jueves, 11 de mayo de 2017

11 mayo: Lo que es una madre

Madre amable
          Digo yo que –en circunstancias normales- sobraría esa advocación. Porque si es madre, es amable. Aunque las cosas se han puesto de tal manera que habrá que explicitar: si es verdadera madre, es amable. Y yo me pregunto cómo se ha llegado aquí. ¿Qué ha ocurrido para que haya que hacer distinción en esa realidad de MADRE? Llega a preguntarse Dios con verdadera extrañeza si es posible que una madre pueda olvidarse del hijo de sus entrañas… Es que en el Corazón de Dios no cabe esa posibilidad. Una madre es madre hasta dar la vida, no sólo en el parto sino también cuando en el parto corre peligro su vida…, o después del parto, durante su vida entera. Y Dios se responderá, casi como en el caso de lo imposible, que aunque una madre pudiera olvidarse del hijo de sus entrañas, él nunca se olvidará. O sea: sólo hay algo por encima del amor de una madre, ¡de una madre!, y es el amor de Dios.
          La Virgen María es invocada como MADRE AMABLE y admirable. Podemos tener la plena certeza de que ella nunca va a olvidar a ninguno de sus hijos. Recibidos como tales en el Calvario, (entre dolores de parto), María los va a tomar a todos como suyos, y el amor que ella va a poner se extiende por los siglos, y cada uno de nosotros podemos estar bien seguros de tener una madre, y una madre absolutamente AMABLE porque aunque algún hijo pueda separarse de ella, ella no lo va a dejar perder.
          Comenta la leyenda el caso de aquella madre que un hijo quiere matarla y la lleva en un saco a las espaldas; el muchacho tropieza y cae, y desde el fondo del saco se oye una voz: “Hijo, ¿te has hecho daño?”.
          La madre es siempre amable. Bueno: hay madres que no son madres… Se comportan mal. Maltratan, son egoístas, y hasta matan a sus hijos. Y sin embargo, SIEMPRE SON MADRES. Y donde no puedan ser salvadas por sus obras, dice la Sagrada Escritura que “serán salvadas por su maternidad”.
          Rindamos un homenaje de amor a nuestras madres…, y donde no se pudiera hallar toda la belleza de lo que es una MADRE, nos refugiaremos en el corazón maternal de MARÍA, MADRE AMABLE y acabaremos descubriendo el valor de nuestras madres.

          Nos metemos en San Juan en el cap. 13, después del lavatorio de los pies. Vamos a los vv. 16 al 20. Jesús advierte que el discípulo no es más que su amo ni el enviado más que el que le envía. Ahora toca que eso que deben saber muy bien, lo pongan en práctica. La realidad es que la práctica exige mucho más que el conocer, pues el sólo conocer es fácil a todos. El problema real empieza cuando lo “sabido” hay que realizarlo y ponerlo en obra.
          La prueba es Judas, quien ha sabido todo igual que los demás, y sin embargo no todos vosotros sois iguales; yo sé bien a quiénes he elegido, pero ‘el que compartía mi pan, me ha traicionado’. Y os lo digo antes de que suceda, para que cuando suceda CREÁIS QUE YO SOY.
          ¡Con qué dolor tuvo que pronunciar Jesús esas palabras! Es algo así como aquella madre: “Hijo, ¿te has hecho daño?”. ¡Qué más quisiera Jesús que Judas no se precipitara en el abismo, y eso aun cuando Judas llevara ya a cabo su traición! Verdaderamente a Jesús también se le podría decir “Madre amable” porque su Corazón fue siempre el corazón de una madre…, de una MADRE AMABLE, de las que siempre se dan a favor del hijo. Sabía Jesús muy bien el doloroso “testamento” que encargaba a María en la cruz, cuando le hace sufrir el trueque de él, el Hijo de las entrañas de María, por esos otros “hijos”: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Pero Jesús sabe muy bien que su madre es de corazón pleno y así acaba dejándole aquella manda, tan desigual.

          Así, en efecto, concluye Jesús hablando del Corazón de Dios, Corazón de Padre, quien se vuelca en amor infinito al que recibe a Jesucristo o a un enviado de Jesucristo.

1 comentario:

  1. Lo que es una MADRE:....La madre siempre es AMABLE. Hoy hay unas madres que no son tan amables; que son capaces de matar al hijo de sus entrañas. Estas madres no son madres, se portan mal y la sociedad no puede perdonar sus crimenes pero, SIEMPRE SON MADRES, (P.Cantero) Y, AUNQUE NO PUEDEN SER SALVADAS POR SUS OBRAS, DICE LA SAGRADA ESCRITURA QUE "SERÁN SALVADAS POR SU MATERNIDAD".
    Al abrirse el mes de Mayo, el corazón de los cristianos se abre espontáneamente a la Madre del cielo con la ilusión de unirse más a Ella y dedicarle sus oraciones especiales: el Mes de Mayo, consagrado a María por antigua tradición, el Santo Rosario y las Jaculatorias especiales, llenas de ternura para la Madre del cielo.¡Qué dulce es encontrarla en nuestro desierto espiritual- duro a veces-! Una Madre, sana el corazón herido por las tempestades y te anima a continuar con energía, lleno de esperanza.

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