sábado, 19 de abril de 2014

Liturgia del SÁBADO SANTO

Liturgia de la VIGILIA PASCUAL
             Una oscuridad de muerte abre esta Liturgia. Y se iluminará a través del CIRIO PASCUAL encendido, que representa a CRISTO RESUCITADO. Y va impartiendo vida y luz, y alegría y consuelo hasta estallar en el PREGON PASCUAL, que empieza con esa palabra jubilosa:  Exulten de gozo los ángeles…
             Luego, como sosegando la emoción, las lecturas de la Historia de la Salvación van explicando lo que esta liturgia ha celebrado: una nueva creación como aquella primera…, ¡y más! Una liberación providencial por el agua, de aquel pueblo que estaba esclavo y oprimido en Egipto, y que Dios lo libera con una cadena de hechos prodigiosos: su “presencia” en la Columna de fuego y humo, y en el mar que deja paso a los hijos de ese pueblo…, y arrastra caballos, carros y jinetes de los que esclavizaban. El AGUA es elemento fundamental, y abre paso a lo que un día será el Bautismo salvador (esta Vigilia es eminentemente bautismal).
             Isaías conducirá a la esperanza de una  ALIANZA de Dios con su Pueblo, comenzando otra vez por la referencia al agua: “Oíd, sedientos todos, acudid por agua…” Para pasar a la idea –tan lejana aún para el tiempo del profeta- de una Alianza perpetua. La que Ezequiel va a expresar como algo que está mucho más allá de mandamientos y preceptos de tablas de piedra, porque va a ser escrita en los corazones, infundida por el Espíritu de Dios.
             Y saltará al Nuevo Testamento, con la lectura de San Pablo que escribe a los fieles de Roma, estableciendo un paralelismo entre la muerte de Cristo con el agua del Bautismo que arrasa a los enemigos y hace emerger a los que creen en su Resurrección. MUERTE-RESURRECCIÓN, ese binomio inseparable en la vida del creyente cristiano. Por eso, renovará sus compromisos bautismales, confesará su fe, y dará paso festivo a la CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA, la fiesta mayor –incomparablemente mayor- que puede celebrar la fe y las personas de fe que han vivido este triduo, con tantos avatares…, pero que devuelve a la maravilla del HOMBRE NUEVO, el que se va haciendo en justicia-santidad, recorriendo ahora la órbita misma de Cristo en su vida, en su pasión en su resurrección. Esa resurrección que en el creyente tiene un nombre nuevo y muy concreto LA RENOVACION DE SU MENTE, de su vida, de su persona.

Tras esta entrada hay dos más, hoy Sábado Santo:
El Vía Crucis del Papa,

La entrada correspondiente a este día de luto, dolor y espera.

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