domingo, 7 de mayo de 2017

7 mayo: La Puerta de las ovejas

Liturgia: la puerta de las ovejas
          San Juan  juega hoy con el ejemplo bien conocido por aquellas gentes, del aprisco al que hay que entrar por la puerta, porque es la manera normal de entrar el que es de la casa. Quien no es de la casa, salta la tapia. Pero el que salta la tapia viene a robar y hacer estrago. En cambio el que viene a su casa, entra por la puerta. El guarda lo conoce y le abre la puerta para que entre por ella.
          Pues yo soy la puerta de las ovejas. Entro, pues, en mi casa, porque a mí me han encomendado el cuidado de las ovejas.
          Cuando el pastor sale con sus ovejas, las ovejas le siguen sin forzarlas. Va delante; las conoce por su nombre, y ellas conocen su voz. Las conduce a buenos pastos. A un extraño las ovejas no le siguen porque no conocen la voz de los extraños.
          Todo esto ha sido un ejemplo con el que ha querido mostrar que el cuidado de la gente sólo lo tiene él, porque a él le importa la gente. Y lo que han tenido hasta allí han sido malos pastores, que tacha de bandidos y ladrones porque no han ido a dar los buenos pastos a los fieles sino a aprovecharse de ellos. Él, en cambio, viene para que tengan comida abundante.
          Es todo un capítulo en el que Jesús se compara al Pastor Bueno anunciado desde antiguo por Dios. Pero los ciclos litúrgicos A, B y C han dividido la materia y hoy queda solamente esta imagen de la “puerta”.

          Tendríamos que ver una aplicación concreta en la 1ª lectura –Hech 2, 14.36-41- en la que Pedro con los Doce dirige la palabra a los judíos de Jerusalén y les hace historia de lo que han hecho con Jesús, al que mataron ellos pero al que Dios lo resucitó y lo constituyó Señor y Mesías. Como Pedro es seguidor de Jesús y por tanto también entra por “la puerta del redil” y cuida de las ovejas, aquellas personas que le oyen se sienten tocadas en su interior y preguntan a Pedro qué es lo que tienen que hacer para contrarrestar lo que habían hecho anteriormente.
          Y Pedro les responde con una doble solución: Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados. Paso, pues, primero en esos nuevos pastos a los que Pedro conduce a aquel rebaño es LA CONVERSIÓN o cambio de actitud –apertura a los caminos trazados por Jesús- y BAUTISMO o consagración en el nombre de ese mismo Jesucristo a quienes sus correligionarios habían matado. Y el resultado final será no solamente esa obra que ellos realicen sino la venida sobre ellos del ESPÍRITU SANTO, para que se realice plenamente en ellos la promesa de Dios, que es promesa de salvación. Y se convirtieron 3,000 judíos a la causa de Cristo
          Hay un paso que dar, al que exhorta Pedro y que puede ser muy actual para nosotros, porque Pedro les dice: Escapad de esta generación perversa. No queda lejos de nosotros esta llamada, porque el problema más fuerte que tenemos encima nosotros no es el de que se puede pecar –siempre será una realidad que la criatura puede pecar-; el problema radical es que estamos metidos en una generación perversa, con unos criterios erróneos, con unos modos de concebir la vida en que parece que todo da igual y que basta poner unos pocos parches a través de la confesión y seguir funcionando como antes. Pues esa no es la solución: hay que escapar de esta generación perversa, de este modo de tomar la vida como si todo fuera igual y no hubiera nada malo, y todo fuera permitido.

          Quiero imaginar que María llevó muchas veces a Jesús Niño a ver aquellos rebaños y aquellas maneras de actuar de los pastores, y que a Jesús se le fue grabando como una fotografía de aquellas diversas actividades y modos con que los pastores cuidaban de sus ovejas. La imagen del pastor atravesado entre las jambas de la puerta con su cayado a modo de barra de cierre para evitar que las ovejas saliesen, debió grabarse en la retina de Jesús, y que le sirvió después para sentirse él mismo ese pastor-puerta que cuida así a sus ovejas, antes de sacarlas a pastar a los buenos pastos, como la labor de cada día que tanto representaba la imagen que venía desde antiguo del pastor que es Dios para su pueblo.

          Es precisamente esta vuelta al pasto de la EUCARISTÍA, adonde nos lleva la liturgia de hoy, que sintetiza el mensaje de este domingo, para que sepamos escuchar la voz inconfundible del pastor, que nos quiere conducir por ese camino nuevo que desemboca en él mismo.






          Pedimos al Señor.

-         Para que el Papa y sus colaboradores sean PUERTA abierta a la entra de Jesús, Roguemos al Señor.

-         Por los sacerdotes y cuantos tienen la misión de cuidar de la grey de Dios, Roguemos al Señor.

-         Para que sepamos huir de esta generación perversa que vive al margen de la enseñanza de Jesús, Roguemos al Señor.

-         Para que busquemos alimentarnos de los buenos pastos del Evangelio, Roguemos al Señor.

-         Para que aprendamos a distinguir la voz de Cristo de las otras voces que engañan y hacen estrago, Roguemos al Señor.



Sigamos el ejemplo de aquellos que preguntaron: “¿qué tenemos que hacer?”, y así abramos nuestros sentimientos a esa conversión que nos haga más sinceros con nuestra fe.

          Por Jesucristo N. S.

1 comentario:


  1. Te rogamos,¡óyenos!
    Hoy Jesús se presenta como la puerta de las ovejas. Con Él pueden entrar en el redil y quedarse allí, seguras; o pueden salir a buscar buenos pastos...Cuando las ovejas salen, Jesús va con ellas y se convierte en un buen Pastor. Camina delante de ellas para que encuentren los buenos pastos. Las ovejas lo siguen, las llama y ellas conocen su voz, jamás las engaña y ellas se fian totalmente.Conviene que revisemos cómo es la imagen que nos hemos hecho de Jesús, porque determina nuestro tipo de relación con Él.No es bueno que tengamos una imagen de un Jesús, Juez que castiga. Este no es el tipo de relación qque Jesús quiere tener con los hombres. Él nos ofrece un vínculo mucho más afectivo, vital y completo.

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