miércoles, 24 de junio de 2015

24 junio: SAN JUAN BAUTISTA

Justicia y amor
          Eres misericordioso porque eres justo, y eres justo porque eres todo misericordia, Corazón de Jesucristo. Tu amor infinito es la medida de tu Corazón: ancho, largo, alto, profundo… Tú eres el metro-patrón del amor cristiano porque es cristiano quien ama como Tú has amado.
          Haznos justos, santos, leales y fieles, abiertos al amor. Danos la capacidad de amar sin buscar recompensa, de amor a fondo perdido, de amar a quienes no nos aman. Sabemos que tú nos amas y que tú amas a los demás. Y queremos que esa sea nuestra medida de personas justas, con esa otra justicia divina que mostraste en la parábola del hijo perdido.
          Esperamos tu abrazo y queremos saber abrazar.

LITURGIA DEL DÍA: Nacimiento de San Juan Bautista
          Es el único santo de quien se celebra el nacimiento (de todos los demás se celebra su muerte). Juan Bautista fue lleno del Espíritu Santo en el vientre de su madre y, por tanto, cuando nace ya nace santificado. De ahí que se celebre su nacimiento. [Los otros dos nacimientos que se celebran son el de Jesús y el de María (concebida ya sin pecado original)].
          Al hablar de Juan Bautista no caben muchas originalidades porque siempre gira su personalidad alrededor de unas afirmaciones básicas: El Precursor (o anunciador del Mesías, para preparar su llegada); el mayor de los nacidos de mujer (hasta la llegada de Jesús), el que no se ve digno ni de ser un esclavo de Jesús para atar su sandalia.
          La liturgia del día empieza con un evangelio del nacimiento del niño y el momento de imponerle el nombre (el que anunció el ángel, nombre dado por Dios: JUAN, o misericordia de Dios), aunque les resulte tan extraño a los familiares y amigos.
          Una primera lectura que alude a la elección de Dios, desde el vientre materno (en realidad desde antes), a quien Dios destina a ser iluminador de pueblos, porque abre el camino a la llegada del Mesías, antorcha y luminaria que cambia la historia.
          Y la 2ª lectura, una síntesis de la historia de la salvación: se refiere a Jesús, como Salvador de Israel, pero que va precedido por Juan, quien impartió un bautismo de penitencia, a través de la cual el pueblo de Israel debe quedar bien dispuesto para recibir al Mesías.

          La figura de Juan es la de un hombre hirsuto, adusto, parco en su comida y bebida, exigente en su predicación, seco en palabras, exacto en el mensaje aunque le cueste la vida, concreto en sus enseñanzas según los destinatarios. Jesús lo describe como hombre recto que no se doblega, que no viste ropas de seda –de hecho se cubre con una piel de camello-, ¡uno que es más que profeta! ¿Qué se puede decir más?

          Es de las fiestas en las que siempre habrá que decir lo mismo, con grandes ponderaciones por la categoría de persona que tenemos delante. Siempre daremos vueltas alrededor de las mismas afirmaciones. Y en un salto teológico, su agua de bautismo será un anuncio de aquella otra agua del costado de Cristo, que constituye al bautismo cristiano sacramental, aquel bautismo en mi sangre, por el que se renace nuevamente para ir ya hacia la posesión del Reino de Dios.

2 comentarios:

  1. Corazón de Jesucristo, nada deseo tanto como el ser abrazada por TÍ; ya estoy procurando romper con todo lo que te incomoda; pero, ¡tú me conoces perfectamente..!

    Si nos ejercitamos en el Amor, Dios no solo mora en nosotros, sino que, siendo Él Dios Vivo, vive en nosotros: vive su vida íntima y trinitaria. Vive en nosotros el Padre, que, contínuamente engendra al Hijo, y vive el Padre y el Hijo de los cuales, incesantemente,procede el Espíritu Santo.Y, ¡nuestra alma es su cielo!

    ¿Para qué vive la Santísima Trinidad en el hombre? Para invitarle a ser santo. El Padre engendra en él al Hijo y se lo entrega para hacerle hijo suyo. El Padre y el Hijo expiran en él al Espíritu Santo y se lo dan para que él que es el término y el vínculo de su amor y de su unión, sea también el vínculo del amor y unión del hombre con la Santísima Trinidad-..Las Tres Personas divinas están en el creyente que las acoge y se adhiere a su vida a través de la Fe y de la Caridad.Por fidelidad al Bautismo, nos unimos al Padre que nos recibe en sus Brazos y con su fuerza todo poderosa, nos lleva a la contemplación y amor del Hijo, tal como el propio Hijo nos ha revelado:"Nadie puede venir a Mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae".Se une al Hijo que lo penetra con su Luz infinita y le da a conocer al Padre, verificándose que, "Nadie va al Padre sino por Mí". Se une al Espíritu Santo que lo acoge como hijo de Dios y le concede todas las gracias para que su unión como hijo adoptivo de Dios sea perfecta. y sea acreedor al Reino de los Cielos para el que ha sido creado.

    "Señor, tú me sondeas y me conoces...De lejos penetras mis pensamientos; tú conoces hasta el fondo de mi alma...¡agárrame fuerte, no me permitas que me extravie..!"

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  2. Ana Ciudad8:10 p. m.

    El nacimiento de de Juan Bautista " fue motivo de gozo para muchos ",para todos aquellos que por sun predicación conocieron a Cristo ;fue la aurora que anuncia la llegada del día. Juan es la línea divisoria entre los dos Testamentos. Su predicación es el comienzo del Evangelio de Jesús. Juan es la voz pasajera; Cristo la Palabra eterna desde el principio.

    Con su vida y su palabra dio testimonio de la verdad ;sin cobardías, sin conmoverse porb las alabanzas de las multitudes ,sin ceder ante la continua prewsión de los fariseos. Esto es lo que el Señor espera de nosotros.Es la misión de Juan la que el Señor nos encomienda ahora,en nuestros días :preparar los caminos ,ser sus heraldos,los que le anuncian a otros corazones.
    Pidámosle al Señor como el poeta :" Que yo sea como una flauta de caña, simple y hueca, donde sólo suenes Tú.Ser , nada más la voz de otro que clama en el desierto".Ser ,Señor tu voz en medio del mundo y en el lugar donde has querido que transcurra mi existencia.

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