jueves, 22 de octubre de 2015

22 octubre: Fuego en la teirra

Liturgia
          Exhorta San Pablo a los fieles e Roma (6, 19-23) a un vuelco en sus vidas: si antes fuisteis esclavos del cuerpo, con la impureza y la maldad, ponedlo ahora al servicio del Dios libertador, para que os santifiquéis. Emancipados ahora del pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos de santidad. El pecado paga con lka muerte, Dios regala la vida.
          La verdad es que poco puede explicarse de lo que está tan bien expresado. Sólo volver a aclarar que “cuerpo” no es en Pablo la materialidad “carnal” del cuerpo como contrapuesto al espíritu (al alma). “Cuerpo” es todo lo que hay en la persona que se deja llevar hacia lo bajo, lo cómodo, lo placentero, lo contrario a lo que eleva a la persona. El “hombre carnal” (=hombre viejo, criatura vieja) se opone al “hombre espiritual” (=hombre espiritual, hombre nuevo, criatura nueva) que se mueve en dirección a Dios y según los planes de Dios. El primero es el que lleva a “muerte” (=pecado mortal). El otro es el que se va renovando de día en día en justicia y santidad.

          El Evangelio (Lc 12, 49-53) es la expresión de los impulsos de Jesús hacia su pueblo: ¡ansias de verlo salvado, emprendido por el fuego de amor que lleva en su alma!: He venido a traer fuego a la tierra, ¡y qué ansias de verlo ya ardiendo! Y eso que tal incendio le supone a Él pasar por un bautismo que le costará la vida.
          Si pudiéramos comprender –siquiera de lejos- esta quemazón apostólica del Corazón de Cristo, sentiríamos nosotros que nos acucia también un celo por la conversión del mundo…, porque el mundo se pliegue a la voluntad salvadora de Dios. Veía Jesús a su pueblo tan apartado del verdadero camino, tan lejos de mirar a Dios por sí mismo, que le ardían las entrañas y desearía pasar ya por su bautismo de sangre con tal que ese pueblo abriera su alma a Dios. Y en ese pueblo (que en la concepción judía es “el mundo entero”) estaba el orbe, estábamos nosotros, estaban todos los tiempos.
          Pero Jesús es muy consciente de que este paso va a costar heridas y muertes, luchas y contradicciones. Sabe que ante la presentación de su programa y de sus condiciones, va a producirse una división dentro de las mismas familias, en las que unos van a decantarse por el proyecto de Jesús, y otros por lo contrario. Las familias van a quedar divididas ante seguir o no seguir a Jesús; entre aceptar su evangelio y combatirlo; entre el amor y el odio… Y eso lo expone –en forma muy oriental. Personificándolo en madre e hija, padre e hijo, nuera y suegra… Para que no se confunda nadie y sepa que Jesús es muy consciente de esa manera tan distinta de reaccionar que se va a producir ante la presentación de su mensaje.

***

          Voy a faltar a la cita los próximos tres días: 23, 24 y 25. Y lo siento, porque tenemos en la liturgia temas muy interesantes y de los que gusta tratar. Pero voy a encerrarme con un grupo de matrimonios para, en plan de retiro y reflexión, buscar los caminos de Dios. Y allí donde voy no hay Internet y no podré enviaros mi aportación diaria.
          A cuantos seguís el blog os pido oraciones de apoyo, para ellos (para que se encuentren con Dios en esas profundidades en las que Dios mejor se manifiesta) y para mí, que pueda tener el acierto en la exposición y la unción para trasmitir.
         

          El blog sigue activo y lo tenéis a disposición para cuanto queráis participar y colaborar en darle vida y mostrar que también en vosotros se dan esas ansias de que el mundo arda…; que no estáis pasivamente esperando que os den sino que lleváis dentro el celo apostólico que está vivo en vuestro bautismo, y que tenéis –por tanto- algo que decir, que comunicar, que expresar, que actuar activamente.

3 comentarios:

  1. Ana Ciudad1:17 p. m.

    ATRIBUTOS DE LA IGLESIA CATÓLICA .
    Unidad, Santidad, Catolicidad, Apostolicidad.


