sábado, 26 de noviembre de 2011

EL BICHO QUE PICÓ AL TREN

Lc, 21, 34-36
Hoy me imaginaba yo a Jesús recordando esa visión de Daniel de la que habló la 1ª lectura, en la que se pierde uno inútilmente entre fieras y cuernos, y no advierte lo esencial: el Altísimo, el Eterno de Barbas blancas, que sale en favor de los santos y da el poder eterno y el dominio al Rey que aparece ahí, al que se le someterán todos los pueblos..
Y digo que me imagino a Jesús así porque hoy acaba ya este periplo evangélico de lucas con Jesús que advierte a sus discípulos que no se embote vuestra mente con el vicio, la bebida y el dinero… Que estéis despiertos…
La primera palabra me suscita mucho: QUE NO sE EMBOTE VUESTRA MENTE. Y es que lo vengo viendo. Quienes se sienten creyentes, están muchas veces perdidos en auténticas fagarrosidades que nada tienen que ver con lo que debe ser el centro de su atención.
En vez de centrarse en el núcleo, andan perdidos y atontados en mil inútiles detalles. El tópico de las riquezas de la Iglesia, lo fácil que es estarse fijando en la verruga del cura, en el vecino de banco de iglesia que estornuda, en si se dijo o se pudo decir mejor o se debió decir, o mejor hubiera estado hecho de otra manera.
Si lo malo no es estar “dormido” (que es la salida fácil de los pusilánimes que, en vez de hacer algo, decir algo, defender o expresar, se quedan en su poltrona “peleando” contra el flequillo de la niña de enfrente). El dormido, ni pincha ni corta, aunque le tomará la última hora con esa cara de idiota que tiene el, que no sabe en un momento si es de día o es de noche.
Lo que Jesús advierte es mucho más fuerte NO SE OS EMBOTE LA MENTE. Habréis visto que podéis conversar o discutir con un adversario a vuestras ideas. Lo que nunca podéis hacer nada es ante un cabezón, un ser encerrado en sí mismo y que no entiende de razones o se encierra en lo suyo.
Por eso Jesús aquilata formidablemente: NO DEJÉIS QUE SE EMBOTE VUESTRA MENTE. Dice Él: por el vicio, la bebida o el dinero.
Traducid “vicio” por todo eso que uno lleva en la recámara de su amor propio y que –desde luego- no es recto. Aquí hay kilómetros de tela que cortar, por la capacidad enorme que tenemos de autoengaño y autodefensa.
Traducid “bebida” por esa “borrachera” de amor propio, por la que no se cede ante nada, o por la que uno se mete en su caparazón o sus afectos y desafectos (desordenados) y no sale ni que le pinchen,
Traducid “el dinero” por ese PODER “infinito” del YO, que siempre se queda encima y pretende “comprarlo todo” para quedarse con la suya.
Jesús está claramente advirtiendo que el problema es que, embotados, no advertimos que llega el Hijo del hombre, el Evangelio de la Salvación, la Verdad del Espíritu…
Y sin embargo HAY QUE MANTENERSE EN PIE ANTE EL HIJO DEL HOMBRE. No doblegados ante el “yo” y ante el embotamiento que nos impide ver las cosas, nos rodea de una penosa ceguera…, y acaba picándonos el bicho que muy fácilmente pudimos espantar si llegamos a estar siquiera “dormidos.

5 comentarios:

  1. ANA María1:26 p. m.

    es prueba

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  2. POR ALGÚN SITIO SE EMPIEZA. Y si ya está la prueba conseguida, el resto irá saliendo. AHORA TOCA COMENTAR. La vida no es rectilínea, ni las persona INFALIBRES NI OMNISCIENTES, gracias a Dios).
    Por eso todo puede tener su comentario, su acento, su enriquecimiento. ADELANTE, PUES.

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  3. ANA MARÍA ALESANCO6:27 p. m.

    La palabra TREN del Título me sugiere (después de tantos cuernos, dientes y garras de dragones infernales)el "TREN DE LA VIDA", que nos lleva directamente a los brazos del PADRE, y al CORAZÓN DE JESÚS"... TREN más o menos rápido, TREN más o menos cómodo, a través de lluvias y tormentas, pero con alguna que otra parada en el camino para "coger algunas florecillas del campo"... gozar de la naturaleza... hasta OIR (en vez del silvido del tren anunciando su llegada...)la VOZ DULCÍSIMA DE JESÚS: "VEN"..."Con qué cariño te espero... con mi perdón, con mi MISERICORDIA, con mi AMOR INFINITO, ETERNO... sí, para mí, ahí estará JESÚS, como mi PASTOR BUENO... QUE ME AMÓ y se entregó por mí...Gracias, SEÑOR, hasta cuando TU QUIERAS...

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  4. Me alegra leer su comentario, Ana María. Un abrazo.

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  5. Ese QUE NO SE EMBOTE VUESTRA MENTE es interesante.

    Según el diccionario significa en primer lugar, debilitarse. También entorpecerse. Es decir QUE NO SE EMBOTE VUESTRA MENTE, nos está alertando a cuidar de nosotros mismos en el sentido de que "NO NOS DEJEMOS VOLVER INTERIORMENTE TORPES".

    ¿Cómo se puede volver uno así?

    Cayendo en la materialidad de la vida. Eso, según la Palabra de Dios, es UNA TRAMPA.

    Una trampa no se ve, pero cuando se cae en ella, es muy peligrosa, y así nos habla el texto de San Lucas. Nos habla en clave de PELIGRO. Un peligro que está ahí para todos los habitantes de la tierra, y en el que acabaran sucumbiendo todos aquellos que no quieran optar por la advertencia del Padre bueno, que no quiere que nadie caiga en la TRAMPA. Por eso nos avisa.

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