domingo, 7 de junio de 2015

7 junio: CORPUS CHRISTI

Jesús HOSTIA SANTA
          Jesucristo sale por las calles de muchas ciudades, envuelto en los velos del Sacramento, majestuoso desde su PRESENCIA REAL. Quien mira con ojos penetrantes de fe, descubre la presencia viva del Corazón de Cristo. Hoy, con una solemnidad especial, ese Corazón de la Eucaristía va a asomarse a las ciudades y pueblos de la geografía.
          CORAZÓN DE JESÚS: métenos dentro de tu Corazón. Tú has inventado el mejor procedimiento para ello, que es meterte tú en nuestro corazón. Infunde en nosotros tu sentir; pon en nosotros tus deseos; mueve nuestros corazones hacia el bien de los que nos necesitan y que nosotros podemos y debemos atender. Haznos ser hostia que aproveche a los demás. Porque será la manera correcta de acercarnos a tu Eucaristía.

LITURGIA DEL CORPUS
          Se abre con una lectura del Antiguo Testamento. [Ex 24, 3-8]. Moisés ha bajado del Sinaí y comunica al pueblo lo que le ha dicho el Señor. El pueblo responde: Haremos cuanto ha dicho el Señor. Moisés pone por escrito todo el documento. Se levanta temprano y levanta un altar en presencia del pueblo. Y sobre el altar ofrece sacrificios y holocaustos. Querría Moisés poder ofrecerse a sí mismo, pero él no puede dar su vida; no tiene derecho sobre ella. Utiliza sangre de animales como quien dice: si yo pudiera…; pero te ofrezco lo que tengo. Lee entonces ante el pueblo el documento escrito y rocía con sangre de aquellos animales ofrecidos. Y dice: ésta es la sangre de la alianza que el Señor hace con vosotros sobre todos estos mandatos.
          El Evangelio de hoy (Mc 14, 22-26) nos pone delante a Jesús que toma un pan y lo bendice y da a comer a sus apóstoles: Tomad: esto es mi cuerpo. Y luego toma una copa de vino y se la pasa a ellos: Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Y la 2ª lectura (Heb 9, 11-15) nos hace la transición de una alianza a otra: la primera está hecha con la sangre de una becerra, y ya tiene el valor de servir a un pueblo como expresión de alianza de Dios con el hombre. ¡Cuánto más si ahora nosotros tenemos firmada la Alianza nueva con la Sangre de Jesucristo! Por eso Él es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza, y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

          Qué inmensa fiesta es la de hoy. Qué momento tan gozoso de nuestra fe. Aquel día Tomás se rindió ante el Resucitado y, aunque palpando al hombre, reconoció al Señor mío y DIOS MÍO. Hoy nosotros nos rendimos ante el SCRAMENTO DE JESUCRISTO EUCARISTÍA y “tocamos y palpamos” al propio Señor mío y Dios mío. Más allá de lo que nos ofrecen los ojos o el paladar o el olfato…, más allá de la mera razón, la fe nos hace sentirnos creyentes del misterio inaudito de Jesucristo hecho Hostia. Y caemos rendidos ante la Sagrada Forma.

          Y el sacerdote se siente inmenso y –a la vez- perdido ante ese milagro que tiene cada día entre sus manos: repite las palabras de Jesús sobre el pan y sobre el vino, y en un instante misterioso e inaudito, ya no tiene pan ni vino: está rendido ante la Presencia misma de Jesús, que ha obedecido a las palabras del Sacerdote y se ha hecho presencia viva. Está Jesús en su Cena Pascual, en su Calvario y sacrificio… EN ESE ALTAR CONCRETO Y A TRAVÉS DE ESE SACERDOTE CONCRETO… He ahí la maravilla del amor de Jesucristo…, del Corazón de Jesucristo.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad1:47 p. m.

    Te adoro con fervor,Deidad oculta,
    que estás bajo estas formas escondido,
    a Ti mi corazónse rinde todo entero
    y desfallece todo si te mira.
    Se engaña en Ti la vista, el gusto ,el tacto
    mas tu Palabra engendra fe rendida
    cuánto el Hijo de Dios ha dicho, creo,
    pues no hay verdad ,cual la verdad divina.
    En la Cruz la Deidad estaba oculta,
    aquí la humanidad yace escondida
    y ambas cosas creyendo y confesando
    imploro yo lo que imploraba Dimas.
    No veo como vió Tommás tus llagas
    mas por su Dios te aclama el alma mía
    haz Señor que siempre en Ti yo crea
    que espere en Ti ,que te ame sin medida.
    Oh memorial de la Pasión de Cristo
    oh PAN VIVO que al hombre das la vida
    concede que de Ti mi alma viva
    y goce de tus célicas delicias.
    Jesús mío, pelícano piadoso
    con tu Sangre mi pecho impuro limpia
    que de tal Sangre,un gota puede
    todo el mundo salvar de su malicia.
    Jesús a quien ahora miro oculto
    cumple Señor lo que mi pecho ansía
    que a cara descubierta contemplándote
    por siempre goce de tu clara vista.


    ResponderEliminar
  2. El Corpus nos ofrece la mejor oportunidad de reflexionar sobre el don de la Eucaristía, sobre nuestras vivencias personales y comunitarias y la incidencia que tiene en nuestro entorno. Creo que es muy bueno reflexionar sobre Dios, el gran Aliado del Pueblo de Dios que selló su Alianza con la sangre de aquellos sacrificios con la que firmó su compromiso de fidelidad con los hombres; compromiso que Él jamás ha roto. Nosotros, a pesar de nuestra respuesta dada a Moisés: "Haremos todo lo que dice el Señor", alguna vez no le hemos sido fieles.

    Moisés es el que anda siempre buscando a Dios; quiere conocerlo, saber cómo se llama para poder dirigirse a Él llamándolo por su Nombre. Moisés , sin darse cuenta , quiere poseer a Dios. Y Dios le manifiesta su Nombre; no es un nombre complicado; pero sí misterioso: YO SOY... Dios es AMOR. Moisés, al oirlose echó por tierra.Moisés busca a Dios con toda su alma, se deja interpelar por Él y se abre a su Presencia. Dios le sale al encuentro, le manifiesta su Nombre y su Gloria y lo envía a su pueblo como libertador y como testigo.. Jamás verá a Dios Cara a cara, sino envuelto en la nube o interponiendo la mano(Ex,33-32)

    Dios se deja encontrar; pero hay que subir a la montaña o al desierto, acercarse al hermano que sufre y vaciarse de todo lo que no es Dios. Se puede manifestar de muchas formas... no lo vas a ver cara a Cara; pero si tú quieres encontrarlo, Él que conoce tu corazón, si lo deseas de veras, se te mostrará cuando menos lo esperes y tú sabrás que era Él; y, te dejará unas seguridades que no las vas a perder nunca.. De hoy para mañana vas a perder el gusto por lo mundano y solo te va a hacer feliz lo trascendente y lo que tiene sentido. Cuando Dios se manifiesta el hombre" enloquece".Si no nos hubiera dejado la Eucaristía, sería insoportable la vida; sería una vida de continua zozobra entre el "ya" y el "todavía no".

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!