    UNIDAD._No hay Iglesia que pueda clamar ser de Cristo, si todos sus miembros no creen las mismas verdades, verdades de Dios,eternamente inmutables y las mismas para todos los pueblos. En la Iglesia Católica,todos creemos lo mismo :Obispos, Sacerdotes niños ,jóvenes,mayores,americanos ,franceses, japoneses,blancos o negros..Cada católico, esté donde esté, quiere decir exactamente lo mismo cuando recita el Credo de los Apóstoles.
    No sólo estamos unidos en lo que creemos, también, porque todos estamos bajo la misma autoridad.Jesucristo designó a San Pedro,pastor supremo de su rebaño y tomó las medidas para que los sucesores del Apóstol hasta el final de los tiempos, fueran cabeza de su Iglesia y custodio de sus verdades.La lealtad al Obispo de Roma, será siempre el centro de nuestra "unidad".Donde esté Pedro, allí está su Iglesia.
    Estamos unidos en el culto; tenemos un sólo altar, sobre el que Jesucristo renueva todos los días su ofrecimiento en la Cruz. Un católico donde quiera que vaya, África,,India, Alemania, o Sudamérica ...siempre encontrará la misma misa ,los mismos sacramentos.
    Una fe, una cabeza,un culto.Es una "unidad" que sólo puede encontrase en la Iglesia Católica.
    SANTIDAD._La santificación de los hombres es la finalidad definitiva de la Iglesia. Difícilmente pudiera la Iglesia realizar este cometido, si ella misma no fuera "santa" y poseyera los medios de santificación. Y, pese a que en la tierrabobernada y compuesta por pecadores, la Iglesia es nativa e indefectiblemente "santa" ,es decir ,sin mancha por la presencia deb Dios en la entraña de su ser.
    La Iglesia demuestra ser "santa" en cuanto santificadora, es decir,por los abundantes frutos de santificación que ha producido desde su origen, hasta hoy.
    El testimonio más patente son las vidas de las muchas personas que la Iglesia ha canonizado, esto es,ha reconocido como ejemplo de virtudes cristianas para lo demás fieles, en especial el de la Santísima Virgen a quien invocamos como Madre de la Iglesia.

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  2. Jesús ha venido a prender fuego en el mundo: el fuego de los cambios, el fuego de la Revelación; ha venido a contarnos que Dios es nuestro Padre y que nos ama. Ha venido a traernos el fuego ardiente y purificante del Espíritu Santo; y, ¡ojala´estuviera ardiendo!. No está ardiendo porque los hombres y las mujeres somos frios o muy tibios. Recibimos gracia tras gracia de Dios y no nos fijamos, no se lo agradecemos.Y, Jesús sigue diciendo:"Tengo que pasar por el bautismo..., qué angustia hasta que se cumpla..!. Pero Él quiere que se cumpla, quiere cumplir la voluntad del Padre, quiere redimir al hombre; pero su naturaleza humana se revela, siente temor...siente angustia...El Señor también ha venido a traernos la Paz, pero nos habla de conflicto y divisiones en la misma familia; y, aquí ya entramos en el tema de la libertad humana, porque el aceptar el Evangelio es estrictamente personal.Seguir a Cristo es apostar por la Verdad, por el amor, la justicia, la caridad, la paz, es luchar contra el pecado; es ponerse al servicio de un mundo más feliz , justo y solidario,y, necesariamente entraremos en conflicto con los intereses económicos, políticos, familiares...surgirán todos los egoísmos, envidias que el diablo nos irá poniendo por delante para hacernos caer...Pero ahí está Él, iluminando nuestra oscuridad; permitámosle que nos transforme e incendie nuestras vidas, que ilumine nuestra frialdad y que nos deje unirnos a Él con pasión para no dejarle nunca.

    Padre, gracias por ofrecernos el Blog, ya lo supervisará cuando vuelva. Yo le echaré de menos, porque, usted, por la gracia de Dios ha tocado muy en lo profundo de mi corazón. Usted puede llegar al corazón de esos matrimonios. Un abrazo y que Dios los acompañe. MªJosé Bermúdez.

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  3. José Antonio4:55 p. m.

    Mi oración para que ese encuentro sea fructífero para esos matrimonios y, que estos sean expresión viva de Familias Cristianas que siguen el Evangelio desde este santo Sacramento. Gracias a todos los que nos enriquecen con sus aportaciones en este espacio diario que, al menos por mi parte, es diariamente visitado. En comunión de oraciones.

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