto, honrado, parte historiador y, mucho, hombre de fe, ha leído muchas narraciones de aquella vida de Jesús. Unas le han interesado más. Otras, menos. Algunas, nada, salvo la curiosidad del “cuentecillo piadoso” y lleno de fantasías, de aquellos primeros cristianos que pretendían “llenar lagunas” o ver un puro milagro sobrenatural. (Son los evangelios apócrifos (no revelados por Dios, que unas veces encierran costumbres de la época, historietas más o menos verosímiles, y muchas fantasías).
Por eso Lucas, el médico, no se limitaba tomar de aquí y de allí. Él sabe que hay muchas cosas escritas, muchas verdades sublimes, y mucha necesidad de expurgar. Y para eso tiene a mano “testigos oculares”, contemporáneos de Jesús o muy cercanos a “los suyos”, que desde el principio habían visto y oído o recibido de primera mano. Y, además, “ministros de la palabra”. ¡Que no es decir poco!
La devoción pretende que la gran confidente de Lucas fue María, la Madre de Jesús, y por eso Lucas es el “evangelista de la infancia”. Por lo que yo puedo sabes, eso queda en la “piedad” pero no en los hechos históricos probados.
Lo que sí es cierto –son cosas que se verán a lo largo de este periplo- es que testigo ocular y plenamente fidedigno de Lucas fue el Espíritu Santo, Por eso Lucas será el evangelista más humano, más sencillo, más asequible…, a la par que el gran evangelista del Corazón misericordioso. Para el que quiere entrar por primera vez en el Evangelio, yo siempre le llevo a San Lucas.
Él, sus datos, mi fantasía (apoyada en ciertas costumbres de Isreal), va a ser nuestro acompañante en el Adviento, si Dios quiere. Por supuesto que MARÍA va a ocupar el protagonismo, como persona que vivió de lleno el adviento histórico, y fue parte esencial de él.
Con Lucas, “he resuelto yo también, después de haberlo investigado (meditado gozosamente muchísimos años) escrupulosamente desde su origen, escribírtelas por su orden, excelentísimo Teófilo [persona amante de Dios], para que reconozcas la solidez de las enseñanzas que aprendiste.

2 comentarios:

  1. ANA MARÍA12:34 a. m.

    Las 4 semanas de Adviento, me las imagino como un camino lleno de luz, y que cada Domingo, esa Luz va acercándose a nosotros, cada vez más potente… Al final del Camino nos encontraremos con JESÚS -el Niño-Dios- lleno de ternura en brazos de su Madre, como verdadera LUZ del mundo. Con ilusión emprendo este año el Adviento, en compañía de María, de Isaías, Lucas, Juan y “ESA EXPERIENCIA SUYA” QUE VA A COMPARTIR CON NOSOTROS.

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  2. Yo no tengo una predilección por ningún evangelista, aunque si me tuviera que decantar por uno, mi elegido sería Juan. Cuenta las cosas de un modo muy especial. Es un privilegio que Dios nos hable por medio de su Palabra.

    Será interesante seguir su Adviento personal día a día. Ayer me quedé con las ganas de más.

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