Bienaventurados los pobres
Quizás sea el sentimiento más tuyo, el que más llevaste en
tu Corazón. Por eso te abriste a los pobres. Tú fuiste pobre desde Belén al Calvario. Tú te volcaste en los
necesitados.
Hoy tienes menos entrada en el mundo porque ese mundo “se
ha hecho rico”, que cree que se basta a sí mismo, que no necesita levantar las
manos en signo de petición y oración.
Corazón de Jesús: ayúdanos a ser pobres, desprendidos, dependientes, capaces de pedir favores y
humildes para no pretender ser “los primeros”. Que no nos refugiemos en la
pobreza económica y que sepamos ejercitar mucho esas otras actitudes de
“pobreza” que son más hondas a la persona.
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Ayer celebramos esa fiesta solemne del Sagrado Corazón, que
viene a ser como culminación popular religiosa de todo un proceso anual. Fiesta
muy del pueblo, que conserva un sentido especialmente significativo: la
expresión amorosa de Dios, concretada en el Corazón de Jesús.
Hoy habrá un recordatorio hacia el CORAZÓN DE MARÍA, como
llevado de la mano de la fiesta anterior. Honramos al Corazón de la Madre del
Cielo, que amó con generosidad plena –incluso martirial- desde su inmaculado
Corazón, no entremezclado con las bajezas de egoísmos, sino limpio para amar
sin medida. Como un corazón que ella puso en las manos de Dios, y al que Dios
tuvo a bien ponerse en sus manos.
Creo que es regla normal que el clima familiar se refleja
en los niños de un matrimonio. En una familia desestructurada los hijos salen
difíciles, hoscos, violentos. Su corazón ha crecido en ambiente contrario y
todo eso se ha plasmado a fuego en el corazón tierno de las criaturas que está
creciendo.
Por esa misma regla de tres, un niño es sano, alegre,
equilibrado, feliz, cuando sus progenitores se llevan bien, se dan muestras de
cariño, no hay voces en la casa, y se crece en un clima de equilibrio humano.
Del Corazón de María, Corazón inmaculado (sin ninguna
mancha) brotó siempre cariño, cercanía, ternura, palabras gozosas, equilibrio
de sentimientos. El Niño, el adolescente, el joven Jesús creció en ese ambiente y
con esas influencias. El Corazón de Jesucristo (que es también corazón humano)
fue modelado en esa parte humana de la vida de familia en una trama
profundamente bien armada y feliz por las características de María y de José,
dos personas que se dejaron llevar por Dios y que agradaron a Dios y estuvieron
pendientes de la voluntad y designios de Dios.
El niño no podía menos que crecer en ese magma tan
favorable, de modo que subió con ellos a
de Jerusalén a Nazaret y vivía obedeciendo bajo la mano de sus padres. Y así el
niño crecía en conocimientos, estatura y
gracia de Dios. Bajo la mano y el corazón de ellos. Bajo la influencia tan
especialmente directa del corazón de la madre que, generalmente es quien graba
más sus características en el corazón del hijo.
Por eso, la unión de estas dos celebraciones, la de ayer y
la de hoy no son un simple añadido devocional. Lleva esta celebración del Corazón
de María mucha conexión con la gran celebración de ayer. EL CORAZÓN DE JESÚS.
LITURGIA DEL DÍA
ResponderEliminar2Cor 5, 14-21 es para tomarlo en las manos y ponerse a meditar, desde la primera afirmación: Nos apremia el amor de Cristo… Cristo murió por todos para que los que vivan, ya no vivan para sí sino para Él… El que es de Cristo es una criatura nueva (lo antiguo ha pasado; ha comenzado lo nuevo)…
Eso nuevo es que Dios reconcilió al mundo consigo sin pedirle cuentas de sus pecados, y me ha confiado el mensaje de la reconciliación. Por eso actúo como enviado de Cristo, y Dios mismo os exhorta por medio nuestro. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Cristo no había pecado y Dios lo hizo expiar nuestros pecados para que nosotros recibamos la salvación de Dios.
Creo que es fácil comprender que esto no tiene explicación que se pueda intercalar, y me he limitado a ciertas acotaciones para hacerlo más inteligible. A lo mejor, el SALMO, que hace que la idea tenga eco y se ahonde, lo resume todo en la antífona que repetimos: El Señor es compasivo y misericordioso; el perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; Él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.
El evangelio de Mt 5, 33-37 es un nuevo paso hacia la plenitud a la que Jesús lleva la Ley: si antes se decía: No jurarás en falso, y se permitían algunas formas de juramento para afirmar algo, ahora no. No juréis en absoluto. Porque lo propio de personas es afirmar o negar y que su palabra tenga ya la fuerza suficiente. Basta el SÍ para lo verdadero y el NO para lo falso. Lo que se pasa de ahí viene de mal espíritu. Mal habla de una persona que tuviera que andar jurando para ser creída.
La Liturgia de hoy nos sitúa ante la primera página de la salvación.Adán y Eva culpables, son interrogados por Dios. Adán le echa la culpa a Eva, y Eva a la serpiente. La cadena del pecado, irá añadiendo eslabones a través de los padres, e irá afectando a todos los hijos de Adán. Menos mal que Dios tiene piedad de sus criaturas y, mientras condena a la serpiente de un modo absoluto, deja vislumbrar la salvación de los hombres. Desde aquel momento, Satanás , no ha dejado de perseguir al hombre, empeñado en hacerlo perecer en el pecado. El Mesías vino a liberar al hombre, a renovarlo y a darle fuerza y sabiduría para luchar y vencer a las fuerzas del Mal.Y Jesús, hijo de María, linaje de la Muier, Madre del que ha venido a acabar con el poder de Satanás, con su Muerte derrotó a su peor enemigo: el Diablo. Satanás está perdido...pero,¡ojo!, si el hombre rechaza a Dios, se excluye voluntariamente de la salvación. Dios no salva al que no quiere salvarse.
ResponderEliminarLa Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, tiene para mí unos recuerdos imborrables: vivo en el propio Corazón del Padre.La Primera Lectura nos muestra el Amor maternal de Dios con una imagen de una madre llena de ternura que juega con sus hijitos...La Palabra nos invita a transformar nuestro corazón a imagen del Corazón de Cristo, a ser veraces como Él. Basta un SÍ para afirmar una cosa o un NO para negarla.
La Solemnidad del Corazón de María nos invita a recordar y tener los mismos sentimientos de María., a acoger todas las palabras de Cristo y guardarlas en el corazón. El Corazón de María es un Corazón limpio, abierto y disponible para Dios. Es un corazón humano lleno de amor y de ternura, que ha conocido como nadie la angustia y el dolor. Es un Corazón que nos habla de amar con ardor, pero con una gran pureza. Ella, como Madre nos acompaña en el camino de la fe y nos va diciendo:" haced lo que Él os diga."