martes, 4 de diciembre de 2018

4 diciembre: Adviento es alegría


Primer Viernes el 7
5’30.-Acto.- 6’30. Rosario.-6’50. Exposición y Hora santa.- 7’30: Misa

Liturgia:
                      Martes de 1ª semana de adviento.
          Primera lectura (Is.11,1-10), toda ella excitando al optimismo. Estamos ante un período de expectación y esperanza. No es tiempo litúrgico propiamente penitencial, como es posible que susciten los ornamentos morados. Es un tiempo abierto a la alegría de la espera, esa que se desarrolla en tres niveles: el más inmediato y no el más importante en su contenido, que es disponernos al nacimiento del Hijo de Dios en Belén. Otro, de suma urgencia y realidad: nos preparamos y disponemos a nuestro personal encuentro con el Señor, que vendrá a nosotros, y al que nosotros hemos de salir a su encuentro con la cabeza bien levantada. Y entre una y otra, las múltiples venidas del Señor, bajo mil apariencias diversas, que son gracias y visitaciones con las que nos quiere ir enriqueciendo y haciéndonos caminar hacia el último encuentro.
          Yendo al texto, tenemos diversas manifestaciones de esa alegría: Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Anuncio mesiánico.
            Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Lo inspirará el temor del Señor. Siempre que en la Biblia aparece la palabra “temor” referida a Dios, hemos de estar con el chic preparado para leer: AMOR. Lo que distinguirá al Mesías será el amor. Lo que nos conducirá al Mesías, es el amor. Y en esa línea, No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
            La justicia será ceñidor de sus caderas, y la lealtad, cinturón de sus caderas. “Justicia”, otro término que expresa un sentido mucho más comprensible en la palabra: bondad, misericordia, acogida. Y eso enmarca lo que viene a continuación: Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león con el buey comerá paja. El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Comparaciones todas muy orientales pero que dejan una sensación de paz y convivencia, aún de los aspectos más extremosos que vendrán a unirse bajo la presencia del Mesías.
            Dicho en lenguaje muy comprensible, continúa la lectura diciendo: Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar. “Conocer al Señor” no es un mero conocimiento externo. “Conocer” bíblico es entrar en el corazón de la persona y experimentar la atracción profunda del marido hacia la esposa. Es un conocer íntimo.
            Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada.

          Atraído por esa lectura, se escoge el evangelio del día, que está tomado de Mt.10,21-24, en el que se recogen las exclamaciones de gozo del Corazón de Cristo que, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las revelado a la gente sencilla. La alegría profunda del espíritu la entiende el alma sencilla. Y la espera de esa llegada del Señor es precisamente la que produce esa alegría: viene el Hijo del hombre a mostrarse a nosotros. Ese es el adviento que empezamos a recorrer. Con esa alegría se llega al conocimiento del Padre, llevado por la acción de Jesús, que quiere revelarnos al Padre. Y por la acción del Padre, por su Gracia, podemos llegar al conocimiento de Jesucristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡GRACIAS POR COMENTAR!